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WASHINGTON – Si algo ha caracterizado la vida política de Barack Obama es la voluntad para romper con los estereotipos.

Barack

Es el primer presidente de origen afroamericano y ha advertido – en estos tiempos – que reconoce lo complicado de llamarse Barack Hussein Obama.

Hijo de un hombre negro de Kenia y una mujer blanca del estado de Kansas, Obama fue criado por sus abuelos maternos en Hawai, donde nació.

En uno de sus más notables discursos, sobre el debate racial en Estados Unidos, Obama – graduado de la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard – afirmó que ha asistido a las mejores escuelas estadounidenses, pero también ha vivido en uno de los países más pobres del mundo, Indonesia.

“Tengo hermanos, hermanas, sobrinas, sobrinos, tíos y primos de cada raza y cada matiz, dispersos por tres continentes. Por el tiempo que tenga vida, nunca olvidaré que en ningún otro país en la Tierra mi historia es posible”, dijo Obama en mayo de 2008.

Su primer trabajo fue como organizador comunitario. Pero, comenzó su carrera política como senador estatal en Illinois.

En momentos en que también era conferenciante de la Universidad de Chicago, tuvo lo que se considera su mayor error político: el reto que le hiciera en 1999 al congresista Bobby Rush, un demócrata afroamericano que ha representado su distrito desde hace dos décadas y estuvo vinculado al movimiento de las Panteras Negras.

Aquella experiencia denotó la impaciencia y la confianza de Obama – quien cumplirá 50 años en agosto – como político. Rush le dio una pela.

“En cierto sentido, (aquella campaña fue) el Pantera Negra contra el profesor. No es por darle un golpe a Obama, pero correr desde Hyde Park, ese pequeño bastión académico, esa comunidad blanca del sur (de Chicago)… fue extraño que tomara esa decisión”, dijo septiembre de 2007 a The New York Times Eric Adelstein, un consultor de medios, cuando Obama – con sólo dos años en el Senado federal y después de darse a conocer por un impresionante mensaje en la convención presidencial demócrata de 2004 –  comenzaba a buscar la candidatura a la Casa Blanca, lo que entonces parecía otra quimera.

Obama ganó el escaño en el Senado federal, por Illinois, en 2004, después de desplomarse la candidatura del aspirante demócrata que era a todas luces el favorito, Blair Hull, debido a un escándalo familiar.

Con sólo dos años en Washington, decidió aspirar a la Casa Blanca.

Contra todos los pronósticos y en una de las primarias presidenciales más reñidas, Obama superó cerradamente a Hillary Clinton – la gran favorita – y obtuvo en el verano de 2008 la candidatura demócrata a la Casa Blanca.

Prometiendo dar un mejor acceso a la salud, acabar con la guerra de Irak y lograr una reforma de las leyes de inmigración en el primer año de su gobierno, Obama venció cómodamente en noviembre de 2008 al republicano John McCain, quien trató en vano de suavizar el enojo del país con el gobierno de George W. Bush.

Su extraordinaria oratoria y su capacidad para conectar con la juventud le ayudaron a cosechar votos en momentos en que el país estaba harto de las guerras y la economía ya estaba en picada.

En la Casa Blanca, Obama  ha gobernado desde el centro, aunque algunos – sobre todo los republicanos  – han tratado de caracterizarlo como un demócrata más liberal de lo que verdaderamente es.

“(Obama) es un presidente con una visión extraordinaria, que incluye a todos y que se ha enfrentado a una época sumamente difícil”, dijo Cecilia Muñoz, quien de activista hispana, como alta funcionaria del Concilio Nacional de La Raza, pasó en enero de 2009 al equipo de Obama, en calidad de directora de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales de la Casa Blanca.

Para Muñoz, quien es copresidente del grupo interagencial de la Casa Blanca sobre Puerto Rico, Obama se centra en los temas grandes, “pero entiende muy bien los detalles” de los asuntos que maneja.

El congresista Luis Gutiérrez, demócrata por Illinois y quien le ha criticado por no ser más agresivo en el debate de inmigración, ha resentido que Obama “haya dejado de escuchar” y desde la Casa Blanca se dedique en ocasiones a hablar como si fuera el maestro.

Para el republicano Paul Ryan, presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, cuando Obama comienza a hablar por largo tiempo en reuniones con miembros del Congreso es que está inseguro.

Muñoz, cuya oficina está en la misma Casa Blanca, difiere de esos análisis. “(Obama) escucha más de lo que habla. Consulta a sus asesores y eso le ayuda a tomar decisiones”, dijo.

En su primer libro, Obama recordó cómo se acercó a la comunidad puertorriqueña de Nueva York cuando estudiaba en la Universidad de Columbia.

“Ha estado dos veces en Puerto Rico y conoce bien la comunidad puertorriqueña en Chicago. Obama entiende que cada parte de este país es importante”, dijo Muñoz, en una entrevista con El Nuevo Día.
Para el congresista José Serrano, aunque a veces los liberales como él resienten que Obama se torne demasiado moderado, debe tomarse en cuenta “lo difícil que es gobernar con una agenda totalmente liberal”.

Serrano, demócrata boricua elegido por un distrito del condado neoyorquino de El Bronx, considera que a fin de cuentas la trayectoria de Obama “a veces es imposible de creer”. “Ha triunfado gracias a su disciplina – dijo-, pero nunca creí que iba a ver un presidente afroamericano”.