El presidente del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos, describió hoy alplebiscito criollo como “un cañón apuntando al corazón de la colonia”.

“Ese es el mejor regalo para Puerto Rico: la posibilidad de abrir las puertas de nuestra libertad”, expresó Berríos en una conferencia de prensa en la sede del PIP junto al presidente ejecutivo de la colectividad, Fernando Martín; el candidato a la gobernador, Juan Dalmau; el candidato a comisionado residente, Juan Mercado, y el candidato a la Cámara de Representantes por acumulación, Denis Márquez.

Aunque dijeron que hubieran preferido una fecha distinta, el quinteto de líderes independentistas expresaron su apoyo a la consulta plebiscitaria que se realizará el 6 de noviembre del 2012, el mismo día de las elecciones generales.

“Esto es un cañón apuntado al corazón de la colonia, y el PPD (Partido Popular Democrático) está sangrando por la herida”, puntualizó Berríos.

Por su parte, Dalmau indicó que “este es un momento de júbilo para el independentismo puertorriqueño que va a permitir que el pueblo se exprese para terminar el status colonial”.

El PIP fue uno de los principales proponentes de la celebración de un plebiscito criollo y, al igual que el liderato del PPD, participó en una serie de reuniones en La Fortaleza para discutir la medida.

El liderato independentista también arremetió contra el referéndum para la reducción de escaños legislativos, que se celebrará el 19 de agosto del próximo año.

Márquez explicó que el PIP se dispone a acudir a los tribunales para impugnar la validez de la consulta ya que la forma en que se trabajó no es acorde con un la jurisprudencia establecida en el caso Berríos vs. Rosselló, en la que se determinó cómo se deben plantear los asuntos contenidos en una consulta para enmendar la Constitución de Puerto Rico.

“Si no prevaleciéramos en los tribunales, iríamos a la calle a pedirle al pueblo que vote en contra porque a pesar de su nombre grandilocuente, es peligroso para el país”, manifestó Martín.

Asimismo, Martín indicó que la colectividad no apoya el concepto del legislador ciudadano debido a que propicia los actos de corrupción y que sí impulsa la creación de un comité de ciudadanos que determinen los salarios y demás emolumentos que deben recibir los senadores y los representantes.

Dalmau agregó que, para atender el problema de la falta de calidad en los legisladores, los electores deben asumir su responsabilidad para evitar que personas sin vocación para servir lleguen al Capitolio.