“La falta de dirección y de iniciativa es patentemente manifiesta”

El inicio de la presente administración de gobierno da indicios de que este puede ser el cuatrienio más cómico de la historia. Incluso, puede superar con creces la gobernación de Sila Calderón en cuanto a la creación espontánea de chistes hacia el Gobernador de turno por parte del pueblo y a la administración de Aníbal Acevedo Vilá, en los niveles de incompetencia e ineptitud. La falta de dirección y de iniciativa por parte del Gobernador y de los legisladores de mayoría es patentemente manifiesta.

La promesa de citar a la Legislatura a una sesión extraordinaria el mismo día que juramentara como gobernador, además de una promesa incumplida, fue un fiasco y un disparate. El reconocimiento de no poder bajar el costo de la energía eléctrica es también prueba de la impotencia e incompetencia de Alejandro García Padilla y su ineficiente equipo de trabajo para poder tratar con los complejos problemas de Puerto Rico.

Por otro lado, algunos de los nombramientos tienen el aspecto de ser los protagonistas con derecho propio de este circo político. El secretario de Justicia, Luis Sánchez Betances, ante preguntas de la senadora del Partido Independentista Puertorriqueño María de Lourdes Santiago, dijo en vistas públicas que la parte del Código Penal que tipifica como delito el paralizar, como parte de una protesta o un piquete, obras en construcción no la conocía y, menos aun, la había leído. La senadora no le creyó y se lo hizo saber, como tampoco muchos le creímos. El abogado de Paseo Caribe, protagonista conspicuo en el caso que llegó al Tribunal Supremo de Puerto Rico y estableció jurisprudencia, les mentía al Senado y al pueblo a la vez.

En cuanto al secretario de Educación, Rafael Román Meléndez, funcionario altamente incompetente con un doctorado en burocracia –Cantinflas decía que la burocracia era el poder del escritorio– y politiquero a ultranza, le admitió a la cadena radial Noti Uno que estando casado tenía una amante que era su subalterna y que pasó con puntuación de excelencia una evaluación hecha por él mismo sobre su desempeño laboral. Nunca dijo en qué lugar ni en qué condiciones hizo la evaluación. Este notorio funcionario público promovió a un puesto de mayor jerarquía a una empleada del Departamento que participó en anuncios del Partido Popular durante la pasada campaña política.

En la Autoridad de Energía Eléctrica hay un Macondo energético. El Gobernador, al igual que altos funcionarios de esta agencia, ha acusado a la pasada administración de gobierno de bajarle el costo de la energía al pueblo. Sin embargo, en su explicación macondiana dijeron que fue una acción de error de cálculo en la fórmula de adjudicarle costo al combustible y hecha como estrategia política para ganar las elecciones. Nadie, salvo el bolsillo del pueblo, se benefició del error. Como nadie, salvo el bolsillo de los pasajeros, se benefició de la tarifa gratis en las guaguas de la AMA en los últimos meses de la gobernación de Aníbal Acevedo Vilá.

Sin embargo, lo que ha sacado la bola del parque ha sido la nueva Ley de Empleos Ahora. Más que un chiste, es un engaño a los patronos y a las personas desempleadas que se mantienen en busca de empleo y con esperanza de encontrarlo. La nueva ley, con reservas de MIDA, ASORE y otros sectores de la economía, establece un crédito de hasta $2 mil al año por cada empleo creado con remuneración sobre los $20 mil anuales. Si el salario a devengarse es menos de dicha cantidad, el crédito a devengarse sería de solo $700. Ambas cantidades a acreditarse serían anuales, no mensuales, por lo que el beneficio sería mínimo, si alguno.

Un ejemplo real lo tiene un compatriota. Su compañía tiene 20 empleados y paga la cantidad de $70 mil al mes en la factura de luz. Para tener, al menos, un 30% de crédito en el costo de la energía tendría que reclutar 100 empleados adicionales con un salario de sobre $20 mil al año para cualificar el máximo de crédito. Empleados que no necesita. Ese crédito se dividiría entre los 12 meses, lo que redundaría en un crédito de alrededor de $166 mensuales por empleado.

La administración de Alejandro García Padilla ha demostrado una creatividad admirable para el disparate. Por el principio podemos predecir el final. Este es el comienzo de una antología.

Comentarios a: marioramosmendez@yahoo.com