Un mes y ocho días más de prisión es lo que tendrá que cumplir el excentro de la Selección Nacional de Baloncesto, José Rafael ‘Piculín’ Ortiz y en diez meses podrá retomar su vida en la sociedad como si nunca hubiese tenido 218 matas de marihuana con la intención de distribuirlas.
Ayer, Piculín Ortiz recibió una favorable sentencia por parte de la jueza federal Carmen Consuelo Vargas de Cerezo, quien acogió la recomendación mínima de 18 meses de cárcel, aunque con la variación de que la mitad de la condena sea en encarcelamiento domiciliario y tomando tratamiento psiquiátrico, psicológico y de adicción a la cocaína en el Hogar Santísima Trinidad.
Desde su inicio, el caso de Piculín fue uno atípico, porque no es usual que la Fiscalía Federal someta cargos a personas que solo tienen matas de marihuana y tampoco es usual la recomendación de sentencia de 18 a 24 meses de cárcel.
Sin embargo, fue un factor clave en el caso la condición seria de adicción por la que atraviesa el excentro de la Selección Nacional, quien desde el pasado 8 de abril está preso en el Centro Metropolitano de Detención (MDC, por sus siglas en inglés) tras fallar a una sorpresiva prueba de dopaje el 4 de noviembre, día en que se declaró culpable por tener las 218 matas de marihuana.
“Le impuse una sentencia que le da una oportunidad… Usted cometió errores serios, pero siempre hay una oportunidad. Algunos pueden pensar que no es suficiente, pero esta es la sentencia de esta Corte. No regrese a esta Corte a pedir perdón. No haga eso. Viva sus palabras y Dios lo bendiga”, expresó Vargas de Cerezo a la exgloria del baloncesto nacional después de dictaminar su condena.
Vargas de Cerezo mencionó que tomó en consideración los 20 años que Piculín llenó de gloria a Puerto Rico, que carece de récord criminal previo y su condición crónica de adicción.
Asimismo, la juez federal le impuso a “El Concorde”, como también le apodaban por sus casi siete pies de estatura, a cumplir 600 horas de servicio comunitario durante las que tendrá que ofrecer charlas a la juventud en contra de las drogas y deberá cumplir también con cuatro años de libertad supervisada.
Si durante la libertad supervisada Piculín falla a una prueba de dopaje, tendrá entonces que regresar a prisión por el resto de los cuatro años que le falte por cumplir.
El pasado 4 de noviembre, el fiscal federal José Capó Iriarte, a cargo del caso, llegó a un acuerdo con Piculín y sus abogados de la Oficina del Defensor Público Federal Héctor Ramos y Vivian Marrero para recomendarle a Vargas de Cerezo una condena de entre un año y medio a dos años de prisión.
Pide perdón
“No soy perfecto. He llegado muy alto y a la vez muy bajo. Dios no ha terminado conmigo… Acepto mis actos no solo por lo ilegal de ellos, sino por el nefasto daño que hice a mi País… Hago un compromiso de llevar el mensaje de lo inaceptable que fue mi conducta. Ahora busco mejorar. La gente buena jamás fracasa. El que fracasa es el que se quita, el ganador, aún en la noche, resplandece”, expresó por su parte Piculín antes de escuchar la sentencia.
Asimismo, Piculín pidió perdón a sus familiares por haberlos puesto en vergüenza y agradeció a sus amigos que siempre estuvieron a su lado.
“Pido perdón a mi Patria por haberlos defraudado después de tantos triunfos juntos”, añadió.
Varias figuras del deporte como el exgerente general de la Selección Nacional de Baloncesto Salvador ‘Salvi’ Vilella; el exbaloncelista Jerome Mincy; el vicepresidente de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico, Ricardo Carillo; el secretario general emérito de FIBA América, Genaro ‘Tuto’ Marchand, y el exapoderado de los Atléticos de San Germán Armandito Torres se expresaron complacidos con la sentencia impuesta a Piculín y esperanzados en su rehabilitación.
Sentencia le da la oportunidad de su vida a “Piculín” Ortiz
José “Piculín” Ortiz pidió perdón al tribunal, a sus familiares, amigos y a la patria por haberles fallado y defraudado.
(Para Primera Hora / Rafael Pichardo)
viernes, 30 de marzo de 2012
Rosita Marrero / Primera Hora
“No quiero que vuelva aquí a pedir perdón”.
José “Piculín” Ortiz, quien tanta gloria le dio a Puerto Rico y quien cayó estrepitosamente, al sucumbir al abuso de las drogas, sorprendiéndosele con un sembradío de marihuana, recibió ayer la oportunidad de su vida, cuando la jueza federal Carmen Consuelo Vargas de Cerezo le impuso una condena de seis meses de prisión.
El afamado ex canastero ya ha cumplido cuatro meses y medio de esa condena, por lo que cumpliría un mes adicional en la Cárcel Federal, en Guaynabo.
Luego permanecerá nueve meses en reclusión domiciliaria en el Hogar Santísima Trinidad, donde también recibirá tratamiento psiquiátrico, psicológico, de abuso de drogas y de alcohol.
Concluidos los nueve meses, saldrá a la libre comunidad, a cumplir cuatro años de libertad supervisada. En ese periodo tendrá que rendir 600 horas de trabajo comunitario.
También deberá ofrecer conferencias a estudiantes en contra de las drogas y anuncios para organizaciones sin fines de lucro llevando ese mensaje.
El otrora gloria del baloncesto internacional vestía un mameluco gris y, junto con su abogado, el defensor público Héctor Ramos, pidió perdón al tribunal, a sus familiares, amigos y a la patria, por haberles fallado y desfraudado, en medio del llanto.
“Siempre pensé que ir a prisión era un fracaso. Lamento quien piensa así. Honorable no es quien no tiene dificultades, sino que es quien las afronta con gallardía. No soy perfecto. He llegado muy alto y a la vez bien bajo”, dijo en su alocución durante la vista de sentencia.
“Dios no ha terminado conmigo. Reconozco que mi orgullo y que no reconocer mi propio error y no dejarme ayudar… me llevó a esto. Dios ha estado conmigo para moldearme. Acepto mis actos no por lo ilegal de ellos, sino por el nefasto daño que hice a mi país por el uso de la droga, responsable de los males de nuestra sociedad”, acotó.
Quiero que comprenda, dijo a la jueza Vargas de Cerezo, que un hago compromiso de llevar el mensaje de lo inaceptable que fue mi conducta.
“Ahora busco mejorar. La gente buena jamás fracasa. El que fracasa es el que se quita. El que es ganador, aun en la noche resplandece. Pido perdón a mis padres, a Silvia y su familia, mis tíos y mis hijos por haberlos puesto en vergüenza y a mi patria por haberlos desfraudado. Después de tantos triunfos juntos”, dijo quebrándosele la voz.
Ya su abogado le había pedido a la jueza que fuera leniente y que comprendiera la necesidad que tenía su defendido de que se tomara en cuenta su adicción, recluyéndosele en un hogar donde pudiera rehabilitarse en transición para su regreso a la sociedad.
El fiscal federal José Capó, en tanto, expresó: “Llegó el momento en que el acusado se enfrente a la realidad de sus actos. El acusado dice que está arrepentido. Yo espero que sea cierto y que no sea porque lo hayan cogido. Capó pidió que se le impusieran 12 meses de prisión y 600 horas de servicio comunitario, recordando que éste tiene que recibir un castigo por las 218 plantas de marihuana bajo su posesión.
“No regrese a esta corte a pedir perdón”
“Espero que recuerde las palabras que dijo hoy”, expresó la jueza Cerezo con referencia a la alocución de Piculín.
“Le impuse una sentencia que le da una oportunidad. Su alocución me hizo pensar. Sí, usted cometió errores serios, pero siempre hay una oportunidad. Le he dado una oportunidad. Algunos pueden pensar que no es suficiente la sentencia, pero ésta es la sentencia de esta corte. No regrese a esta Corte a pedir perdón. No haga eso. Viva sus palabras y Dios lo bendiga”, dijo Cerezo.
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