“Esta nueva modalidad es peligrosísima, porque los verdaderos enemigos de la libertad de expresión y prensa no dan cara”

El año 2012 no es el año del fin del mundo, pero ciertamente ha sido la jornada anual más terrible para las libertades de expresión, opinión y prensa desde el 1997, cuando la administración Rosselló pretendió castigar las líneas editoriales adversas de los periódicos Ferré Rangel recortándoles los anuncios del gobierno.

Hay unas diferencias básicas. En el año 1997 la comunidad periodística, el gremio y todos los medios bajamos tajantemente en contra del intento de castigo por una línea editorial adversa al oficialismo. Los que valoramos las libertades de expresión y prensa en una democracia, criticamos entonces el burdo intento de mordaza gubernamental. Hace15 años habían unos principios sagrados que nos unían, no importa las ideologías y las preferencias editoriales. Entonces, se entendía que un ataque a la libertad de uno, era un ataque en potencia a los otros. Acción más reprochable e intolerable, si venía dirigida por la prepotencia de un gobierno de turno.

Aquella guerra contra la libertad de prensa se ganó. Pero aquel momento de tolerancia, de civismo y de respeto desapareció con los estilos de persecución, revanchismo y limpieza ideológica que se acrecentaron con la llegada de Sila Calderón y Aníbal Acevedo Vilá al poder. Ahí están mis recuentos de los años de la segunda mordaza contra enemigos del régimen fijados para la historia. El poder decimado del PPD y su alta dependencia en mogollas electorales con la izquierda vegetariana para ganar elecciones, incrementó los niveles de intolerancia. Si bien es cierto que el advenimiento de las redes sociales diversificó y masificó el manejo, análisis y difusión de noticias, no es menos cierto, que esas mismas redes sociales han incrementado también la crispación del debate y la intolerancia social que producen muchas veces insultos, ofensas y estilos del pozo muro.

El año que cierra se distingue del 1997, en que ahora las mordazas vienen del sector privado hacia el sector privado y que en el proceso, la feroz competencia entre medios y la desaparición de verdaderos consensos sociales compartidos por mayorías abrumadoras de la población, ha puesto en un mayor riesgo las libertades de la difusión y discusión de ideas que tanto valoramos. Esas nuevas mordazas, que dividen inclusive a periodistas y medios, son mucho más peligrosas y mucho más mortales que las mordazas que provienen de gobierno y que pueden ser combatidas de forma efectiva en los tribunales donde hay todo un cuerpo de jurisprudencia constitucional que protege esas libertades.

Tres fenómenos marcan la privatización de las mordazas. En primer lugar, la guerra sucia competitiva entre el Grupo Ferré-Rangel, en alianza con el entrante gobierno del PPD y sus esfuerzos para criminalizar, acallar y destruir la competencia de EL VOCERO con líneas editoriales diametralmente opuestas. En mi serie Guaretos Inquisidores, describí con lujo de detalles los inicios de esta nueva mordaza, en la que un competidor privado apuesta y explota sus endosos y protección editoriales a un partido en particular y cuando llega ese partido al poder, conspiran para pasar factura, investigando criminalmente y discriminando contra el enemigo común de línea editorial fiscalizada. Ese es el fenómeno de la guerra sucia desatada contra EL VOCERO.

La segunda vertiente es el reciente boicot al programa de La Comay, gestado por la misma coalición, orquestado y timoneado desde las agencias de publicidad con lazos indisolubles al Partido Popular y al Grupo Ferré Rangel. El llamado al boicot sobre el cual los clubes de prensa han guardado un silencio colaboracionista, va a la yugular de la oxigenación de los medios y programas carpeteados por ellos. En vez de recurrir al gobierno para que sirva de verdugo, se utilizan de frente falsos grupos civiles, supuestamente indignados con el contenido de la expresión de los programas condenados, para amedrentar con boicot a los auspiciadores comerciales y quitarle el sustento y la viabilidad a tales programas. Esta nueva modalidad de mordaza privatizada es peligrosísima, porque los verdaderos enemigos de la libertad de expresión y prensa no dan cara, se esconden detrás de escudos de la ‘sociedad civil’, utilizan de forma clandestina su enorme poder entre las agencias de publicidad y los conglomerados mediáticos, para atacar anunciantes y asfixiar de forma depredatoria, totalitaria y sí, porqué no decirlo, monopolística, la fuente de ingreso de sus competidores que expresan opiniones, puntos de vista y líneas editoriales distintas.

La tercera vertiente de este nuevo totalitarismo mediático que ha brotado en el 2012, es el poder desmedido de las nuevas patrullas mediáticas que surgen o se fabrican –de forma no tan espontánea– en las redes sociales. Hoy día, cualquier grupúsculo manufacturado en la red que reciba la bendición y la atención de los monopolios periodísticos, magnifica y multiplica su mensaje un millón de veces para atacar opiniones, puntos de vista, programas y medios que divulgan ideas que le disgustan. Los hemos visto mil veces. Las patrullas del ‘lenguaje correcto’, la policía de la corrección política; los que usan de frente la excusa de la homofobia, el racismo, el machismo, los prejuicios por edad, por condición física e ideológica, para destruir aquellos que opinan distinto y cuyo lenguaje fichan de “ofensivo”, de “mal gusto”, o “de odio”.

Esos nuevos ‘vigilantes’ de la red cibernética y de los grupos sociales, al igual que los ‘bullies’ que llaman al boicot, son poderosos únicamente, porque el conglomerado totalitario, mediático político, realza sus mensajes en primera planas, los disfraza como la ‘voz del pueblo’ y los repite hasta la saciedad, titular tras titular envenenado, para asesinar reputaciones, destruir sus enemigos y llevar a la ruina a su competencia.

Indudablemente, la peste totalitaria, la intolerancia, la censura, la mordaza y las nuevas patrullas del odio y de los vigilantes de la corrección política colonial, son el peor legado de este fatídico 2012…

Dominan contra viento y marea

El personaje de “La Comay” y Héctor Travieso conducen el programa “Súper Xclusivo”.