Lo primero que impresiona de Carlos Romero Barceló es que, a sus 80 años, sigue en su incesante lucha por la descolonización de Puerto Rico y por la conquista de los derechos civiles que carece el Pueblo. De todos los expresidentes y exgobernadores del Partido Nuevo Progresista, él y Luis Ferré son los únicos que se han mantenido siempre con la llama viva de su ideal.
Y ahora acaba de salir su tan esperado libro; Carlos Romero Barceló: una vida por la igualdad, a presentarse el próximo miércoles, 19 de diciembre, en el Antiguo Casino de Puerto Rico. Texto a dos voces distribuido en orden temático y desarrollado mediante entrevistas que le hace el periodista Antonio Quiñones Calderón, y de suma importancia para entender un período tan importante de la historia de Puerto Rico, como fueron los años de 1967 a 1984; crisis políticas, vientos de cambios, viajes del plebiscito a La Fortaleza, binomio Muñoz y Sánchez Vilella, son algunos títulos de textos que distintos autores han usado para describir estos años.
Cuando Carlos Romero Barceló se convierte en el líder indiscutible del movimiento estadista comienza a entronizarse en la palestra pública el discurso anticolonialista más feroz que se ha desarrollado en la historia de Puerto Rico. Porque el discurso se entronizó desde el poder mismo y dirigido hacia la metrópolis por una persona cuyas ideas políticas, como una brújula precisa, son la de convertir a Puerto Rico en el estado 51 de la Nación. Esto llevó, hace unos años, a un amigo independentista calificar a don Carlos como “el Pedro Albizu Campos del movimiento estadista”. Y provocó, también, que Washington se incomodara más con “los ataques de Romero que Puerto Rico es una colonia que los ataques viscerales de Fidel Castro” en Naciones Unidas. (Véase Exiting The Whirlpool: U.S. Foreign Policy Toward Latin America and the Caribbean).
Aunque los temas de este primer tomo son muy variados, pues van desde el plebiscito de 1967, pasando por la extensión del salario mínimo, entre otros, hasta las nauseabundas vistas del Cerro Maravilla que se caracterizaron más por la destrucción del hombre por el hombre, lo que llama la atención del texto es el tema de la isla municipio de Vieques y la Marina de Guerra de Estados Unidos, pues se evidencia el feroz anticolonialismo de este líder que, como gobernador de una colonia, se atrevió a retar a una de las ramas de la Fuerzas Armadas del imperio más poderoso de la Tierra, demandándola en la jurisdicción federal.
Durante su primer cuatrienio Carlos Romero Barceló se percató de lo abusivo que eran las prácticas militares de la Marina para los pescadores de Vieques. En variadas reuniones con los pescadores de la Isla Nena, don Carlos se percata de un hecho irrefutable: el que ama el mar, ama la libertad. Y en reuniones sostenidas con los principales funcionarios del cuerpo castrense americano se percata, de inmediato, que estaban engañando al Pueblo de Puerto Rico y a su Gobierno, porque las promesas hechas nunca las cumplieron.
Por eso, el gobernador Carlos Romero Barceló demandó a la Marina en la Corte de Distrito federal en Puerto Rico, que es como demandar al Presidente de Estados Unidos, y ganó ese primer asalto. Luego, la misma Marina decidió no apelar a Boston e inició una serie de conversaciones con el Gobernador para llegar a unos acuerdos y firmar un Memorándum de Entendimiento para beneficio de los viequenses. En la colonia, irónicamente, don Carlos demostró que, como dijo Luis Muñoz Rivera, “la fuerza está en el país”. Sin embargo, el Memorándum de Entendimiento no pudo concretarse de manera cabal. La administración siguiente, la de Rafael Hernández Colón, optó por hacer caso omiso y no darle curso, y al final sucedió lo que ya es historia; la trágica muerte de David Sanes.
En la campaña de 1984 Carlos Romero Barceló inserta un nuevo elemento; el Estado Hispano, y establece que Puerto Rico como estado convertiría a Estados Unidos en un país multicultural y bilingüe ‘de jure’, pues ya lo es ‘de facto’. Con esto coincidiría en el tiempo con Nathan Glazer; Ethnic Dilemmas: 1964-1982 y We Are All Multiculturalists Now, y de Ilan Stavans, Hispanic Condition: The Power of People y Latino U.S.A.
Este importante libro es la divulgación de cómo uno de los más grandes líderes puertorriqueños vio la historia como actor desde su ahora posición de espectador. Es lectura obligada.
Comentarios a: marioramosmendez@yahoo.com
Washington – El Dr. Hernán Padilla, presidente de Igualdad, organización no
partidista que promueve la estadidad para Puerto Rico, dio la bienvenida hoy a
los nuevos aliados de la causa estadista en Washington, el Latino Partnership
for Conservative Principles y al renombrado activista conservador, Grover
Norquist.
Padilla y el ex Gobernador de Puerto Rico, Luis G. Fortuño, acompañaron a
Norquist y a Alfonso Aguilar, director del Latino Partnership for Conservative
Principles, en una conferencia de prensa en el National Press Club donde
anunciaron el lanzamiento de un nuevo frente de apoyo en la lucha por la
estadidad de Puerto Rico.
“Nos unimos al Latino Partnership for Conservative Principles y al amigo Grover
Norquist, en este llamado a la Casa Blanca y al Congreso, para que actúen a
resolver el problema del estatus político de Puerto Rico”, expresó Padilla,
quien reiteró su exhortación al presidente Barack Obama, para que incluya el
tema de Puerto Rico en su próximo Mensaje de Estado al Congreso, programado para
el 12 de febrero.
“La acción que ahora procede a nivel federal, para resolver el problema del
estatus político de Puerto Rico, debe ser consistente con los resultados claros
del plebiscito del 6 de noviembre de 2012”, manifestó Padilla. “Ha llegado el
momento para ponerle fin a un estatus territorial que ha perdido el apoyo de la
mayoría del electorado puertorriqueño, y que impide el ejercicio de todos sus
derechos y responsabilidades como ciudadanos americanos”, agregó el ex alcalde
de San Juan.
“Nuestra meta última no puede ser otra que lograr la plena igualdad, bajo la
Constitución, de todo ciudadano americano”, puntualizó el también ex presidente
de la Conferencia de Alcaldes de los Estados Unidos. “La segregación y
subyugación política de una comunidad de 3.7 millones de ciudadanos americanos,
basada en jurisprudencia anacrónica que se remonta a principios del siglo 20, ya
no puede sostenerse”, subrayó. “La nación americana se rige por una sola
Constitución, con una sola ciudadanía, que debe aplicarse en justicia e igualdad
a todos sus ciudadanos”, concluyó.
Citas de la Conferencia
Excerpts from Press Conference
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A simple and compelling objective: achieving full equality in citizenship under the Constitution for the American citizens of Puerto Rico through the admission of the Island as a State of the Union.
-
We believe that our Nation has one Constitution and one citizenship for all Americans.
-
The American citizens of Puerto Rico should have the same rights, responsibilities and opportunities as the American citizens who reside in the 50 States.
-
The Island’s current status as an unincorporated territory of the United States deprives American citizens residing in Puerto Rico of fundamental rights such as the equal protection of the laws, participation in the election of the President, and proportional representation in Congress.
-
The Supreme Court created two classes of territories: incorporated, which were intended to become States, and unincorporated, such as Puerto Rico, which according to the case law could be ruled by Congress indefinitely.
-
The unprecedented category of “unincorporated territory” was created by a segregationist Court to prevent a territory inhabited by people of Hispanic origin from becoming a part of the United States.
-
In 1917 Congress granted American citizenship to Puerto Ricans it was generally understood that the Islands had been incorporated into the United States.
-
But in 1922 a U.S. Supreme Court that upheld racial segregation determined that Puerto Rico was still an unincorporated territory because its Justices could not conceive of a faraway island inhabited by Hispanics, rather than Anglo-Saxons, to be a part of this Nation.
-
American Citizens who reside in Puerto Rico are subjected to geographic discrimination, segregationist policies and a deficit of democratic rights.
-
The U.S. Constitution does not protect the U.S. Citizens who reside in Puerto Rico in the same manner it protects other U.S. Citizens. (SCOTUS 1921-22)
-
Today the residents in Puerto Rico continue to be subject to a political system that denies them full equality as U.S. Citizens and participation in their national government.
-
With the participation of 77.6% of all registered voters, the residents of Puerto Rico rejected the continuation of the current territorial status, often called “commonwealth,” with an absolute majority of 54%.
-
With this vote the American citizens of Puerto Rico removed any possible consent that may have existed to continue being governed under a political status that is both undemocratic and discriminatory.
-
We join the Latino Partnership for Conservative Principles in its call for The White House and Congress to take action to resolve Puerto Rico’s political status problem in a manner consistent with the results of the plebiscite held last November.
-
Our ultimate goal is to achieve full equality in citizenship under the Constitution for the American citizens of Puerto Rico through the admission of the Island as a State of the Union.
-
The United States is one Nation with one Constitution and only one citizenship for all Americans.
-
The continued political segregation of a community of 3.7 million American citizens of Hispanic origin is a national problem that deserves prompt attention and expedient action.
-
We urge President Obama to include Puerto Rico’s political status problem in his State of the Union address on February 12th.
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Citas de la Conferencia
Excerpts from Press Conference
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A simple and compelling objective: achieving full equality in citizenship under the Constitution for the American citizens of Puerto Rico through the admission of the Island as a State of the Union.
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We believe that our Nation has one Constitution and one citizenship for all Americans.
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The American citizens of Puerto Rico should have the same rights, responsibilities and opportunities as the American citizens who reside in the 50 States.
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The Island’s current status as an unincorporated territory of the United States deprives American citizens residing in Puerto Rico of fundamental rights such as the equal protection of the laws, participation in the election of the President, and proportional representation in Congress.
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The Supreme Court created two classes of territories: incorporated, which were intended to become States, and unincorporated, such as Puerto Rico, which according to the case law could be ruled by Congress indefinitely.
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The unprecedented category of “unincorporated territory” was created by a segregationist Court to prevent a territory inhabited by people of Hispanic origin from becoming a part of the United States.
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In 1917 Congress granted American citizenship to Puerto Ricans it was generally understood that the Islands had been incorporated into the United States.
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But in 1922 a U.S. Supreme Court that upheld racial segregation determined that Puerto Rico was still an unincorporated territory because its Justices could not conceive of a faraway island inhabited by Hispanics, rather than Anglo-Saxons, to be a part of this Nation.
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American Citizens who reside in Puerto Rico are subjected to geographic discrimination, segregationist policies and a deficit of democratic rights.
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The U.S. Constitution does not protect the U.S. Citizens who reside in Puerto Rico in the same manner it protects other U.S. Citizens. (SCOTUS 1921-22)
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Today the residents in Puerto Rico continue to be subject to a political system that denies them full equality as U.S. Citizens and participation in their national government.
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With the participation of 77.6% of all registered voters, the residents of Puerto Rico rejected the continuation of the current territorial status, often called “commonwealth,” with an absolute majority of 54%.
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With this vote the American citizens of Puerto Rico removed any possible consent that may have existed to continue being governed under a political status that is both undemocratic and discriminatory.
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We join the Latino Partnership for Conservative Principles in its call for The White House and Congress to take action to resolve Puerto Rico’s political status problem in a manner consistent with the results of the plebiscite held last November.
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Our ultimate goal is to achieve full equality in citizenship under the Constitution for the American citizens of Puerto Rico through the admission of the Island as a State of the Union.
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The United States is one Nation with one Constitution and only one citizenship for all Americans.
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The continued political segregation of a community of 3.7 million American citizens of Hispanic origin is a national problem that deserves prompt attention and expedient action.
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We urge President Obama to include Puerto Rico’s political status problem in his State of the Union address on February 12th.
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