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El menú que la primera dama ofreció al presidente Barack Obama fue rica limonada y unos polvorones rellenos de guayaba.

Pero el presidente no saboreó esos refrigerios porque, tras visitar la Mansión Ejecutiva, se fue directo para la panadería Kasalta, en Ocean Park, donde saboreó una medianoche en compañía del presidente del Partido Popular Democrático (PPD), Alejandro García Padilla, rival político de Luis Fortuño, el esposo de la primera dama.

La abogada aseguró ayer a El Nuevo Día que la colocación, en la página de internet de la Casa Blanca, de la foto del almuerzo de Obama con García Padilla no le quita el sueño. Tampoco el que el presidente no consumiera alimentos junto al gobernador Fortuño en el Palacio de Santa Catalina.

Allí, según había revelado Vela, María, la señora que trabaja en la cocina de La Fortaleza desde que Rafael Hernández Colón era gobernador, hace unos polvorones rellenos de guayaba «que son maravillosos”.

¿Cómo se sintió que Obama no comiera en La Fortaleza, pero sí con  García Padilla», se le preguntó.

«No le dimos importancia al asunto. La realidad es que nunca pretendí que el presidente comiera en La Fortaleza», dijo la primera dama, quien reconoce las medidas de seguridad que tienen estos altos funcionarios.

Indicó que durante la visita del personal de la Casa Blanca a la Mansión Ejecutiva tanto ella como Fortuño ofrecieron  su ayuda en lo que necesitaran pero «nos dijeron que no había necesidad».

Pero la medianoche de Kasalta no es la única escapadita culinaria del presidente. Las fotos que acompañan este artículo se le comiendo apasionadamente pizza, hot dogs y otras comidas pueblerinas. El presidente llegó a Puerto Rico cerca del mediodía, hora habitual de almuerzo en Puerto Rico y Estados Unidos.

No obstante, Vela dijo recordar que en la visita del vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, a La Fortaleza, éste tampoco consumió alimentos. La única agua que ingirió es la que le llevó el Servicio Secreto, quien sólo le permite al presidente consumir la bebida y comida que ellos traen consigo.

«Recuerdo que cuando nos visitó el vicepresidente estuve cerca cuando le pusimos una bandeja con una jarra y agua  y el vicepresidente no tocó nada de lo que allí se le puso. El ‘Secret Service’ le puso una botella de agua en el podio donde estaba y hasta que él no escuchó abrir la botella nueva no tomó agua. Yo estoy consciente que hay cuestiones de seguridad y no quería intervenir con eso», expuso Vela, quien catalogó la visita de Obama como una histórica y con significado a pesar de que este funcionario es demócrata y Fortuño republicano.

«Encuentro que para un gobernador republicano como Luis Fortuño tener la visita de presidente luego de 50 años habla muy bien de él. Me siento contenta y orgullosa no solamente como puertorriqueña, como esposa del gobernador, sino como republicana de haber tenido la visita del presidente, que como quiera que sea,  sigue siendo la persona de más alto rango en el mundo entero», dijo la primera dama.