NR – Hay que retar a los PPD a que digan 10 obras que hayan realizado en el pasado Medio Siglo para que el Pueblo las compare con las del PNP.
Agotado el reloj de abril y marcando seis meses para la elección plebiscitaria, el tempo y el flujo de la campaña han dado un giro de 180 grados. Poco a poco, Irving Faccio va tomando control de la dinámica electoral. Abril fue clásico ejemplo de como el PPD, en las condiciones de noticias más adversas, logró virarle la tortilla a la desorganizada campaña del PNP.
Sobresale la maña de Faccio, en la medida en que el mes de abril fue un mes de eventos relativamente buenos para la administración. Novedades que en Fortaleza no supieron resaltar ni explotar en su total incapacidad comunicativa. Así por ejemplo, abril fue otro mes de estadísticas sólidas de recuperación económica. El mes en que, por primera vez en siete años, se plantea un crecimiento económico en terreno positivo. Un mes en que al rendir planillas, la vasta mayoría de los contribuyentes reciben una reducción de 20% a 25% de impuestos y el 98% se acogió a los beneficios de la Reforma Contributiva. Un mes en que se sostiene la baja en los asesinatos; en que Fortuño inauguró cinco escuelas de Siglo 21; en que Sol Fontanes se declaró culpable; en que la Administración inauguró los primeros cuatro proyectos de energía alterna; un mes en que se presentó un presupuesto que ha reducido el déficit en $3 mil millones; otro mes de baja de quiebras; un mes en que se aprobó la Reserva Natural del Corredor del Este; en que se le dio luz verde a los convenios colectivos; en que se le dio cierre al caso Morales Feliciano; en que los recaudos del IVU aumentaron 6.2%; en que continuó saliendo la corrupción en el Fondo de Retiro y en las Comunidades Especiales del PPD; en que la Administración tiene casi planchado un nuevo Código Penal con incremento en la penas; un mes en que el Supremo le dio luz verde al escrutinio electrónico; en fin, un mes de canasta bastante llena para las aspiraciones de cualquier gobierno que quiera revalidar.
La incapacidad y/o el desinterés de la campaña de Fortuño en sacarle punta a todos estos temas, contrastaron con la habilidad del PPD en concentrar el foco de atención en las flaquezas del partido incumbente. El PPD concentró todo el mes de abril, en ataques diarios orquestados y estructurados, para machacar y explotar las controversias de fraude electoral autogeneradas por los propios penepés en las primarias de marzo en el Distrito 6 de Guaynabo.
En la guerra de relaciones públicas, Eder Ortiz e Irving Faccio les comieron las nalgas a Ángel Cintrón y a Edwin Mundo. El balance final deja la impresión de que el vaciado de listas es exclusivo al PNP y que esa colectividad lo que tiene en la CEE es un ‘arroz con jueyes’ donde no hay control, ni de la organización electoral, ni de la estructura de saque y defensa de votos, ni del mensaje correcto. De hecho, el haber puesto un director de campaña en funciones electorales virtualmente clericales, en un área de su total incompetencia y el permitir que el comisionado electoral fantasma meta la cuchara en favor de unos candidatos por otros, fue veneno a la imagen.
El segundo tema de control y dominio absoluto tiene que ver con la proyección de supuesta corrupción que el partido de oposición le va formando a Luis Fortuño. El estribillo de los “amigotes de Fortuño” es repetido hasta la saciedad, una y otra vez y a diario, en cuanta conferencia de prensa hace la Pava. Al igual que le hicieron a Rosselló, ese cañoneo continuo –que dicho sea de paso el PNP ni se molestó en contrarrestar con los amigotes del PPD– es el equivalente a los golpes en los planos bajos. Poco a poco van debilitando al opositor. Ese es exactamente el mismo banderilleo que el PPD fijó en la opinión pública en el período 77-84, cuando lograron convencer a la mayoría del País que Carlos Romero era un “asesino” y “encubridor” de Maravilla. Estrategia similar siguieron en contra de Pedro Rosselló, virándole sus sensacionales números de popularidad y credibilidad y convenciendo al electorado no afiliado e independiente de que Rosselló era un “pillo” y estaba “loco”.
Claro está, con la ayuda del metralleo millonario de la prensa imperial y de los telediarios, ese mensaje negativo se multiplica y se magnifica hasta envenenar totalmente las aguas. Y en eso de campañas demoledoras, Irving Faccio es un virtuoso. Contraofensiva que a su vez desvía la atención de las vulnerabilidades de AGP y el récord y lastre del PPD. El nene sabe que aquí la hipérbole negativa y la campaña sucia predominan y logran castigos.
En ese sentido, el cuerpo de estrategas y comunicadores de Luis Fortuño ha estado virtualmente ausente de los eventos en abril. Después de haber dominado la agenda durante los primeros tres meses del año, se durmieron en los laureles y no han logrado articular un mensaje claro y coordinado, ni una ofensiva sostenida. De hecho, la desarticulación, el desánimo y el desbarajuste es lo que proyecta la no campaña del Gobernador. La estructura de Fortuño es un monstruo de mil cabezas. Uno no sabe quién manda y comanda, quién comunica o descomunica, quién coordina o descoordina. Fortaleza anda por un lado, las agencias por otro, la Legislatura muda, el Partido inexistente, los alcaldes trabajan para el PPD. De hecho, muchas de las heridas de abril son autoinfligidas y vienen de adentro del PNP.
Para muestras, cuatro botones. El lío de las primarias fue O’Neill y Mundo los de la carne de cañón. La descabellada propuesta de desahuciar a la gente pobre que no puede pagar los servicios púbicos en los caseríos se generó en la propia administración. La total ausencia de anuncios de campaña machacando los beneficios de la Reforma Contributiva y de la disciplina fiscal, es producto de la propia indolencia comunicativa. El ‘junket’ a Taiwán de JenGo es una locura en un mar de austeridad.
El desbarajuste en la campaña PNP refleja también patrones similares de pasadas y fracasadas jornadas electorales: los síndromes de la sobreconfianza, del mucho cacique y poco indio, de la ausencia de coordinación, de la dejadez, de los mensajes contradictorios, de la depresión anímica y de las divisiones internas autodestructivas, comienzan a aflorar. No quedó desapercibido, que el empresariado y los especuladores de campaña, le están dando tantos donativos a AGP como a Fortuño; signo ominoso para estos tiempos. Liquida’o abril. Entrado mayo…
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