¿QUE ES UN POLÍTICO?

El que sólo busque dinero o prestigio en política sufrirá grandes decepciones y frustraciones, pero si aspira a servir sinceramente para el mejoramiento de su Pueblo, recibirá grandes satisfacciones personales. El que disfruta el ayudar a otros, le agrada el dialogo, compartir las ideas para mejorar los asuntos públicos; desea persuadir a otros, quiere comunicar conceptos, educar, asumir responsabilidades sin necesitar el que nadie se lo agradezca. Ese sentir satisfacciones. El que se sienta inspirado a actuar cuando otros vacilan, y se toma la iniciativa aun a riesgo de su vida, prestigio, conveniencia o bienes personales por ir en busca de realizar el bien a otros, ese disfrutará de la política.

Se ha dicho que:

1. El político es un artista que actúa en busca del aplauso del público, pero para llegar a ser un artista que arranca aplausos del público, tiene que haber dedicado muchos años de práctica y sacrificios motivados por una fuerza interior, personal, individual. El artista personifica a otros; el político tiene que ser sincero y ser el mismo, con sus virtudes y debilidades humanas.

2. El político es un profesional de la política. Es posible que una persona pueda hacer de la política su ocupación y forma de percibir los ingresos necesarios para vivir, pero esto no es recomendable, porque la política es altamente cambiante. Una de las características esenciales del líder político es la sinceridad, por lo tanto su posición varia, de acuerdo a las circunstancias, no pudiendo depender de la política para subsistir. Así pues, el político debe participar en política como una actividad importante en su vida, pero no como su forma de subsistencia.

3. El político no es honrado, nada más falso en el Puerto Rico de hoy. El que participa en posiciones políticas lo hace como en una vi ­ trina, a la vista de la incisiva prensa, la inquisitiva oposición y la critica vertiginosa de sus propios compañeros. Es más fácil l ser deshonesto en cualquier otra ocupación que participando en política. No es que los políticos sean perfectos e inmaculados, pero es que en política se magnifican tanto las virtudes como los defectos de las personas. El que actúe deshonestamente se arriesga a cometer un error inaceptable por el cual bien pronto habrá de confrontársele en la prensa, radio, televisión y los Tribunales. Nadie le respalda, porque quien traiciona la oportunidad de servir que la han dado miles de electores sinceramente, no puede pretender que se destruya todo el Partido por su culpa. Sea quien sea, el político puede cometer errores de buena fe, pero nunca de mala fe. Se le soportan imperfecciones humanas pero nunca la deslealtad, ingratitud, indiscreción, deshonestidad, o negligencia crasa.

4. El político es un idealista, pero con los pies puestos en la tierra porque la política es el arte de lo posible. Es necesario el idealismo para reforzar la fuerza interior que impulsa al político, pero también le hace falta el frío razonamiento práctico para realizar sus aspiraciones. Se re­ quiere conciliar ambos, no siempre son in­ compatibles y cuando llegaran a serlo es necesario decidir por lo primero.

5. El político es un loco, poeta y soñador. Hay un poco de eso, pues para el empeño, sacrificio, dedicaci6n y esfuerzo que se requiere en política, algo de ello se necesita.

6. El Político cambia cuando llega a Posiciones importantes, esto le sucede a todo el mundo, pero aquellos que no están conscientes de ello se llenan de arrogancia y se pueden alejar del pueblo que les dio la oportunidad de servir. El político tiene que estar consciente de que el poder corrompe, malcría; que los aduladores son el peor peligro de los líderes. Que se debe tratar a aquellos que se encuentre en el camino subiendo, porque igualmente le trataran cuando baje, que siempre es demasiado pronto.