La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) presentó un presupuesto balanceado de $4,794 millones, pero allí no se incluye ni un centavo de aumento para los empleados de su principal sindicato, la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier) quienes negocian el convenio colectivo desde hace año y medio.

Así lo manifestó ayer el director ejecutivo de la AEE, Juan Alicea Flores.

Pero, según el presidente de la Utier, Ángel Figueroa Jaramillo, este no es el único punto de discrepancia que está pendiente en la mesa de negociaciones, donde también quedan por resolver asuntos de seguridad y salud y de la inclusión de las parejas de hecho en el plan médico.

“Nada para dar”

“En los aspectos económicos no tenemos nada para dar”, dijo en forma contundente el ingeniero Alicea Flores sobre el proceso de negociación.

“Lo que sí podemos hacer es revisar procesos y cualquier eficiencia que surja y que traiga un ahorro la podemos compartir (entre los unionados y la gerencia)”, agregó Alicea Flores.

Por su parte, Figueroa Jaramillo, dijo que su propuesta salarial para los 4,700 empleados de la Utier, representan $20 millones anuales.

“Hemos dicho que ningún aumento salarial puede conllevar aumento en el costo de energía al pueblo”, dijo Jaramillo. Agregó que el aumento propuesto cumple con ese objetivo porque según los cálculos de la Utier para que se refleje un centavo de aumento en el precio del kilovatio por hora tendría que haber un aumento de $172 millones en el gasto anual de la Autoridad.

Dilema en salud y seguridad

En los asuntos de salud y seguridad, prioritarios para la unión, las partes discrepan incluso sobre cuan cercanos o lejanos están de alcanzar acuerdos.

Según Alicea están próximos a firmar acuerdos en este renglón, ya que “tenemos un compromiso con la seguridad de los empleados”. Pero Jaramillo dice que “no hay avance”.

Aquí la unión propone que los unionados tengan una hora y media adicional de descanso por cada hora adicional a las doce horas de trabajo consecutivas.

También reclaman que no se envíen celadores principiantes sin supervisión en brigadas de alto riesgo.

“Estos son asuntos de vida o muerte, nuestras propuestas principales están basadas en las conclusiones de Osha (Administración federal de Seguridad Ocupacional) sobre las muertes de 6 compañeros en los pasados tres años”, sostuvo Jaramillo.