BEYONCÉ, CUBA Y LAS ELECCIONES EN VENEZUELA

Un gran revuelo causó en Miami y otros puntos de Estados Unidos la noticia que la famosa cantante norteamericana Beyoncé Giselle Knowles, conocida simplemente como Beyoncé, estaba en una segunda Luna de Miel, pero no en Cancún o las paradisíacas islas de Grecia, sino en la empobrecida Cuba, a donde los estadounidenses tiene prohibido viajar.
De inmediato dos altos representantes del poderoso “caucus” cubano-americano, Mario Diaz Baralt, (primo segundo de Fidel y Raúl Castro) e Ileana Ros-Lehtinen, saltaron pidiendo explicaciones de la presencia de una estadounidense en un país al cual los ciudadanos comunes se les permite viajar.
Pero cuando los políticos hablan lo hacen pensando primero en sus constituyentes, o sea aquellos a quienes le deben sus cargos gracias a sus votos o apoyo, por tanto Diaz-Baralt, (primo segundo de Fidel y Raúl Castro) y Ros-Lehtinen , se dirigían a la muy conservadora y dolida comunidad cubana de Miami. Pero a diferencia a otras ocasiones donde fueron más elocuentes y aguerridos en sus expresiones hacia quienes se atrevían hacer un acercamiento al régimen comunista de La Habana, estos dos miembros del ala derecha del Partido Republicano, tan solo se limitaron a “pedir explicaciones” a la Oficina de Control de Activos Extranjeros, OFAC por sus siglas en inglés.  Extraoficialmente se dijo que este viaje obedecía un un «intecambio cultural».
En mis 30 años de cubrir como periodista la escena internacional cuando leo el término de “intercambio cultural” no puedo sino reírme porque sé que algo más profundo se está “cocinando” entre dos países que no tienen relaciones diplomáticas, que aunque no se vea a simple vista llega el olor del guiso que se prepara tras bambalinas. Para decirlo más coloquialmente, apelan a la diplomacia sin diplomáticos en el patio trasero de la política internacional. Sucedió con Nixon y su acercamiento a China, por Reagan con su “enamoramiento” con Gorvachev, etc. etc. Es completamente predecible en estos casos se comience con la diplomacia del micrófono o el circo mediático y quién mejor personaje que Beyoncé, que además de ser una artista de reconocimiento internacional tiene fuertes lazos con la actual administración Demócrata (interpretó el himno en la toma de posesión de Obama) para armar el circo mediático y así tener una excusa para extender la alfombra roja de la diplomacia formal.

Es una movida muy concurrente entre dos países que quieren dar la impresión que no dan su brazo a torcer, pero están conscientes que deben ponerle fin a un “status quo” vetusto que no beneficia a ninguna de las dos partes.
Por un lado la grey política de Washington cuestionan la efectividad de un embargo a la Isla cuyo propósito era acabar con el régimen Castro-comunista, pero que luego de 5 décadas ha demostrado que fortalece aún más a ese régimen al proporcionarle una retórica para responsabilizar a otro de su mal manejo de la cosa pública.
Interesante es que poco antes de la aparición “sorpresiva” de Beyoncé de un restaurante exclusivo para turistas en La Habana, la congresista demócrata Kathy Casto, retornara de un viaje de “buena voluntad” tras permanecer tres días en Cuba, otro eufemismo para decir que se reabren canales de comunicación cortados desde hace mucho tiempo.
¿Es entonces el mensaje que sale Washington es que quieren entablar relaciones con La Habana? Más bien creo que es al revés. Los Castro saben que el barco (si quieren lo pueden llamar el Granma) se les hunde.

El próximo 14 de abril puede ser de gran importancia no sólo para Venezuela que elegirá al sucesor constitucional de fenecido Hugo Chávez, sino por igual para Cuba. De salir victorioso Henrique Capriles Radonsky es muy posible que se le acaben los “mangos bajitos” (güame) a los hermanos Castro, quienes de la tierra de Bolívar reciben irrestrictamente 12 mil millones de dólares anuales más 150 mil barriles de petróleo por día que les regala Caracas.

Venezuela se ha convertido en lo que fue Rusia durante las décadas de los setenta y ochenta para Cuba. Pero aún ganando Nicolás Maduro y la continuación de la seudo revolución iniciada por Chávez, los líderes de La Habana saben muy bien que pronto Venezuela no podrá seguir siendo su principal benefactor ya que este país está al borde del colapso económico, tras 14 años de pésima administración y despilfarro bajo el régimen chavista.
Tanto los adversos al gobierno en La Habana o sus acólitos, concuerdan que Fidel y su hermano Raúl, han sabido sortear miles de dificultades a lo largo de más de 50 años, un régimen que tan solo es superado en tiempo y permanencia por el reinado de Victoria en Inglaterra. Son expertos aplicando el axioma de “en cada crisis se esconde una gran oportunidad”.
Por tanto, ante las señales de nuevas tormentas en el horizonte los Castro buscan nuevas maneras de mantenerse en el poder. El mercado turístico de los Estados Unidos es como miel para los osos cubanos ya que podría convertirse en la tabla de salvación económica para Cuba a falta de la subvención venezolana. No hay que ser indio comanche para entender las señales de humo, “yo-dejar-salir a Yoani Sánchez y Kimosavi enviarme a Beyoncé” y sea una vitrina de que se puede hacer turismo en Cuba. Las fotos de la cantante junto a su esposo Jay Z caminando por la vieja Habana, visitando a la Bodeguita del Medio, fumando un habano (prohibido en Estados Unidos) o simplemente compartiendo con cientos de admiradores, se convierte en la mejor promoción turística de la Isla. Ya quisieran muchos ministerios de Turismo de diferentes países contar con la presencia de una luminaria mundial de este calibre, sin que tengan que aflojar un centavo (Nota posteriori: ¿cuánto debería pagar la Oficina de Turismo de Puerto Rico a una artista de este calibre para que promocione la Isla como destino turístico?).
¿Qué pueda enfrentar sanciones a su regreso a Estados Unidos? Beyoncé está acostumbrada a esta clase de controversias políticas de nivel internacional. En el 2009 realizó un concierto en Libia bajo contrato del dictador Mohamar Gadafi. Las críticas llovieron por montón, pero ella supo acallar de inmediato los ataques donando todo lo obtenido a los niños que quedaron huérfanos tras el terrible terremoto en Haití.
Así que creo que este viaje es, para usar un cliché muy estrujado, tan sólo la punta del témpano, quién sabe si detrás de todo esto esté el propio Obama para demostrar que es viable viajar a Cuba y acabar con la imposición que mantiene el exilio cubano sobre millones de estadounidenses; o como dice ella en uno de sus canciones “who runs del World?”.