Cuando los estudiantes de la escuela elemental Rafael Cordero de Cataño lleguen a sus salones el próximo jueves, en vez de los tradicionales pupitres de madera colocados en filas, los niños tomarán sus clases sentados en coloridas sillas ergonómicas frente a mesas organizadas de forma circular.

El típico pizarrón verde de tiza se eliminó de la escuela para dar paso a pizarras blancas de marcadores, proyectores e innovadoras pizarras inteligentes (“smart boards”) que permitirán que los estudiantes interactúen con una imagen proyectada sobre la superficie de la máquina cual si fuera una tablet agrandada. La tecnología será parte integral de las clases que empezarán en el plantel el 12 de enero, pues cada salón tiene dos computadoras para el uso de los estudiantes. La escuela cuenta con una red de internet inalámbrica.

La Rafael Cordero es la primera escuela pública que completa el proceso de modernización que inició en el 2010 bajo el programa Escuelas para el Siglo 21. Los colores gris, turquesa y naranja sustituyeron los tonos de amarillo que cubrían las paredes de la escuela y le dan un sentido moderno al plantel construido en 1960.

“Estamos buscando estudiantes diferentes, preparados para el futuro que queremos, que no es el futuro para el que nosotros estudiamos, así que tenemos que enfocarlos en la tecnología, en el trabajo colaborativo y concentrarnos en las clases básicas sin dejar a un lado las artes, los deportes y la educación especial”, manifestó el gobernador Luis Fortuño durante un recorrido por el renovado plantel.

La escuela Rafael Cordero es la primera de cientos de escuelas que serán reinauguradas a lo largo de este año, con un nuevo concepto de infraestructura que modificará la forma cómo se dan clases en las escuelas públicas.

La comodidad de los niños es clave en el nuevo ambiente que se pretende crear en cada una de las 103 Escuelas para el Siglo 21. Amplias ventanas con celosías transparentes a los costados de los salones dejan entrar la luz solar y la brisa, la cual se magnifica con los cuatro abanicos de techo instalados en cada aula.

Asimismo, el trabajo colaborativo será fundamental en el nuevo sistema de enseñanza que se usará dentro de cada moderno salón, que además cuenta con asientos que permiten que el estudiante se mueva en su lugar mientras estudia, a tono con las nuevas corrientes pedagógicas que aseguran que el estudiante aprende mejor sentado en una silla flexible versus un asiento rígido.

“El readiestramiento es clave en todo este proceso. Se les darán talleres a los maestros sobre toda la tecnología que tenemos. Aparte del elemento físico y la preparación de los estudiantes, seguiremos preparando a los profesores”, indicó Fortuño sentado en una de las mesas del novedoso salón Da Vinci de la escuela, un espacio equipado para la enseñanza de las ciencias.

El director ejecutivo de la Autoridad para las Alianzas Público-Privadas (AAPP), David Álvarez, señaló que los talleres para los maestros de las escuelas incluidas en el programa iniciarán el 16 de enero. El secretario de Educación, Edward Moreno, señaló que el currículo académico está siendo revisado para incluir las herramientas tecnológicas y las oportunidades de trabajo grupal que ofrecen las Escuelas para el Siglo 21.

Las mejoras a la Rafael Cordero se realizaron con una inversión de $5.6 millones, con los cuales se adquirió una nueva subestación eléctrica para suplir la energía necesaria para los nuevos equipos escolares, se niveló el suelo en el patio central para eliminar la acumulación de agua que plagaba la escuela y se impermeabilizó el techo de toda la estructura. Además, se construyó una nueva cancha bajo techo que servirá como “pabellón comunitario”, donde la comunidad tendrá la oportunidad de celebrar asambleas, reuniones y actividades después del horario escolar.

El director ejecutivo de la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI), José Basora, indicó que construir una escuela nueva hubiese requerido una inversión de entre $15 millones y 20 millones.

“Pero ya esto es una escuela nueva, es otra escuela. Yo siento que me gradué ayer y hoy vengo a un sitio nuevo”, le comentó al gobernador la maestra de kínder Jacqueline Ortiz, quien lleva 19 años trabajando en la Rafael Cordero.

Basora explicó que la compañía a cargo de la construcción será responsable por el mantenimiento de la infraestructura del plantel bajo un contrato de un año, con opción a añadirle cuatro años más.

La directora de la escuela, Carmen Curet, aseguró que no prevé resistencia de los 48 maestros al nuevo ambiente educativo en los salones, toda vez que más de la mitad de ellos llegaron hasta el plantel durante sus vacaciones para ver sus nuevas aulas y comenzar a decorarlas.