“Los que valoramos nuestra ciudadanía americana y las protecciones sociales que nos provee no nos llamemos a engaño”

Es importante que los que valoramos nuestra ciudadanía americana y las protecciones sociales que nos provee no nos llamemos a engaño. De ganar la opción del ELA Soberano en la segunda pregunta del plebiscito, le estaríamos enviado el mensaje al Presidente y al Congreso que deseamos separarnos políticamente de Estados Unidos aunque ello conlleve perder nuestra ciudadanía americana y las consiguientes protecciones sociales que la acompañan, para luego entrar en negociaciones con ellos en vías de lograr un tratado de asociación política. Ello conllevaría la pérdida abrupta de prácticamente toda la red de seguridad social federal con la que actualmente contamos o el equivalente a la pérdida $14.2 billones en fondos federales anuales.

Del total de los $14.2 billones anuales en fondos federales que dejaríamos de recibir con la Independencia (asociada o no): $3.5 billones corresponderían a la pérdida de los beneficios de Medicare, pues este programa no paga por servicios en el extranjero; $545 millones por la pérdida de beneficios a los veteranos, pues los servicios médicos a estos fuera de Estados Unidos no están cubiertos; $900 millones menos en beneficios de Medicaid; $2 billones menos para el Programa de Asistencia Nutricional; $985 billones menos en becas Pell y $1.4 billones menos para Educación entre otras partidas.

Solo podríamos retener alrededor de $7.2 billones del total de $21.4 billones que recibíamos en el 2009 en fondos federales. Estos $7.2 billones que podríamos retener serían por concepto de beneficios de Seguro Social para los jubilados, incapacitados y familiares sobrevivientes que ya los reciben y por concepto de incapacidad, retiro y mesada de los exempleados federales que opten por quedarse residiendo en Puerto Rico.

Sería un golpe devastador para todos, sobre todo para lo puertorriqueños pobres y de clase media. Los salarios promedios se vendrían al piso por la gente no contar ya con una red de seguridad social federal que los proteja de los vaivenes del mercado. Experimentaríamos un profundo deterioro en nuestra calidad de vida y un incremento sustancial en nuestros niveles de pobreza absoluta.

El que quiera optar por tal sacrificio por la patria, se encuentra en todo su derecho. Pero que lo haga con conocimiento de causa y no bajo engaño.