Sube el costo del pan, el agua y la vida

NR – Todo el aumento en el Presupuesto y las 56 Contribuciones fue para caprichos y pagar favores políticos: Ni un centavo de más se necesitaba, pero los medios Colonialistas Mercenarios se las pasan tratando de justificar lo injustificable.
16 de julio de 2013

Sube el costo del pan, el agua y la vida

Los impuestos nuevos y el alza de la AAA detonan efecto en cadena. Vídeo

El pan subirá 15 centavos. (tonito.zayas@gfrmedia.com)

Por Ricardo Cortés Chico /rcortes@elnuevodia.com

La retrahíla de impuestos nuevos, los aumentos en el agua potable y la incertidumbre en el costo energético ya comenzó a tener un efecto en los precios de productos y servicios con alzas en los costos del pan, la gasolina y el gas licuado.

Aunque todavía no se puede cuantificar cómo esto podría impactar los niveles de inflación, ya hay ciertos atisbos en el mercado que muestran que un alza generalizada de precios está por concretarse.

Antonio Meléndez Vargas, director ejecutivo de la Asociación de Industriales del Pan, explicó que, por ejemplo, las panaderías locales podrían estar aumentando en las próximas semanas el precio de este producto entre 10 y 15 centavos la libra.

Según explicó, se trata de un efecto en cadena, principalmente, por el alza decretada por algunas empresas de gas propano de unos 17 centavos por cada galón (4.2 libras). El gas propano, que se usa para hornear, por ser un derivado del petróleo, fue uno de los productos afectados por el aumento en el arbitrio reductor con el que se busca pagar la deuda de $2,200 millones de la Autoridad de Carreteras y Transporte.

“El precio del pan, si no es algo que está subiendo ahora, en las próximas semanas se concretará”, dijo Meléndez Vargas.

Este efecto en cadena se experimenta en casi todos los productos de consumo diario y esporádicos. Por ejemplo, Pedro Rodríguez, propietario del Jardín Esmeralda, explicó ayer que sus suplidores ya le advirtieron que los productos que importan del extranjero sufrirán aumentos de hasta 20%. Parte de ese porcentaje se debe a que tendrá que pagarle al distribuidor un IVU de 7% que antes no presupuestaba para mantener sus inventarios al día.

El aumento en el agua potable también es un golpe directo a su operación. La última factura de agua, necesaria para el riego de las plantas que vende, rondó los $200. Con el aumento impuesto a partir de ayer por la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) la factura, según calculó, podría elevarse a $400.

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“Yo voy a tratar de no subir los precios. Estoy negociando con los que me venden los productos para que no me suban tanto el costo. Vamos a ver lo que pasa”, dijo Rodríguez mientras trabajaba con unas plantas en un camión de entrega.

La situación se repetía ayer con cada uno de los comerciantes consultados por El Nuevo Día. Zaida Betancourt, codueña de la Ferretería JB en Guaynabo, explicó que la expectativa es que se reduzcan los márgenes de ganancias de su negocio. “¿Hasta qué punto? No hay nada claro aún. Uno absorbe parte, pero todo siempre pasa al consumidor al final de la cadena”, dijo Betancourt, tras enfatizar que, por más información que ha procurado, todavía no ha logrado obtener un cuadro claro de los cambios contributivos legislados a finales de junio.

“El problema principal de la economía son los empleos y el gobierno está matando a los negocios o no los deja nacer”, explicó el consumidor de la panadería Génesis, Raciel Rodríguez, mientras se comía un emparedado cuyo pan todavía no sufría el alza en precios.

Discrepancias con inflación

El consenso básico entre varios comerciantes y economistas consultados es que los aumentos en el agua y las alzas contributivas tendrán un impacto en la economía. Pero hasta ahí llega el análisis compartido.

El economista Joaquín Villamil explicó que, tradicionalmente, en Puerto Rico, la inflación es acelerada por los costos energéticos y por el precio de los alimentos.

“Todos los demás factores provocan cambios bajos en los precios. (Los aumentos generalizados) no deben ser más de 1%. No ha sido un tema de preocupación. Yo no creo que los cambios en las contribuciones sean muy grandes”, dijo Villamil.

La premisa detrás del argumento de Villamil fue repetida en numerosas ocasiones por los funcionarios del gobierno cuando se debatían los nuevos impuestos que buscan reducir el déficit estructural del gobierno.

La idea es que, en la medida que la carga contributiva se reparte entre una base amplia de contribuyentes, se minimiza el impacto para cada uno de ellos. Por eso, se optó por descartar parte de la propuesta de extender el IVU a los servicios entre negocios e imponer una patente nacional con tasas que varían de entre 0.2 a 1%. En esencia, más entidades tributan pero a una escala menor.

Otros economistas, como Carlos Colón de Armas, entienden que los nuevos impuestos y las alzas en las utilidades tienen la capacidad de provocar cierres de empresas al reducir, significativamente, los márgenes de ganancias. Y en la medida en que se reduzcan los negocios, disminuye la competencia y, por ende, los comerciantes pueden subir los precios de sus productos sin mayor problema.

“Con todo esto, el efecto al final, es que los productos van a seguir subiendo, y si se unen los factores que pueden llegar por el gobierno federal de seguro que vamos a ver una inflación seria”, dijo Colón de Armas en referencia a la propuesta del presidente Barack Obama de subir el salario mínimo federal a $9 la hora.

Los efectos se verán

Por su parte, el profesor de economía en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, José Alameda, indicó que la premisa básica es que todos los productos, en mayor o menor grado, se van a afectar.

Apuntó que la magnitud del impacto se podrá palpar en la canasta básica de precios que agrupa anualmente los cambios en el costo de los productos. Según Alameda, será cuestión, tal vez, de meses para que el mercado ajuste sus operaciones y sus precios, acorde con la nueva realidad tributaria.

“De lo que podemos estar seguros es de que todos los cambios recientes van a tener un efecto en la economía. Va a aumentar el costo de vida de las personas. ¿Cuánto va a ser ese impacto? No se sabe y es difícil estimarlo porque habría que estudiar el peso relativo (o el efecto) que tendría cada una de las alzas en la producción”, dijo Alameda.

Los nuevos impuestos han sido descritos por el gobierno como medidas de transición a un nuevo sistema contributivo que está por crearse.

El aumento en el agua, por su parte, busca subsanar las deficiencias económicas de la AAA.

Hoy entra en vigor el alza tarifaria en AAA, medida que -por el momento- no impactará a quienes viven en residenciales públicos.
Aquellos abonados que consuman 10 metro cúbicos mensuales verán un aumento de $19.71 a $23.71.
El segundo bloque –hasta 15 metros cúbicos– pagará $46.06, un aumento de $16.35. Mientras, el nuevo bloque de hasta 20 metros cúbicos pagará $71. 96. El cuarto bloque –de hasta 35 metros cúbicos– será facturado en $152, un aumento de $63.85.
“Hay que enmendar el reglamento creado en virtud de la Ley 69-2009 para disponer que la nueva tarifa fija en los residenciales públicos será de $23.71 mensuales.”, sostuvo el presidente ejecutivo de la AAA, Alberto Lázaro.

Más caro el pan… ¡también!-VÍDEO

Por Nydia Bauzá07/16/2013 |
Johnny Lugo, profesor de la UPR, comentó que la gente no dejará de comer pan, pero tendrá que ajustar el bolsillo. GFR Media / Alberto Bartolomei 

¿Qué piensan los consumidores y los panaderos? Primera Hora visitó ayer varias panaderías en Río Piedras para conocer el sentir del pueblo.

El pan de agua crujiente acabadito de hornear y el pan sobao con mantequilla se van a convertir casi en un lujo en nuestras mesas.

Un aumento que se estima entre 15 y 25 centavos, como resultado del alza en la luz, el agua, el gas licuado y otros derivados del petróleo, elevaría el precio de la libra de pan entre $2.00 y $2.45 en panaderías y establecimientos comerciales que venden un producto que no puede faltar en la mayoría de los hogares puertorriqueños.

Muchos veían venir el aumento y a otros los tomó por sorpresa. Unos lo resienten, otros se resignan, pero lo cierto es que el aumento se suma a otras alzas que siguen afectando nuestro bolsillo. Este nuevo incremento, como otros, tendría un efecto multiplicador en otros productos relacionados.

¿Qué piensan los consumidores y los panaderos? Primera Hora visitó ayer varias panaderías en Río Piedras para conocer el sentir del pueblo.

Cary Juncos compraba en la panificadora Pepín. “Son tantos los aumentos que uno no sabe cuál será el próximo. El dinero no rinde para nada… hay que comprar menos pan, así engordamos menos”, dijo en tono jocoso la mujer residente en Isla Verde.

Luis Felipe Goyco, residente en Carolina, quien salía del mismo establecimiento, dijo que todos los aumentos en los derivados del petróleo recaerán en el consumidor. “Suben la luz, el agua y el gas, ¿y a dónde va a caer eso? Pues al zafacón, que somos nosotros, la clase media. Por más que quiera el Gobierno, todo cae encima de nosotros”, sostuvo. “Siempre se va a comer pan… se comerá menos, pero se comerá”, agregó el técnico de computadoras, que prefiere el pan sobao, mientras que su esposa disfruta del pan integral.

El conservacionista científico Johnny Lugo, quien compraba pan de agua en Los Cidrines, dijo que los consumidores tendrán que hacer ajustes en el bolsillo. “Si la calidad del producto no se ve afectada, uno podría entender y de cierta manera amortiguar el golpe”, dijo Lugo, profesor de la Universidad de Puerto Rico. “Tendría que hacer un ajuste en el presupuesto. No creo que deje de comer pan”, añadió.

REACCIONAN AL AUMENTO EN EL PRECIO DEL PAN

Clientes de panaderías protestan por el posible alza en la libra de pan de agua y del sobao.

Antonio Saldaña, cuyo hijo es el propietario de la panadería Panchys en la urbanización Santa Rita, opinó que el aumento es necesario. “Está bien. Conozco de mucha gente que depende del pan. Aquí en esta área hay muchos estudiantes que compran su pan y la mistura, como dicen en el campo, y comen de eso dos o tres días… La gente hará sus arreglos, pero no dejará de comprar pan”, sostuvo.

Otros clientes de la panadería La Península rechazaron el alza. “El pan ya está demasiado alto y creo que se nos ha ido de la mano. Ya la libra está a $2.25 y en otros sitios creo que a $2.28. Creo que es un abuso. Han sido tantos los aumentos que creemos que es más de lo mismo. Los gobiernos se apropian del poder y nosotros no podemos hacer nada, solo protestar”, lamentó Lando Vélez.

“¿Cóóóómo? ¿Hasta dónde vamos a llegar en este país? Lo que falta… el pan… y después los fósforos, el aceite, el gas y to’ eso. Estamos mal”, reaccionó el electricista William Robles, quien compraba dos libras de pan para una barbacoa. “La próxima vez voy a tener que llevar una sola libra”, dijo.

“Me imagino que al principio la gente se aguantará un poquito, como cuando siempre viene un aumento, y después seguirán comiendo pan”, opinó Ileana García.

“Todo se está poniendo caro. Yo lo esperaba porque están subiendo la gasolina, el agua, la luz”, dijo otro cliente de La Península, Roy Robles.

Mateo Cidre, dueño de Los Cidrines, dijo que el aumento es inevitable, pero prometió que en su negocio será “lo justo” para el consumidor. Ahora la libra de pan cuesta $1.75.

“Mi primera intención es el cliente. Este negocio tiene que seguir operando y tengo que seguir cubriendo las necesidades, pero el pan va a tener un precio justo y, no solo el pan, sino todo producto terminado va a tener un aumento en algún momento dado con estos efectos de los costos que va a haber”, dijo el empresario, cuyo padre comenzó el negocio hace 36 años en Arecibo.

¿Cuándo se estaría concretando el alza?

Agosto sería el mes. Ahora mismo yo no estoy tomando decisiones, quiero ver el panorama claro para cuando yo vaya a pasar ese costo al producto, pasar el que es justo y razonable sin tener que buscar la oportunidad para ganarle más al producto, sino para que el cliente pague lo que de verdad entendemos que es justo.

¿En cuánto estima el aumento?

Yo lo veo entre 15 y 25 centavos, puede ser menos o más.

El boricua depende del cheque a cheque para vivir

Por Leysa Caro González / lcaro@primerahora.com07/16/2013
Según el economista José Joaquín Villamil, la deuda personal del puertorriqueño, sin incluir la hipoteca, asciende a un 42% de su ingreso. teresa.canino@gfrmedia.com 

Y es que ese cheque, cada 15 o 30 del mes, es el único ingreso con el que cuentan para sobrevivir económicamente

Se imagina vivir mes a mes contando los días que faltan para cobrar. Con $100 en la cuenta de banco para pasar las siguientes dos semanas.

Se imagina decidiendo qué factura pagar, sí puede o no comer fuera, si debe o no hacer ese viaje al centro de la Isla; rogando que no se dañe el carro, que los niños no se enfermen ni que el bill de la luz llegue más alto.

Pues, así, precisamente, es como viven muchos puertorriqueños que pasan las horas contando los días que faltan para cobrar. En ese estrés. En una estrechez económica como nunca antes. Y es que ese cheque, cada 15 o 30 del mes, es el único ingreso con el que cuentan para sobrevivir económicamente. No hay ahorros, no hay ingresos por el lado. Solo el pago por lo trabajado.

Aunque en la Isla no hay estudios que determinen qué porcentaje de la población vive cheque a cheque, economistas consultados por Primera Hora sostienen que debe ser uno similar, quizás mayor, al de una investigación publicada recientemente en Estados Unidos que determinó que el 76% de los ciudadanos vive de esta forma.

Los pasados años de difícil situación financiera han dejado a las familias sin ahorros. Mientras, que a otros les ha imposibilitado así hacerlo o simplemente esa no ha sido su prioridad pues se han enfocado en reducir las deudas. “En Puerto Rico el panorama es peor porque la gente gasta más de lo que recibe, especialmente en tarjetas de crédito, lo que agrava más la condición del puertorriqueño cuando se queda sin empleo”, dijo la economista Marta Quiñones.

De hecho, Quiñones planteó que como pueblo lamentablemente hemos tenido, probablemente, a uno de los mejores maestros: el Gobierno. “Seguimos actuando como actúa el Gobierno que gasta más de lo que tiene”, expresó al alertar que el crédito siempre pasa factura.

Al también economista José Joaquín Villamil, de Estudios Técnicos, tampoco le sorprendería ver una cifra similar en el ámbito local.

“Hay personas que están viviendo al margen, que no tienen mucha flexibilidad, pero también hay mucho consumo innecesario, particularmente en la clase media”, apuntó Villamil al destacar que el 45% de la población vive bajo estos estándares, según el último Censo.

Villamil señaló que la deuda personal del puertorriqueño, sin incluir la hipoteca, asciende a un 42% de su ingreso.

“En vez de ahorrar siempre nos hemos financiado con endeudamiento”, apuntó Villamil.

Son excusas

Para Quiñones, el puertorriqueño, por regla general, podría guardar dinero si cambiara los hábitos de consumo. “Nos han adaptado y es el modelo que tenemos de comprar todo lo que queremos. Todos los años compramos todo nuevo”, señaló.

Aunque no hay una regla fija, se recomienda que mensualmente uno ahorre el 10 por ciento del salario. Para poder enfrentar una cesantía laboral u otra emergencia se debe tener ahorrado entre dos y tres meses del salario.

De hecho, si el país tuviera una tasa de ahorro más alta -tanto a nivel individual, gubernamental como corporativa-, estaría en una mejor posición para desarrollarse financieramente.

Lo esencial de comenzar a ahorrar es que es una medida de protección a las situaciones de riesgo que estamos enfrentando socialmente. “Una economía como esta, con el comportamiento que tienen las familias, estas deberían tener conciencia de que deben protegerse contra fluctuaciones”, aseveró Quiñones.

Pierluisi: “Esto es cantazo tras cantazo”

17 de julio de 2013 – PolíticaPuerto Rico, – 

Comisionado Residente en Washington cataloga de “nefastas” las decisiones recientes del gobernador Alejandro García Padilla

EL VOCERO / Luis Alberto López

El comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, catalogó esta mañana como “nefastas” las decisiones más recientes tomadas por el gobernador Alejandro García Padilla y su administración, a la vez que aseguró al Pueblo que “hay luz al final del túnel”.

“Las cosas aquí no van bien. Esto está terrible. Esto es cantazo tras cantazo. Este gobierno, lo dijimos y lo hemos estado diciendo desde el principio, las decisiones que ha tomado este gobierno han sido nefastas para el pueblo de Puerto Rico”, dijo Pierluisi en entrevista con WKAQ 580.

El Comisionado Residente enfatizó que muchos de los recientes aumentos se deben al arbitrio al combustible al considerar que este tiene un efecto multiplicador en la distribución de todo tipo de artículo.

“En la luz pasó una cosa bárbara, y es que en vez de pasarle al Pueblo, particularmente a los consumidores que no tienen nunca ningún tipo de incentivo, el ahorro por el cambio a gas natural en la planta de Costa Azul, han cogido y se lo pasan a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA). Las corporaciones son independientes una de otra y tú tienes que administrar cada una de esas corporaciones públicas bien. Viene ahora la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y va a estar cobrándole menos la luz a la AAA, y entonces, ¿quién va a pagar eso? El Pueblo”, sostuvo.

En tanto, Pierluisi lamentó la renuncia del presidente del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), Javier Ferrer, y entendió que esto pudo ocurrir porque este no está de acuerdo con la política fiscal del actual gobierno o porque no le están prestando atención a su asesoramiento.

Por otra parte, el también Presidente del Partido Nuevo Progresista (PNP) criticó la Reforma Legislativa por la aprobada asignación de un reembolso de $900 a cada representante que el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló aseguró son para gastos administrativos de las oficinas.

“¡Qué clase de reforma legislativa! Hicieron una promesa al Pueblo de que iban a reformar la Legislatura y aquí, otra vez, una reforma fatula”, expresó.

En horas de esta mañana, los representantes del Partido Popular Democrático (PPD) Sonia Pachecho y Luis Raúl Torres renunciaron a este reembolso de la Cámara de Representantes.

De igual forma, el exrepresentante del PPD, Eduardo Ferrer Ríos, admitió que esta orden es contraria a lo que se le prometió al Pueblo que sería la reforma legislativa.

Aunque hizo un esfuerzo por evitar entrar en la controversia con el liderato actual de la Cámara, Ferrer Ríos mantuvo su posición de que la reforma legislativa no se evaluó ni se aprobó correctamente.

Por otro lado, Pierluisi anunció que hoy se reunirá con el secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, y con la jefa de la Fiscalía federal en Puerto Rico, Rosa Emilia Rodríguez, con quienes discutirá el asunto de la reforma en la Policía y añadió que buscará ampliar los recursos que recibe Puerto Rico para combatir el crimen.

Por último, el Presidente del PNP garantizó que “hay luz al final del túnel, la luz es el PNP, vamos a seguir fiscalizando, vamos a seguir haciendo propuestas y vamos a seguir realizando recomendaciones. Sé que va a ser duro esperar hasta las próximas (elecciones)”.

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