Un cambio de postura realza la postura de un gobernante y desluce al contrincante

Johanne Vélez García

Abogada

El tema de la enmienda constitucional para limitar el derecho a la fianza se debería analizar desde la perspectiva de la realidad. La realidad del Derecho, de la criminalidad, del proceso judicial y de las partes afectadas, persona acusada y víctimas del crimen. Sin embargo, la entremezcla de la política partidista y la campaña electoral salpica la discusión pública matizando los argumentos y las posturas de política pública. Esa es la única razón por la que me puedo explicar cómo un cambio de postura realza la postura de un gobernante y desluce al contrincante.

El Gobernador de Puerto Rico propone y avala la enmienda constitucional como herramienta discrecional en ciertos casos de asesinato, repudiados por todos los sectores de la sociedad. Esta no era su posición original, pero responde a una realidad social que enfrentamos como Pueblo y responde directamente al reclamo de familiares, víctimas del crimen que claman por acción. Al otro lado de la discusión, intentando distinguirse, el Presidente del PPD y candidato a la gobernación se oponía a la enmienda constitucional. Ahora de repente, luego de aprobada la medida para la celebración de un referéndum, anuncia que favorecerá con su voto la enmienda constitucional. Al así hacerlo, desata una ola de críticas y cuestionamientos sobre su capacidad y liderato. Podríamos pensar que son trayectorias similares, por lo que escuché ayer a algunas personas decir livianamente que era lo mismo, pero no. Eso también es parte del entremezcla que tenemos con la campaña política.

El balance para Luis Fortuño en cuanto al referéndum de enmienda constitucional para limitar el derecho a la fianza es positivo. Presenta sus argumentos de manera efectiva y clara, transmitiendo convencimiento en sus palabras. La mayoría de nuestra población reconoce el mérito y respalda esta iniciativa. El balance para Alejandro García Padilla en cuanto al mismo tema, es negativo. Le corresponde continuar explicando y justificando un cambio de postura que no inspira convencimiento, ni confianza. ¿Saben por qué? Por no deslindar a tiempo el tema y su relevancia de las estrategias de campaña política. Ahí radica la génesis del aguacero de críticas negativas que le ha caído sobre sus hombros.

Restando unos seis meses para la celebración de las elecciones generales, el reto del Gobernador de Puerto Rico sigue siendo uno de comunicación efectiva. Destacar las iniciativas exitosas de la Administración, enfocar en la multiplicidad de logros y responder a las prioridades del electorado, a la vez que atiende las campañas de consulta y status, serán fundamentales en su gestión diaria. En ese mismo plazo, el reto de García Padilla sigue siendo el demostrar capacidad suficiente. Suena duro, pero no lo comento con ánimo de ofender, sino porque responde a las inquietudes palpables en la discusión pública. En tanto y en cuanto pueda superar esa percepción, la contienda política se tornará en una de mayor profundidad y beneficio para el Pueblo. Por ahora, en esta entremezcla de asuntos de política pública y de campaña política, en lo que respecta a la enmienda constitucional para limitar el derecho a la fianza, gobernador Luis Fortuño, apúntese otra a su favor.