El anciano General Raúl Castro presidente vitalicio de Cuba según designado dinásticamente por su hermano mayor el Comandante Fidel Castro, ante el cáncer terminal que padece el Teniente Coronel Hugo Chávez ha asumido el liderato de facto del ALBA que cofundaron hace unos años los dos dictadores militares. Esto se ha hecho evidente cuando a[…]

El anciano General Raúl Castro presidente vitalicio de Cuba según designado dinásticamente por su hermano mayor el Comandante Fidel Castro, ante el cáncer terminal que padece el Teniente Coronel Hugo Chávez ha asumido el liderato de facto del ALBA que cofundaron hace unos años los dos dictadores militares.

Esto se ha hecho evidente cuando a la luz de la desaparición de la escena pública del caudillo militar venezolano desde principios de diciembre pasado, Raúl Castro convocó a los dos potenciales sucesores del infortunado, el vicepresidente Nicolás Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello a La Habana y les ordenó concertar un pacto  en el que ambos posponían por el momento sus aspiraciones de sucesión para prolongar en abierta violación de la Constitución Bolivariana y de la soberanía nacional venezolana el mandato presidencial del moribundo Hugo Chávez hasta que se produzca en efecto su muerte.

Todo esto ante la  pasiva complicidad de la Organización de Estados Americanos (OEA)  y prácticamente todos los gobiernos del continente americano incluyendo los Estados Unidos en abierto contraste con la denuncia activa y las consiguientes sanciones impuestas por la OEA y los gobiernos del continente ante  violaciones constitucionales en Honduras y la cuestionada abrupta destitución del presidente Fernando Lugo en Paraguay.

La única honrosa excepción lo fue la del embajador panameño ante la OEA, Guillermo Cochez, que por denunciar la patraña ante el pleno de la OEA fue fulminantemente destituido de su cargo.

Este escenario de abierta complicidad e impunidad ante la última dictadura militar de jure del continente, tuvo su momento culminante con la designación del General Raúl Castro como presidente  de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) el domingo 27 de enero en Santiago de Chile.

Tras asumir la presidencia de la CELAC, el octogenario dictador declaró “nuestra comunidad  estará incompleta mientras falte en ella el escaño de Puerto Rico, nación hermana, genuinamente latinoamericana y caribeña que padece una situación colonial”.

Declaración que fue bien recibida por Rubén Berrios  presidente del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y por René Pérez (cantante de Calle 13) asesor de asuntos culturales de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz . Vuelve a reiterarse que parte integral de la agenda  del ALBA para el continente americano lo es la independencia de Puerto Rico y que dicho objetivo solo se puede alcanzar contra la clara voluntad popular expresada en la urnas en el plebiscito del pasado 6 de noviembre que favoreció de forma masiva con el 61% de lo votos emitidos convertirnos en el estado 51 de los Estados Unidos.  Lo cual vuelve a poner en evidencia la naturaleza claramente anti-democrática, anti-puertorriqueña  y anti-americana de la agenda castrista-chavista continental y de sus aliados (abiertos y de closet) en Puerto Rico.