“Todos los economistas, científicos políticos, financieros y peritos de administración pública saben lo que hay que hacer”

Un hábil gato hacía tal matanza de ratones, que apenas veía uno, era cena servida. Los pocos que quedaban, sin valor para salir de su agujero, se conformaban con su hambre. Para ellos, ese no era un gato, era un diablo carnicero. Una noche en que el gato partió a los tejados en busca de su amor, los ratones hicieron una junta sobre su problema más urgente.

Desde el principio, el ratón más anciano, sabio y prudente, sostuvo que de alguna manera, tarde o temprano, había que idear un medio de modo que siempre avisara la presencia del gato y pudieran ellos esconderse a tiempo. Efectivamente, ese era el remedio y no había otro. Todos fueron de la misma opinión, y nada les pareció más indicado.

Uno de los asistentes propuso ponerle un cascabel al cuello del gato, lo que les entusiasmó muchísimo y decían sería una excelente solución. Solo se presentó una dificultad: ¿quién le ponía el cascabel al gato?

– ¡Yo no, no soy tonto, no voy!

– ¡Ah, yo no sé cómo hacerlo!

En fin, terminó la reunión sin adoptar ningún acuerdo.

Moraleja: Nunca busques soluciones imposibles de realizar.

Autor: Esopo el fabulista

Esta fábula sirve para ilustrar el gran reto que tienen el presidente Obama y el Congreso para atender los asuntos fiscales apremiantes antes de mediados de diciembre. Dichos asuntos fiscales apremiantes son: (1.) evitar que una serie de impuestos entren en vigor a partir de enero próximo, y (2.) aumentar el margen prestatario del Gobierno federal.

AGP/PPD es Volver al Desastre del pasado

Estos asuntos son apremiantes porque el primero tiene el potencial de causar una recesión a una delicada y débil economía que a penas da sus tímidos pasos hacia el crecimiento. El segundo asunto –aumentar el margen prestatario federal– es vital para mantener el funcionamiento del Gobierno federal, al cual le quedaba dinero para operar hasta fines de diciembre. De hecho, en términos de margen prestatario disponible, a E.E.U.U. solo le quedan $154 mil millones. Esos retos fiscales son el equivalente del gato en la fábula.

Todos los economistas, científicos políticos, financieros y peritos de administración pública saben lo que hay que hacer. De hecho, lo saben los políticos también (no voy a hacer la analogía a los ratones de la fábula por respeto a los ratones). Es sencillo: bajar gastos y aumentar recaudos vía aumento de impuestos y crecimiento económico. Cualquier solución al reto fiscal va a requerir una combinación de todas las anteriores. Esto significa que habrá que reducir gastos en las partidas que más afectan el déficit presupuestario, tales como Medicare y Medicaid. También significa que habrá que aumentar recaudos vía aumento de impuestos, ya sea aumentando las tasas contributivas o eliminando deducciones, exenciones y créditos contributivos.

En fin, las verdaderas soluciones ya han estado sobre la mesa desde hace tiempo. Es  decir, ya tenemos el cascabel de la fábula. Ahora falta, ¿quién le pondrá el cascabel al gato? Ahora falta que los políticos asuman la responsabilidad de implantar las medidas que verdaderamente hagan frente al reto fiscal federal. Está en manos de ellos demostrarnos que hay otra moraleja a la fábula: lo imposible de la solución está en lo que definimos como posible. El Presidente y el Congreso pueden redefinir lo posible si lo quieren. Por el bien de todos y todas, así sea.

Twitter @YesefY