“El PPD ha mantenido durante las pasadas décadas un afán electorero desesperado con el objetivo de perpetuarse en el poder y de perpetuar nuestra actual condición colonial”.

Por: Adolfo Méndez Ríos  –  Autor y consultor

En fecha reciente se dio a conocer una situación vergonzosa que amerita un comentario contundente y el repudio de todo nuestro pueblo. Lo ocurrido le hace mucho daño al clima de inversión en nuestra isla y a la confianza y seriedad de los compromisos que pacta el gobierno de Puerto Rico con distintas empresas e instituciones.

Los representantes del Partido Popular Democrático, Jaime Perelló y Roberto Rivera, con la anuencia del candidato a la gobernación por el PPD, Alejandro García Padilla, usurparon el poder de la mayoría en la Legislatura al enviar cartas intimidatorias y amenazantes a ejecutivos de dos de las empresas interesadas en la administración y operación del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, como parte del Programa de las Alianzas Público-Privadas.

Lo primero que hay que señalar es que este caso no debemos verlo en forma aislada porque el Partido Popular Democrático y su liderato, en su afán por ganar elecciones para administrar la colonia, tiene a su haber un largo y oscuro historial de actuaciones mal intencionadas que le han infligido daños considerables y casi irreparables, al pueblo puertorriqueño.

El PPD ha mantenido durante las pasadas décadas un afán electorero desesperado con el objetivo de perpetuarse en el poder y de perpetuar nuestra actual condición colonial.

Desde la creación del ELA colonial, el liderato del Partido Popular se ha distinguido por su historial de tajureos y maquinaciones ante las altas esferas federales para descarrilar los esfuerzos del pueblo de Puerto Rico de liberarse del régimen colonial que limita nuestro progreso y que nos impide adelantar hacia un estatus político digno y permanente.

En el pasado han utilizado a escritores de los medios de prensa norteamericanos para empañar la imagen de Puerto Rico y de los puertorriqueños ante los ojos del pueblo estadounidense. En vistas del Congreso federal se han valido de cabilderos para desvirtuar la información que es objeto de discusión con miras a crear confusión y entorpecer los asuntos que conciernen al futuro de Puerto Rico ante ese alto foro federal.

En distintas ocasiones, han reclutado a los congresistas Nydia Velázquez y Luis Gutiérrez para que hagan el trabajo sucio de expresarse despectivamente sobre nuestra gente y llevar a cabo manipulaciones en el hemiciclo de la Cámara federal con el objeto de torpedear cualquier iniciativa descolonizadora.

El ELA es Peor de lo Peor

Todas estas acciones han contribuido a retrasar la solución de nuestro eterno dilema colonial. Pero, al mismo tiempo, le han hecho mucho daño a la imagen de Puerto Rico como un lugar atractivo para la inversión.

Durante el gobierno de Sila Calderón se creó un nefasto aparato de persecución conocido como el Blue Ribbon Committee, con el fin de criminalizar a varios contratistas y desarrolladores que participaron en muchos de los proyectos de infraestructura impulsados por la administración del exgobernador Pedro Rosselló. Desde ese comité surgió la idea descabellada de implosionar el coliseo José Miguel Agrelot ante la incapacidad de visualizar el éxito que representaría y que ha representado esta gran infraestructura pública. Los casos producto de estas investigaciones, presentados ante los tribunales de justicia se cayeron todos y le costaron millones al erario.

Bajo el gobierno de Aníbal Acevedo Vilá se decretó un cierre del gobierno que sorprendió a los sectores financieros, tanto locales como del exterior. Este cierre tuvo el efecto de colocar en el más bajo nivel de confianza las operaciones y compromisos del gobierno de Puerto Rico.

La más reciente acción en contra de los mejores intereses del pueblo de Puerto Rico ha sido la comunicación enviada por los representantes del PPD, Jaime Perelló y Roberto Rivera, a ejecutivos de dos de los consorcios internacionales que compiten para obtener el contrato de administración y operación del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín.

Estos dos representantes del Partido Popular cometieron la barbaridad de advertirles a los ejecutivos, Rafael del Pino, presidente de Ferrovial S.A, y a Fernando Chico Pardo, presidente del Comité de Adquisiciones y Contratos de Aeroportuario del Sureste, ambos oficiales de los consorcios en competencia, que serían investigados por la Legislatura, del Partido Popular ganar las elecciones del próximo 6 de noviembre.

Debemos imaginar la sorpresa desagradable que tienen que haberse llevado estos dos altos oficiales de dichas empresas, quienes de seguro siempre pensaron que en Puerto Rico se podía invertir y hacer negocios con el gobierno sin exponerse a intimidaciones e investigaciones posteriores.

Amigas y amigos lectores de EL VOCERO, estos son los estilos tradicionales de gobernar de Evo Morales en Bolivia y de Hugo Chávez en Venezuela. Estos no son los verdaderos estilos del sistema democrático que todos conocemos y defendemos, y por los que tanta sangre se ha derramado.

Esta situación confirma que por muchos años los peores enemigos de Puerto Rico han sido los propios líderes del Partido Popular. En todos los foros, tanto locales como del exterior, donde han tenido la oportunidad de entorpecer el progreso de nuestra Isla, dicho liderato ha desarrollado una política de menosprecio de nuestras instituciones y ha demostrado no importarle el daño que le hacen al clima de inversión en nuestra isla. Su único objetivo ha sido siempre ganar elecciones mediante la utilización de un discurso ofensivo, engañoso y mezquino que ha tenido el efecto de entorpecer y posponer el bienestar de nuestras familias puertorriqueñas.

Este caso de los representantes Jaime Perelló y Roberto Rivera debe movernos a la reflexión, porque es una prueba elocuente que ni a estos dos políticos, ni al alto liderato del Partido Popular, les importa afectar la estabilidad institucional y económica de nuestra isla, ni dañar la imagen de nosotros los puertorriqueños con tal de ganar unas elecciones.

Por eso, las elecciones y el plebiscito que se celebrarán el 6 de noviembre revisten suma importancia para nuestra isla. Por eso es que se necesita un voto contundente para cerrarle el paso a un liderato Popular irresponsable que no está pensando en el bienestar de las presentes y futuras generaciones y cuyo único objetivo es ganar las elecciones para poner en acción su proyecto soberano que eventualmente nos habrá de separar de los Estados Unidos. ¡ALERTA, PUERTO RICO!

Comentarios a: mendezrios@coqui.net

IgualdadWord-1.doc 239K   View   Download

YouTube – Videos from this email