“Los ataques de la Prensa imperial y el PPD contra los candidatos del PNP ha sido exactamente el mismo”

El laberinto del Estado Libre Asociado es uno donde la historia se repite y se repite elección tras elección con bochornosa precisión, para que nunca ocurra nada y nadie pueda salir. El libreto de ataques de la Prensa imperial y el PPD contra los candidatos del PNP ha sido exactamente el mismo con variaciones de personaje. A mí me gusta siempre mirar atrás en la historia para calibrar la realidad contemporánea. Me retrotraigo al 2000 y al 2004:

En septiembre del año 2000, la Prensa imperial criticaba el inicio de operaciones del Superacueducto condenando el “alto costo” de construcción. La Prensa imperial también la emprendía en contra de la compra de 5 mil computadoras ‘laptops’, criticaba el desarrollo del Puerto de Ponce, el voto presidencial y la inversión de $4M en el proyecto de El Caracol. Los chismólogos de la época sacaban a la luz pública facturas de compra de vídeos pornográficos por el entonces legislador Ángel Cintrón. Eduardo Bhatia acusaba a Jorge Santini de haber aprobado el primer contrato de Yamil Kourí en el primer debate por la Alcaldía de San Juan. En agosto 10, El Nuevo Día había editorializado: “Vivimos el peor momento de la corrupción en la historia de Puerto Rico”. Pedro Rosselló, por su parte, los acusaba de ser “el periódico más corrupto de la historia” y de fabricar casos y promover los intereses económicos de sus dueños.

Sila María Calderón se hizo acompañar del abogado Richard Copaken y prometió a cinco semanas de las elecciones que sacaría la Marina en 5 días con pruebas de la “vibroacústica”. Los Populares marchaban y se dejaban arrestar en desobediencia civil por la presencia de la Marina en Vieques. Por otro lado, en la Corte federal se ventilaba la vista de desaforo contra Aníbal Acevedo Vilá por haber difamado y acusado falsamente a Carlos Romero Barceló.

Los debates sobre la corrupción y sobre la salida de la Marina de Vieques lograron virar una ventaja de 5 puntos en las encuestas a favor de Pesquera y derrotaron al PNP. La tasa de desempleo rondaba entonces el 10%, el más bajo en 30 años, con una tasa de participación de 46%. La Prensa y las fuerzas colonialistas hicieron papillas el mejor gobierno desde los años 60. El resto es historia.

Hacia finales de agosto del 2004, las encuestas tenían a Pedro Rosselló con una ventaja de 43% a 34% sobre Aníbal Acevedo Vilá. El galeno parecía que iba a revalidar ante un gobierno colapsante de Sila Calderón y una economía en contracción. AAV estaba bien atrás en las encuestas, hasta que la Prensa imperial volvió a ejecutar su libreto y hacer majarete el candidato del PNP. Los periódicos de las empresas Ferré Rangel emplazaron sus cañones contra el retador:

Cuestionaron los donativos políticos de Rosselló; filtraron rumores de que Héctor O’Neill era tarjeta de una investigación federal; criticaron el chisme como noticia y cuestionaron la credibilidad de La Comay. Las historias fabricadas contra Rosselló eran la orden del día: Que si se había comprado una mansión en Virginia con dinero robado; que si había trampeado su contribución sobre ingresos; que si se había robado la pensión. Tres años después de convicto Víctor Fajardo, la Prensa comenzó a ‘refritear’ los viejos escándalos de la administración Rosselló.

Bhatia, por su parte, sugería que Santini era usuario de drogas y patrocinador de armas. Los periódicos se hicieron eco de que Santini tenía un “miniarsenal” y una colección de armas. Los federales, por su parte, filtraban información sobre deliberaciones de un Gran Jurado, de una querella presentada por el Blue Ribbon sobre un alegado fraude en el Fondo de Incentivos Industriales dirigido por Xavier Romeu, que la Prensa tildó de “millonario traqueteo”. Los periódicos Ferré Rangel aseguraban que irían presos: Rodríguez-Ema, Díaz Saldaña y la plana mayor del Gabinete económico de Pedro Rosselló. La investigación nunca llegó a nada. Era otro de los casos fabricados por el Blue Ribbon.

Primera Hora, por su parte, alegaba que los funcionarios que aprobaban la pensión de Rosselló eran “atornillados”. Durante los meses de septiembre y octubre, los temas de la llamada ‘Pensión Cadillac’ y de los ‘amigos de Rosselló; docenas de personas imputadas por la Prensa imperial como corruptos que nunca fueron procesados ni encausados, fueron víctimas colaterales de ese fuego cruzado. Esa agenda destructora aglutinó para el PPD, al final de la campaña, las fuerzas separatistas que hacían un grito desesperado por el voto melón. Los que hoy corren por el MUS y que endosan en concubinato candidatos Populares, apoyaron al corrupto AAV.

Rosselló perdió la elección. Corrijo. El Tribunal Supremo Popular se la robó. La Prensa imperial ejecutó el trillado libreto de siempre, probando una vez más que son dueños y señores del espectáculo de esta cochina mediocracia colonia. ¿Se repetirá el laberinto nuevamente?…