Largo y confuso el historial de incorporaciones del fracasado parquecito de Retiro

Contrario a las apariencias no hay un Punto Verde. Hay media docena de ‘Puntos Verdes’ y ninguno es dueño, como pretende, del parque de niños del Muñoz Marín. Todos tienen propósitos, identidades e ingresos distintos; por lo menos en el papel. Estas múltiples personalidades corporativas inciden en las contradicciones y enredos fiscales que rodearon la creación y operación del ecoparque, una madeja descrita por un analista financiero como una “mogolla” que obstaculiza el seguir el movimiento de los fondos entre una corporación y otra.

No obstante, estos múltiples ‘Punto Verdes’ tienen par de factores en común, según encontró EL VOCERO: ayudas gubernamentales, beneficio de exenciones contributivas y una serie de aliados prominentes. Además, todas estas entidades están presididas por una misma persona, la licenciada Angelita Rieckehoff.

Una de las principales consecuencias de este ‘juego’ de identidades es que para efectos prácticos, todas son entidades ‘fantasma’ que desaparecieron el 5 de septiembre del 2008 cuando Punto Verde PT le transfirió sus activos a una poco conocida empresa comercial llamada Parque Verderol, Inc., a cambio de $1 millón en acciones de la compañía que había sido incorporada días antes por Rieckehoff , el exbanquero José Enrique Fernández Bjerg y la Fundación Fernández Bjerg como parte de un llamado plan de reorganización.

“Como consecuencia de este plan, se transfirieron aproximadamente $9,952,518 en activos, incluyendo edificios y estructuras. De ahí en adelante, hasta el 5 de junio de 2009, Punto Verde PT transfirió todos los costos y todos los activos adquiridos a Verderol, los cuales ascienden a $5,090,785 a cambio de acciones preferidas (en Verderol). A junio del 2009, el costo total transferido a Verderol a cambio de la titularidad asciende a $15,043,305, indica un informe preparado por la firma de Scherrer & Hernández para la Compañía de Turismo en febrero del 2011.

El informe de Scherrer también revela que, para entonces, el capital total de Punto Verde PT llegaba a $18,154,360, incluyendo $2.8 millones en donativos de servicios y trabajos, en lo que se conoce como contribuciones ‘in-kind

Quién era quién

Antes de que el anónimo Verderol entrara en juego, Punto Verde había mantenido una prominente imagen pública respaldada por la simpatía que despertó el concepto de un nuevo tipo de parque para el área metropolitana. Sin embargo, un análisis de este diario de las distintas entidades que componen el proyecto encontró una inesperada dicotomía entre sus propósitos y sus operaciones.

La primera en ver la luz fue Punto Verde PT (PVPT), inscrita en marzo del 2000 en el Departamento de Estado como una corporación especial propiedad de los trabajadores encabezada por Rieckehoff, la doctora Teresa Nazario y la economista Heidi Calero. Su propósito es descrito en términos sencillos: “La producción y venta de plantas ornamentales y medicinales, árboles y palmas”.ALERTA MI GENTE…Algunos de los medios de prensa dizque periodistas etc.. Están haciéndole el trabajo sucio de Alejandro García Padilla y el PPD, claramente porque ese muchacho No tiene liderato, carácter, ni ideas reales, ni mucha inteligencia para poder desenvolverse en una entrevista, con preguntas sorpresas y sin libreto.. Me he dado de cuenta, y veo claramente que el PPD etc..

También incluye como actividad “la venta de todo tipo de producto que complemente la venta de los ornamentales, tales como pero no limitados a: equipo de jardinería, fertilizantes, tiestos, tierra, accesorios de jardín, semillas, libros de jardinería, insecticidas y gravilla”.

No hay evidencia documental de cómo PVPT pasa de ser un proyecto agrícola al desarrollo de un parque de entretenimiento infantil, pero su identidad de vivero le ofreció una amplia gama de ventajas bajo la Ley de Incentivos Contributivos Agrícolas, la cual entre otros beneficios, exime la tributación del 90 por ciento del ingreso neto que provenga de un negocio agrícola y elimina impuestos sobre la propiedad mueble e inmueble, así como el pago de arbitrios.ALERTA MI GENTE…Algunos de los medios de prensa dizque periodistas etc.. Están haciéndole el trabajo sucio de Alejandro García Padilla y el PPD, claramente porque ese muchacho No tiene liderato, carácter, ni ideas reales, ni mucha inteligencia para poder desenvolverse en una entrevista, con preguntas sorpresas y sin libreto.. Me he dado de cuenta, y veo claramente que el PPD etc..

En noviembre del 2001 surgió una nueva corporación, Punto Verde GC (PVGC); una entidad sin fines de lucro cuyo propósito se definió ampliamente como “intercambio de ideas, experiencias y prácticas de la horticultura”. Dicho certificado de incorporación también menciona que “la corporación no tendrá acciones de capital. Las condiciones de miembros figurarán en los estatutos de la corporación”. Estos estatutos no pudieron ser localizados entre los informes radicados en el Departamento de Estado.

Sin embargo, no es hasta el 2006, luego que Punto Verde GC enmienda su certificado de incorporación para poder recibir los beneficios de las exenciones contributivas del Gobierno federal, que pone en blanco y negro otros objetivos. En la primera de dos planillas radicadas al Servicio de Rentas Internas federal (IRS), PVGC identifica entre sus principales funciones el reclutar y capacitar personal para Punto Verde PT; capacitar a los participantes en las nuevas filosofías de trabajo colectivo; desarrollar capital social y habilidades empresariales; respaldo social para la comunidad de Punto Verde y desarrollar nuevas habilidades para el desarrollo de microempresas dentro de un parque.

Entre los logros que destaca en ese momento es que “ha obtenido los fondos necesarios para el pago de la nómina del nuevo proyecto en el 2007” y que ha “reclutado 40 nuevos empleados para Punto Verde PT.”

Encontrando fortuna

Aquí es donde comienza a enredarse aún más la madeja. Para el año calendario 2006, PVGC reporta al IRS que tiene un déficit de $12,029 ya que ha tenido ingresos de $32,143 –de los cuales el grueso ($28,146) corresponde a subsidios del Gobierno– pero gastos ascendentes a $44,172. De este dinero, $38,000 fueron usados para cubrir dos salarios: el de Nazario ($25,000), quien simultáneamente era una de las directoras de PVPT y vicepresidente de la entidad sin fines de lucro, y el del hijo de Rieckehoff ($13,000), quien servía de director ejecutivo de la organización. Rieckehoff, por su parte, no recibió compensación alguna por su trabajo.

Pero si la situación económica de PVGC parecía ser precaria ese año, la de su versión comercial era todo lo contrario. PVPT recibió una infusión de $3.5 millones gracias a la primera de tres complejas transacciones de arbitraje: una emisión de bonos privados por $40 millones –manejada por Oriental– que le permitió recibir los intereses. Con esto, los activos de Punto Verde PT dieron un salto dramático, de $6,739 en el 2005 a $2.3 millones en el 2006. De acuerdo con el estado de situación radicado en el Departamento de Estado, $1,099,039 de esta alza corresponden a una inversión y $1,000,472 a “otros”.

Para acentuar la confusión, en el 2007 PVGC volvió a redefinir su gestión y radicó lo que parece ser su última planilla al IRS. Esta vez se describe como una “incubadora de negocios”, cuyas actividades están principalmente dirigidas a fomentar el espíritu empresarial en la comunidad del caño de Martín Peña con miras a desarrollar microempresas que operen en un parque de niños en San Juan.

De nuevo, la información es conflictiva. Los activos reportados en el estado de situación presentados en San Juan no llegan a los $131,000, incluyendo $99,025 en cuentas por cobrar, mientras que en los archivos del IRS en Utah los ingresos sobrepasan los $150,000 e incluyen $65,000 de un subsidio del Gobierno, $34,488 en donativos privados y $51,400 en honorarios por servicios profesionales. Las planillas federales igualmente revelan que pese a su situación supuestamente precaria, PVGC pagó en ese año $104,325 por servicios profesionales para recaudar fondos y otros $46,558 en salarios, suma que principalmente correspondía a la compensación del hijo de Rieckehoff como director ejecutivo. Angelita Rieckehoff le dijo a EL VOCERO que invirtió más de $1.5 millones en el proyecto.

De Punto Verde Grantor Trust es poco lo que este diario encontró, excepto que parece ser una entidad creada en fecha desconocida, presuntamente en el 2006, solamente para emitir los bonos sin que Punto Verde tuviese responsabilidad de garantizar las notas. Este fideicomiso, que es para efectos prácticos lo que se conoce como una compañía de maletín (‘shell company’), vendió obligaciones por $100 millones garantizadas por la colateral, que a su vez eran notas de terceros. Por su participación en estas transacciones, que fueron aprobadas por la Oficina del Comisionado de Asuntos Financieros, Punto Verde recibió unos $7 millones correspondiente a los intereses.

Desaparece Punto Verde

¿Sencillo? No. Documentos provistos por Rieckehoff a este diario revelan que todas estas entidades son hoy en día simplemente subsidiarias de una cuarta empresa, Parque Verderol, Inc., una corporación con fines de lucro creada en septiembre del 2008 y cuyos accionistas mayoritarios son la propia Rieckehoff; el expresidente de Oriental Financial Group, José Enrique Fernández; y la Fundación Fernández Bjerg, una corporación sin fines de lucro de la familia del banquero. Punto Verde PT pasó a ser un accionista minoritario con $100,000 en acciones comunes.

Y el 22 de abril del 2009, dos días antes de que se inaugurara el parque, Rieckehoff y Fernández Bjerg crearon una quinta entidad sin fines de lucro, Kinesis, Inc., la cual Rieckehoff identificó como “una fundación privada” que es uno de los principales inversionistas en Punto Verde amén de que era parte integral de la misma.

La estrecha interrelación entre Punto Verde, Kinesis, la familia Fernández y Rieckehoff, la confirman las primeras planillas federales radicadas por esta última entidad, cuya principal fuente de fondos aparentemente fue una inyección de $8.8 millones de la Fundación Fernández Bjerg. Esta planilla, radicada en noviembre del año pasado, identifica entre las inversiones de Kinesis $2 millones en acciones de Parque Verderol y otros $50,000 en Punto Verde PT. Pero para entonces, ya Parque Verderol era para todos los efectos el dueño de todos los activos y costos de construcción como consecuencia de un traspaso por medio del cual Punto Verde PT le transfirió todos sus activos en un intercambio de acciones comunes y preferidas, según revelan documentos de Turismo y de Estado.

Verderol, donde Rieckehoff y la Fundación Fernández Bjerg tienen el control del 100 por ciento de las acciones preferidas, pasó a ser el dueño de todos los activos y costos del ecoparque, mientras PVPT quedó relegado a operar el mismo.

Mariazell Vélez contribuyó a este artículo.

Despilfarro en Punto Verde debe tener responsables

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EL VOCERO/Gerardo Bello

Hay que reconocer que el PPD sabe “pegar” frasesitas. Tan efectivos son, que en lo único que se parece el PPD de ayer, el de LMM, al de hoy, al controlado por los Soberanistas/Separatistas/Neo-Comunistas, es en saber coordinar a todos sus Legisladores, Alcaldes, Comisarios de Barrios y dirigentes para que digan ciegamente y al unísono la misma cosa, con entusiasmo patriotero, y por repetición lograr que los incautos se lo lleguen a creer ciegamente.

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