Todo militante de la moralista especie ‘Colonialistus Nacionalistus Popularius’, aunque no sepa porque, tiene la religiosa misión de ser antiestadista, y de pomposamente cuestionar los niveles de vida de Estados Unidos (son resultado de una neurosis explotadora explican), y a sus instituciones. Especialmente los partidos políticos, y si se trata del ‘Grand Old Party’ (Republicano), más aun.
La Convención Republicana estratégicamente celebrada la pasada semana en Tampa los desajustó bastante, provocando agudas dosis de estridencia. Sectores de la Prensa, por afinidad a esa especie trataron de minimizarla. Imagínense en ella a Fortuño, digan lo que digan, envidiosamente sus enemigos, tuvo un merecido protagonismo. Gracias a que su administración superó una larga recesión, logró una mejoría del crédito estatal, bajó las contribuciones y disminuyó casi a cero un déficit público que hace tres años era mayor que el de un país quebrado, cuyo gobierno –contrario al de Fortuño– no hizo lo correcto: Grecia.
Durante los días de la Convención muchos ‘medios’ locales dieron más relieve a la celebración de Miss Universe Puerto Rico. Pero, seamos comprensivos. Se trata de uno de los más profundos pilares del agotado y colonial Estado Libre Asociado, estatuto que abierta o secretamente defienden los Naciona…listos. Y ni hablar de la ‘indignación’ que manifestaron algunos de ellos, como Cox Alomar, que aunque sabe que es mentira sigue repitiendo por doquier, con la misma frecuencia que dice que estudió en Oxford –o sea diariamente– que la señora Fonalledas fue abucheada en rechazo a la Estadidad. ¡Falso, contra ella no hubo ningún abucheo y la Estadidad se mantuvo en la plataforma republicana!
Esta semana se está celebrando en Charlotte la Convención Demócrata; en la que se ha ratificado el compromiso de respetar y diligenciar el resultado del plebiscito de noviembre. Allí, aunque no se sabe para qué rayos, está el senador García Padilla, héroe de cierto separatismo de clóset que por lo bajo, para “desarrollar el ELA”, respalda un tipo de independencia llamado ELA Soberano, votará por ella y sueña con que AGP sea gobernador para –a partir de enero– encaminarla por medio de algo llamado Asamblea Constituyente, en la que habrá patrióticos invitados de honor como los pintorescos Luis Gutiérrez y Tito Kayak. De seguro Alejandro, aunque no crea en votar por el Presidente, por haberse comido un importante (e histórico) sándwich junto a Obama, está listo para presentar en la Convención su…indescriptible… discurso. Eso sí; nadie sabe a favor o en contra de qué.
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