Se acabó la guachafita – Por Katherine Angueira Navarro

Se acabó la guachafita

Las reacciones del gobernador García Padilla, distan de la seriedad del alcance de dicha notificación, que después de todo es de su propia hechura
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Carlos Rivera Giusti / EL VOCERO
Por Katherine Angueira Navarro

“A buen entendedor, pocas palabras bastan.” La reciente notificación al Gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, de parte de la Oficina de Auditoría del Departamento de Justicia de los EEUU (DOJ por sus siglas en inglés) era de esperarse. La debacle fiscal en Puerto Rico obliga al cambio de reglas en la forma que Puerto Rico habrá de recibir fondos federales; ahora mediante reembolso justificado. La nueva tranquilla para controlar el despilfarro y la tentación del posible desvío de fondos federales para usarse en propósitos ajenos, les toma de sorpresa a quienes no entienden la relación colonial. Los chavos no salen de la nada. Hay que rendir cuentas al Amo por cada centavo de fondos federales que emanan de contribuyentes al Norte. Por otra parte, tal medida correctiva, también obedece a la dejadez de parte del propio gobierno de los EEUU. Por décadas no ha fiscalizado cómo cada dólar que se envía, aparentemente se torna sal y agua, sin llegar a las manos de la ciudadanía supuestamente beneficiaria de dichos programas federales. De lo contrario, ¿cómo se justifica la falta de calidad en la efectividad de los programas que se supone alivien las desigualdades sociales y económicas?

¿Qué parte de la misiva del Imperio a su territorio-colonial no se quiere entender? Hallazgos de auditorias anteriores y la crisis fiscal actual del Estado Libre Asociado, sirven de fundamento para restringir la forma de enviar fondos federales a los programas que se benefician del DOJ (Carta al Gobernador AGP, 17 agosto 2015, p. 1). El personal responsable en Puerto Rico de administrar los fondos federales que se recibe del DOJ, deberán tomar un adiestramiento de 24 módulos, “incluyendo una sesión de prevención y detección de fraude” (Ibid, Condición 3, p. 3). Puerto Rico debe asegurar de forma adecuada que está pagando las obligaciones hacia su deuda y que está subvencionando a tiempo sus operaciones y programas gubernamentales (Ibid, Condición 5, p. 3). El mensaje es claro y contundente: los fondos federales del DOJ no habrán de usarse ilegalmente para pagar las obligaciones hacia la deuda pública del gobierno de Puerto Rico.

Las reacciones del gobernador García Padilla, distan de la seriedad del alcance de dicha notificación, que después de todo es de su propia hechura. Divulgar a nivel internacional el mensaje del posible impago de la deuda pública de PR, no solamente tiene un impacto sobre sus acreedores que invirtieron en bonos. Ahora se desencadena cómo se van tumbando las otras piezas frágiles del “castillo de naipes” con la que se sostiene un estado que ni es libre, ni asociado en igualdad de condiciones con su Amo. Mientras cuestionan la forma en que dicha misiva llega a manos de la prensa, (perdiendo el control del giro para manipular la opinión pública), y tildan de una “falta de respeto” su contenido, distorsionan el mensaje del Imperio. Los fondos federales dirigidos a programas bajo el amparo del DOJ no habrán de usarse para subvencionar la deuda pública. Para mostrar que Puerto Rico es cuidadoso en el manejo de sus fondos públicos, incluso en el pago de sus obligaciones, se le exige al gobierno de Puerto Rico producir una reserva para costear programas esenciales que luego será reembolsada con fondos federales, si logran evidenciar el uso adecuado de los mismos.

Que el gobernador García Padilla conteste dicha notificación, yéndose por la tangente, es insostenible. Al desnudo quedó el afán del gobierno del ELA de jugar a un “país soberano”, obviando la totalidad del presupuesto consolidado de cerca de $28,052 billones. Escasamente una tercera parte (aproximadamente $9.8 billones) conforma el presupuesto subvencionado del fondo general. Del total de $28 billones del presupuesto consolidado, cerca de $6,414 billones, (23%) provienen de fondos federales. No obstante, a la economía de Puerto Rico se inyectan cerca de $23.5 billones provenientes de diversidad de fuentes federales: “grants” ($6, 313 millones), préstamos ($2,397 millones), transferencias ($12,910 millones), contratos ($1,043 millones), y salarios federales ($851 millones). (Oliver, M. “Total Yearly Federal Funds Inflows to Puerto Rico Exceed $23.5 Billion When all Sources are Considered”, Federal Funds Management Office, Commonwealth of Puerto Rico, Office of Management and Budget).

El Imperio tiene una gran responsabilidad en la debacle fiscal por su falta de fiscalización del uso de los fondos con las que nos mantienen subyugados psicológicamente en esta relación colonial.
Que no se olvide de su propio precedente con el caso de Cuba. Al terminar la Guerra Hispano-Americana responsabilizó a España por su deuda pública. De igual forma, ¿es o no responsable de la nuestra?Katherine Angueira Navarro

Psicóloga Social-Comunitaria

 

 

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