Escribo este artículo por que veo que el pueblo de Puerto Rico está algo desenfocado por culpa de algunos sectores de los medios y por políticos que causan confusión en especial de cara a las próximas elecciones y plebiscitos.

Por: Ing. Manuel L. Porrata Pila
Colaborador

Escribo este artículo por que veo que el pueblo de Puerto Rico está algo desenfocado por culpa de algunos sectores de los medios y por políticos que causan confusión en especial de cara a las próximas elecciones y plebiscitos.

Lo primero que tenemos que considerar es que vivimos en una colonia. De hecho la colonia más antigua el mundo desde que nos ‘descubrieron’ en 1492. Tuvimos la suerte que la colonia se transfirió a Estados Unidos de América, que nos ha permitido desarrollarnos y mejorar gradualmente nuestro nivel de vida, manteniendo el control político.

Pese a que hemos adquirido la ciudadanía americana por legislación, somos ciudadanos de segunda clase ya que no disfrutamos de una democracia plena y de los derechos de un ciudadano de primera clase al no elegir al presidente, vicepresidente y miembros al Congreso de Estados Unidos. Estos, en última instancia, tienen el poder pleno de establecer todas las leyes que nos quieran imponer, toman las decisiones de enviarnos a la guerra y tienen total poder judicial sobre nosotros. Si esto no es una colonia, ¿qué es?

¿Es un status digno ser colonia o territorio del país más poderoso del mundo? Obviamente no lo es. Lo que somos en realidad es la Comunidad Estadounidense de la Isla de Puerto Rico (Commonwealth of Puerto Rico, según la ley del Congreso de Estados Unidos que nos permitió tener nuestra propia constitución en el 1952) pero la hemos llamado en español, Estado Libre Asociado (ELA), para que no sentirnos colonia y que la misma parezca ser un status único y aceptable con cierta dignidad disfrazada y engañosa. Este hecho fue ‘vendido’ muy bien a los puertorriqueños y también asimilado, al punto que muchos creen todavía que el ELA no es una colonia, que ofrece la unión permanente y que puede ser mejorado. Claramente, nada más lejos de la verdad. La unión permanente se obtiene solo con la Estadidad. El llamado ELA Soberano que aparecerá en el plebiscito de noviembre es otro nombre para la república asociada. Para llegar a ese status, el Congreso de Estados Unidos tiene que otorgarle la Independencia a Puerto Rico y luego, negociar entre naciones independientes el tipo de asociación que Puerto Rico quiera tener y que acepte Estados Unidos. Esta asociación puede ser terminada unilateralmente por cualquiera de las dos partes. ¿Quién quiere esto?

Pero al César lo que es del César. Está claro que el ELA fue una idea muy inteligente en la época en que se estableció. Con este nombre pudo agrupar diferentes ideologías -independentistas, autonomistas y estadistas- que reconocieron que Puerto Rico era un país que no tenía el desarrollo necesario para ser ni independiente ni estado federado. Personas como don Luis Muñoz Marín y don Luis A. Ferré, así como muchos otros políticos e intelectuales, lo reconocieron y lo aceptaron públicamente como una transición a un status permanente y válido como la Estadidad o la Independencia.

Sin embargo, aquel tiempo ya ha pasado y el ELA, o la colonia o territorio, ha cumplido su propósito pero se ha mantenido como un status acomodaticio para que aquellos con cierto poder económico y político obtengan los beneficios económicos que más les convengan. Los que salen ganando son los más acaudalados y no la clase media o pobre, que no cuenta todos los beneficios económicos de una ciudadanía de primera clase como en los 50 estados. Con el ELA también estamos sacrificando el poder y seguridad política que podríamos tener al ser miembros de la nación más poderosa del mundo en estos momentos. Sin embargo, lo más importante es nuestra ciudadanía americana, que la gran mayoría de los puertorriqueños atesora y que podríamos perder con el status actual colonial y no permanente. ¿Es esta inseguridad lo que le queremos dejarles a nuestros hijos y nietos?

Aunque en menor grado, hemos adquirido muchos beneficios sociales y económicos que tienen los estados de la Nación y que son de gran ayuda económica a la clase media y pobre de Puerto Rico. Entre estos: Medicare, Medicaid, Seguro Social, Pell Grants y Asistencia Nutricional (PAN). Los residentes de repúblicas alrededor nuestro no los tienen, pero para nosotros son un derecho porque somos ciudadanos americanos. Algunos fanáticos o ignorantes creen que estos beneficios vienen del ELA porque así se nos ha ‘vendido’. No obstante, estos beneficios federales también se pueden perder si seguimos arriesgándonos al mantener la colonia llamada Estado Libre Asociado. Es un riesgo que no podemos continuar corriendo ya que tarde o temprano llegará el día que Estados Unidos tomará una decisión unilateral, por presiones políticas internas o externas, que nos podría llevar a un status permanente como la Independencia que muy pocos puertorriqueños quieren.

Muchos puertorriqueños y sus hijos han emigrado a Estados Unidos y gozan de todos los beneficios de la Estadidad y la gran mayoría nunca vuelve a Puerto Rico… por algo será. Ahora tenemos la gallina de los huevos de oro en nuestras manos ¿qué esperamos para decidirnos?

Pueden decir que no estoy considerando la parte emocional o ideológica de algunos puertorriqueños que le dan mayor valor a las tradiciones y cultura india, española y africana que nos precedió y que está latente en menor o mayor grado en nosotros, pero nada más lejos de la verdad. Esa cultura no la vamos a perder al ser parte integral de Estados Unidos de América. Allí residen muchos inmigrantes con diferentes culturas e idiomas que siguen gozando de sus tradiciones y cultura, pero con los beneficios económicos que no tenían en sus respectivos países. Obviamente, tienen que aprender el idioma inglés, que es el idioma común en Estados Unidos, así como la lengua mundial del comercio y la tecnología. Pero en su entorno, seguirán hablando su propio idioma y muy paulatinamente, estas culturas evolucionarán al punto que Estados Unidos se convierta en un país bilingüe en los próximos 30 a 40 años. Ya lo estamos viendo en Florida, Nuevo México, California y otros estados. El idioma inglés se mantendría para las funciones gubernamentales ya que vivimos en una nación con un gobierno federal, lo que preserva la unidad de la Nación. No obstante, casa estado tiene su propia soberanía con la dignidad de ser libre en todos los sentidos, según nos lo permite la Constitución de Estados Unidos.

En la vida hay tres factores importantes que todo ser humano aspira a tener. Estos son la salud física y mental, la seguridad económica y el amor, ya sea entre su novia, esposa, hijos, padres, amigos, etc. Si tenemos todo esto no cabe duda que seremos felices. La seguridad económica está íntimamente ligada a la seguridad política. Si no hay seguridad política no habrá seguridad económica. Esto es lo que nos pasa en el ELA o la colonia. No somos una nación ni miembros de una nación con todos los derechos y responsabilidades de esta lo que, aunque no lo aceptemos, nos hace sentir indignos y ciudadanos inferiores.

¿Qué esperamos para decidir? Está en nuestras manos. Aunque algunos digan que Estados Unidos no nos daría la Estadidad por nuestro idioma y cultura diferente, la realidad es que la Nación está evolucionando hacia una cultura hispana y necesita un estado hispano para mantener una mejor relación con los países de Latinoamérica.

Nuestra decisión final entre Estadidad e Independencia está más cerca de lo que creemos, pero el interés personal de algunos que tienen intereses contrarios a la Estadidad nos mantiene dormidos y minando nuestro bien común. Vamos a usar nuestro intelecto y no ser fanáticos por tradición. Votemos dando más peso a la razón que a la emoción para poder disfrutar de un futuro digno y progresista pensando en nuestros seres queridos que serán nuestros sucesores.

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