“Mala administración financiera, una población decreciente, una base contributiva menguante y otros factores durante los pasados 45 años han llevado a Detroit al punto de la ruina financiera y operacional”.
– Kevyn Orr
Administrador de Emergencia de Detroit

Lcdo. Yesef Y. Cordero Lebrón, MBA
Exsecretario de Vivienda

El pasado viernes se anunció una noticia estremecedora para los que siguen las finanzas públicas y los residentes del municipio implicado: la ciudad de Detroit, en el estado de Michigan, no haría el pago de $34 millones que vencía ese día como parte de la deuda de $1,430 millones en bonos del fondo de pensión. La razón: la ciudad utilizaría los pocos fondos disponibles para continuar operando los servicios básicos (policía, bomberos, etc.) a expensas de los bonistas no asegurados. ¿Qué pasó? Veamos.

Detroit, la cuarta ciudad más grande de la Nación hasta mediados del siglo pasado y ejemplo de industrialización, simplemente cayó en un abismo. La ciudad perdió 26% de la población desde el 2000 y cerca del 50% desde 1980; la tasa de desempleo aumentó de 6.3% en el 2000 a 18.3% en el 2012. Detroit es la ciudad grande más pobre, con más de una tercera parte de la población viviendo bajo el nivel de pobreza. Es la ciudad grande más violenta; tiene más de 78 mil estructuras abandonadas; 40% del alumbrado vial a oscuras; 30% de las ambulancias funcionando; y una patética tasa de captación del 53% en contribuciones de la propiedad. En resumidas cuentas, Detroit es una zona de desastre no solamente financiero, sino socioeconómico.

Así las cosas, el Gobernador de Michigan nombró en marzo un síndico con poderes amplios para lidiar con las finanzas de la ciudad. Ese síndico, Kevyn Orr, describió lo que ocurrió en breves palabras: “mala administración financiera, una población decreciente, una base contributiva menguante y otros factores durante los pasados 45 años han llevado a Detroit al punto de la ruina financiera y operacional”.

El síndico, o Administrador de Emergencia (su título oficial), anunció también el viernes que, como parte de un plan para evitar que la ciudad se acogiera a la Ley de Quiebra, estaba proponiendo pagar 10 centavos por cada dólar de deuda no asegurada, y una reducción de principal no determinada en la deuda asegurada. Aun con estas medidas agresivas, el síndico expresó que había un 50% de probabilidad de que comoquiera la ciudad se acogiera a la Ley de Quiebra. Esa decisión se tomaría en los próximos 30 días. En seguida S&P degradó aun más la deuda de la ciudad de CCC- a CC (i.e., certeza virtual de impago en sus obligaciones).

Independientemente de si la ciudad radica quiebra o su propuesta de reducción de principal prevalece, lo cierto es que bajo ambos escenarios sería la primera vez en la historia que una ciudad grande dejaría de pagar principal a sus acreedores. Estaremos pendiente a los eventos en Detroit, pues nos podrían servir de guía para el futuro en Puerto Rico.

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