NR – Para los Estados Unidos ya no es una opción el ELA Colonial/Territorial porque NO TIENE el consentimiento de los ciudadanos. USA es la primera Democracia Constitucional en el Mundo, el MODELO, y con una colonia sin consentimiento de los esclavizados (Ciudadanos sin voto por los que hacen el 90% de las decisiones importantes) es insostenible. Puerto Rico Estado es el único que puede reunificar TODAS Las Américas para beneficios de TODOS y devolverle la credibilidad a los Estados Unidos en el Mundo.
La clara expresión del pueblo de Puerto Rico el pasado 6 de noviembre, en que 54% de los electores se manifestó en contra de mantener la actual situación territorial y colonial, de subordinación e inferioridad política y en que 61% de los electores que se expresó claramente y sin ambigüedad por la Estadidad o la igualdad de derechos ciudadanos para los ciudadanos americanos que residimos en Puerto Rico, ha comenzado a rendir sus frutos.
El portavoz del presidente Barack Obama, Luis Miranda, indicó en diciembre pasado que el Presidente reconocía que el pueblo de Puerto Rico se expresó con claridad que no quiere continuar con la actual condición territorial y prefiere incorporarse como el 51 estado de la Unión.
El informe del Grupo de Trabajo de Casa Blanca Sobre el Estatus de Puerto Rico de marzo del 2011 en su primera recomendación establece:
• El Grupo de Trabajo recomienda que todas las partes pertinentes –el Presidente, el Congreso y los líderes y pobladores de Puerto Rico– se esfuercen por asegurarse que los Puertorriqueños puedan expresar su voluntad sobre las opciones de estatus y que se cumpla su voluntad para fines del 2012 o poco después… el Grupo de Trabajo recomienda que el Presidente y el Congreso apoyen cualquier esfuerzo justo, transparente y expeditivo que refleje la voluntad del Pueblo Puertorriqueño y se ajuste a ella. Si el proceso produce un resultado claro, el Congreso debe actuar al respecto rápidamente, con el respaldo del Presidente. (pp. 3 y 4)
En línea con dicha recomendación y con el reconocimiento de la legitimidad, transparencia y justicia de los resultados plebiscitarios del 6 de noviembre, el presidente Obama, en su propuesta de presupuesto para el año fiscal 2014, asigna $2.5 millones para esfuerzos educativos no partidistas para un plebiscito en Puerto Rico sobre opciones que resuelvan la cuestión fundamental de la Isla: su futuro estatus político. El dinero lo puede utilizar la Comisión Estatal de Elecciones de Puerto Rico luego de que el Secretario de Justicia de los Estados Unidos certifique que las opciones de estatus definidas en la papeleta, así como los materiales electorales educativos sean consistentes con la Constitución, las leyes básicas y la política de Estados Unidos (entiéndase opciones no territoriales y descolonizadoras). El presidente Obama ha respondido con acciones concretas al mandato plebiscitario que envío el pueblo de Puerto Rico el pasado 6 de noviembre. La bola ahora está en la cancha del Congreso donde nuestro comisionado residente, Pedro Pierluisi, se apresta a presentar legislación en vías de que el Congreso también responda al mismo.
Los estadistas en Puerto Rico debemos aprovechar esta oportunidad de oro para adelantar la estadidad, unirnos en apoyo de las gestiones en el Congreso de nuestro Comisionado Residente para adelantar el objetivo común. Las aspiraciones políticas personales a posiciones públicas se deben posponer hasta las primarias partidistas del 2015. Lo importante, estratégico y prioritario del momento es la lucha por la igualdad de derechos ciudadanos, lo demás es ‘pecata minuta’.
Hacia un plebiscito confiable
La Casa Blanca dio un buen primer paso.
El presidente Obama afirmó su compromiso para un plebiscito ‘objetivo’ que busque impartirle una solución final a nuestra relación política con Estados Unidos. Solicitó una asignación congresional de $2.5 millones para la CEE, condicionado a que su Departamento de Justicia certifique que el contenido de la papeleta sea compatible con la Constitución, leyes y política pública federal. Este anuncio del Presidente no puede verse en un vacío, sino por el crisol de todos sus pronunciamientos anteriores. La buena noticia es que se han pulverizado los últimos vestigios de los malhadados plebiscitos en que se diseñaban los resultados antes de que se consultara al Pueblo. Para el Presidente, el asunto del estatus político está íntimamente ligado a un asunto de libre determinación; claro, transparente, objetivo, inclusivo y sin adulterar. Sus más importantes expresiones hablan por sí mismas. Veamos algunos de sus pronunciamientos más significativos:
• 13 de febrero de 2008 – “El estatus de Puerto Rico debe estar basado en principios de libre determinación… voy a trabajar activamente con el Congreso y el pueblo de Puerto Rico… en un proceso no prejuiciado que incluya una convención constituyente o un plebiscito, y mi administración se adherirá a una política de estricta neutralidad… y reconocerá todas las opciones válidas para resolver el estatus político, incluyendo al Estado Libre Asociado, estadidad e independencia”. Carta de Barack Obama al gobernador Acevedo Vilá.
• 25 de agosto de 2008 – “El pueblo de Puerto Rico tiene derecho al estatus político de su preferencia, obtenido a través de un proceso de libre determinación justo, neutral y democrático”. Plataforma Demócrata de 2008.
• 10 de marzo de 2011 – “Estoy comprometido a trabajar con el Congreso para asegurar un proceso que sea justo, claramente definido y transparente para que el pueblo de Puerto Rico decida por sí mismo su futuro”. Remover la opción del Estado Libre Asociado de la papeleta levantaría serias interrogantes sobre la legitimidad del voto. Informe del Comité Interagencial de Casa Blanca.
• 8 de agosto de 2012 – “El Presidente apoyará, y el Congreso debe adoptar, legislación autoejecutable que especifique de antemano las opciones de estatus de forma clara, como aquellas recomendadas por el Comité Interagencial de la Casa Blanca y que Estados Unidos estén políticamente comprometidos a alcanzar”. Plataforma Demócrata del 2012.
La Casa Blanca dio un buen primer paso. Este trámite democrático comienza un sello de confiabilidad y deber ser refrendado por todas las facciones políticas del País. Las cosas que empiezan bien, terminan bien.
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