Poco antes de salir electa en el proceso de las primarias, un reportero me preguntaba qué pensaba hacer cuando la campaña se pusiera difícil y los insultos fueran la orden del día.

Por: Lcda. Zoé Laboy Alvarado – Exsecretaria de Corrección y aspirante al Senado por S.J.

Poco antes de salir electa en el proceso de las primarias, un reportero me preguntaba qué pensaba hacer cuando la campaña se pusiera difícil y los insultos fueran la orden del día. Hoy, ya certificada como candidata al Senado por el Distrito de San Juan, me han vuelto a preguntar. En ambas ocasiones mi contestación ha sido la misma. No tomé la decisión de volver al servicio público en un puesto electivo para insultar ni entrar en este tipo de dinámica. Sabiendo que no controlo lo que la o el otro candidato hará, yo no insultaré la persona del contrincante; criticaré sí sus ideas y, aquellas que crea son buenas, así lo reconoceré.

Recientemente leía en una columna de un exlíder político, que le frustra porque se le acercan personas pidiéndole que le ‘tire’ más duro a su compañero de programa porque es del partido contrario. Es esa experiencia que ese exlíder político cuenta, y las veces en que he sentido la falta de aprobación por parte de algunos pares cuando no he sido ofensiva contra el contrincante, las que me llevan a pedir un alto.

Puerto Rico –incluyendo estadistas, estadolibristas, no afiliados, en fin todos los que vivimos en esta querida isla– vive momentos de transformación y todos, estoy segura, estamos de acuerdo en que queremos paz. ¿Cómo si es paz lo que queremos, pedimos de nuestros líderes que critiquen y hasta ofendan solo porque el o la otra es del partido contrario? He escuchado a líderes decir que quisieran no tener que hacerlo pero la política es así… Advierten que aunque no lo hicieran, el o la contrincante lo hará. Además, argumentan, que si no criticas y hasta ofendes al contrincante, tus seguidores dejarán de serlo por sentirse traicionados.

Es precisamente porque estoy totalmente en desacuerdo con esta premisa que rechazo esta forma de “hacer política”.

Precisamente hace unos días, el candidato a gobernador del partido contrario hizo expresiones ofensivas contra nuestro candidato. Es bochornoso y triste que quien interesa tener las riendas del futuro de casi cuatro millones de constituyentes crea correcto recurrir a esta forma de ‘hacer política’. Tanto él como a todos los que buscamos tener el honor de servir tenemos la obligación de comenzar nuestro servicio sirviendo de ejemplo a nuestros jóvenes. El ejemplo que demos no puede ser el que los problemas se resuelven insultando y faltándole el respeto a tus opuestos. ¿Dónde quedó el debate inteligente? Jamás olvidaré la frase de nuestro gran líder Luis A. Ferré: “La razón no grita. La razón convence”.

Por otro lado, desde antes de comenzar esta etapa de la campaña, pero aun más desde octubre del año pasado hasta hoy, han sido tantas las personas a quienes he escuchado decir que están cansados y frustrados con muchos de los líderes de nuestra isla. Estoy segura de que en algún momento todos hemos escuchado a alguien decir que los líderes dan el peor ejemplo.

Tengo el honor de conocer a muchos de nuestros líderes a quienes agradezco su verdadero sentido de servir. Y es a ese grupo de líderes a los que hago el llamado para esta campaña que recién comienza. Nuestra isla necesita paz. Son los líderes a los que nos toca dar el ejemplo. Comencemos hoy, sin importar lo que el o la contrincante haga, a mantener nuestra discusión a un nivel de respeto, con críticas sobre las ideas de nuestros contrincantes y no con ofensas contra ellos.

Sin embargo, el líder no es líder sin sus seguidores. Es por ustedes y para ustedes que algunos ya sirven y otros buscamos servir. Con críticas y hasta ofensas contra los contrincantes no es que se llega al poder. El presentar las mejores ideas e iniciativas para mejorar a Puerto Rico es lo que dará ese honor. Por eso, hago un llamado a esos buenos hombres y mujeres militantes de todos los partidos para que, pensando en lo mejor para Puerto Rico, abiertamente apoyen a esos líderes que acepten el reto de llevar una campaña política de altura.

Mis respetos a nuestro gobernador Luis G. Fortuño, nuestro comisionado residente Pedro Pierluisi y al alcalde de la Ciudad Capital, Jorge Santini, entre otros, que durante esta campaña han dado cátedra de lo que es llevar una campaña política limpia, respetuosa e inteligente. Por eso me siento orgullosa de ser parte de este equipo y sé que juntos continuaremos llevando a Puerto Rico por el camino del progreso y en paz.

Machista la aspiración de Carmen Yulín

“Si su decisión fue voluntaria, fue desinformada porque yo no sé si Carmen Yulín ha caminado por San Juan para darse cuenta que muchos penepés y populares al que quieren como alcalde es a Jorge Santini”, Zoe Laboy. EL VOCERO/ Archivo/ Luis A. López