Toda elección presidencial es importante, y cada una trae su particular controversia al mercado de los electores

Ahora que prácticamente se acabaron las vacaciones para muchos, es buen momento para recapitular algunos temas que definitivamente tendrán prominencia a nivel nacional e internacional en la segunda mitad de este año.

Elecciones Presidenciales y Congresionales: En menos de 100 días, nuestros conciudadanos que viven bajo la estadidad, tendrán la oportunidad de ir a las urnas y elegir a nuestro Presidente, a los congresistas de sus respectivos distritos, y en algunos estados, a sus senadores. Toda elección presidencial es importante, y cada una trae su particular controversia al mercado de los electores. Sin embargo, esta elección tiene profundas repercusiones en los aspectos fiscales y económicos de los E.E.U.U. En esta elección se enfrentan visiones diametralmente opuestas a la función del gobierno ante la delicada situación económica que vivimos. Por una parte y lo más inmediato en el horizonte es si nos iremos por el llamado barranco fiscal. Como hemos reseñado en este espacio anteriormente, al final de este año expiran una serie de incentivos contributivos combinados con unos recortes automáticos al presupuesto federal. A eso los economistas le llaman el barranco fiscal, pues se estima que de irnos por el barranco fiscal la economía se contraerá en no menos 3.9%, dejando un crecimiento neto de a penas un 0.5%. Por otra parte, muchas de las decisiones que históricamente se han pospuesto por ser antipáticas tendrán que atenderse en el próximo cuatrienio (recortes al Medicare, Medicaid y al Seguro Social, aumentos contributivos, y reducción de la deuda federal). Quienes resulten ganadores en las elecciones, y en qué condiciones (por ejemplo, no es lo mismo ganar con el Senado con una mayoría de 59 que con una mayoría de 60 por las reglas arcaicas de procedimiento parlamentario de ese cuerpo legislativo), determinará el enfoque que se aplique a estos asuntos.

Pierluissi y Obama

Crisis Europea: La crisis fiscal y económica en Europa continuará acrecentándose en lo que queda de año. Es muy probable que en los meses restantes de este año ya Grecia quede fuera de la Eurozona, ya que cada vez es más irrealista esperar que los griegos cumplan con los acuerdos contraídos con la comunidad financiera internacional, y como tal, es irrazonable esperar que se sigan enviando salvavidas temporales a una nación en quiebra. Además, Europa tiene problemas más serios que atender, problemas que atentan contra la mera existencia de la Unión Europea tal y como la conocemos. España e Italia (en ese orden) se juegan su solvencia económica si los mercados de capital no aumentan su confianza en las finanzas públicas de esos países. Y la manera en que los mercados de capital muestran su confianza es bajando los intereses que cobran por la deuda de esos países. Lamentablemente ha ocurrido lo opuesto, y tanto España como Italia están tomando prestado a las tasas de intereses más altas desde que se formó la Eurozona. Dada la magnitud del financiamiento que necesitan estos países en lo que queda de año (170 mil millones de euro), las tasas de intereses prevalecientes no son sostenibles ni a mediano plazo. Así las cosas, la Unión Europea o se reforma en una unión política y fiscal, o implosiona como una unión monetaria y económica. Aunque eso no ocurra en lo que queda de año, sí veremos por cuál de estos senderos el liderato político europeo caminará.

Reforma de Salud Federal: Ya que la ley que creó la reforma de salud federal, la mal llamada Obamacare, ha sido declarada constitucional por el Tribunal Supremo federal, ahora comenzaremos a ver su implantación, y las consecuencias de esa implantación. Para efectos del pueblo, poco se ha discutido sobre las repercusiones de esta reforma de salud federal. Esto obedece a varios factores, entre ellos, la demagogia que ha rodeado el debate político, y más importante aún, la incertidumbre sobre cómo reaccionará la economía a los cambios dramáticos que conlleva el Obamacare. Hasta la eventual derogación de la reforma de salud que prometen los republicanos si ganan una mayoría en el Senado y la Presidencia conlleva consecuencias no previstas.

Los asuntos resaltados aquí tendrán profundas repercusiones en nuestras vidas aquí en Puerto Rico. Como de costumbre, esperamos poder tener salud para examinarlas y discutirlas en este espacio bajo la nueva etapa que comenzó El Vocero esta semana. ¡Que para bien sea!