Al gobernador Alejandro García Padilla “no le bastaron 100 días para encaminar un buen gobierno, pero logró en unas cuantas horas tronchar todas las aspiraciones de futuro a los servidores públicos, al eliminar las garantías de un retiro justo y digno para los jubilados del gobierno”, opinó la representante Lourdes Ramos, del Partido Nuevo Progresista (PNP).
“El sueño de un mejor bienestar para miles se convirtió en la cruel pesadilla de descubrir que las promesas de García Padilla eran pura fantasía, con la clara y mezquina intención de engañar al electorado para hacerse del poder y, con el mismo, vapulear las esperanzas de los más necesitados”, expresó Ramos.
Para la legisladora novoprogresista, el gran logro de los primeros 100 días del gobernador “fue demostrar su lealtad a los ricos y poderosos que integran el grupo de inversionistas, para darle la espalda a todos los pensionados, envejecientes y empleados públicos que confiaron en su vana promesa de que los beneficios de Retiro jamás serían tocados”.
Ramos dijo que “si no hubiera sido por el receso de Semana Santa, a García Padilla y al liderato popular en la Legislatura sólo le hubiera bastado unas cuantas horas para pisotear 30 años de honestos y sacrificados servicios al pueblo de casi un cuarto de millón de puertorriqueños” que cotizan para el Sistema de Retiro del gobierno.
“Peor aún” -siguió diciendo la representante- “García Padilla rescató la oscuridad de la noche para masacrar a los jubilados, legislando en las sombras de la infamia sin el menor recato o asomo de vergüenza. Ya demostró claramente que su idea de legislador ciudadano es sólo una vil excusa para legislar impunemente a espaldas del pueblo, sin tener que rendir cuentas por sus acciones”, aseveró.
Según Ramos, “la noche en que se gestó el golpe fatal a las pensiones de los servidores públicos, el gobernador y sus allegados se encontraban de francachela y gastos alegres en La Fortaleza. Celebraron con júbilo la firma de la ley número tres, que se ha convertido en la sentencia de muerte de miles de envejecientes que con una exigua pensión, tendrán que decidir si dejan de comprar los medicamentos que sostienen su vida para poder pagar el nuevo aumento de agua y luz que el propio García Padilla autorizó en su primer mes de gobierno”, culminó Ramos.
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