El efecto dominó sobre el mercado municipal de bonos no está descartado en el escenario financiero de las próximas semanas tras la quiebra de la ciudad de Detroit
EL VOCERO / Archivo
El efecto dominó sobre el mercado municipal de bonos no está descartado en el escenario financiero de las próximas semanas tras la quiebra de la ciudad de Detroit, cuya deuda con sus acreedores (entre estos también se incluyen bonistas) pudiera sobrepasar los $20,000 millones.
Analistas de diferentes casas de inversión ya observaban con preocupación la posibilidad de una solicitud de la antigua meca de la industria automotriz para acogerse a la bancarrota, y ahora es una realidad que ha comenzado a tambalear las fichas sobre la mesa.
Algunos especialistas en temas financieros entienden que ante los problemas económicos de muchas ciudades, la vigilancia sobre los bonos municipales se incrementa ahora y esto podría hacer menos fácil el tráfico de este tipo de emisiones.
Puerto Rico es una de las jurisdicciones con amplia participación en el mercado de bonos municipales de Nueva York y es de todos conocido las dificultades que ha enfrentado el último año para poder acceder a los mercados para emitir deuda nueva o refinanciar la existente.
En el caso del Estado Libre Asociado, la racha de degradaciones de las agencias Moody’s Investor Service, Standard & Poor’s y Fitch Ratings, que mantienen gran parte de los bonos del gobierno de Puerto Rico a un peldaño del nivel de inversión especulativo o chatarra, eso podría complicar la situación.
En ese sentido, el anuncio reciente del equipo económico del gobernador Alejandro García Padilla, de que deberán tramitar una emisión de $600 millones de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), levanta doble expectativa sobre el “éxito” de la transacción, que podría efectuarse hacia finales de agosto. Esta será la primera salida del presente gobierno al mercado de bonos, tras adoptar un paquete de medidas impositivas para garantizar el cuadre del presupuesto público y el servicio de la deuda con los bonistas.
Analistas como Bill Larkin, de Cabot Money Management, según citado por USA Today, están claros que lo que decidan los inversores sobre las consecuencias de Detroit tendrá “un enorme efecto en el mercado de bonos municipales”.
Por eso, en el caso de que los inversionistas comiencen a exigirles más garantías a los emisores, esto podría elevar los costos para las ciudades, municipios y condados. No pocos estiman que tras los recientes vaivenes económicos y la crisis prolongada, cada vez resulta más riesgoso la compra de bonos municipales. Para los emisores de deuda con crédito cuestionado como Puerto Rico, un riesgo mayor se asume con tipos de interés más altos, en el mejor de los casos.
Por su parte, la publicación FORBES citó a Warren Pierson, gerente de portafolio de Baird Intermediate Municipal Bond Fund, quien planteó que el caso de Detroit muestra que los bonos municipales no estaban tan blindados como parecía y que no son iguales a los bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo cual podría provocar cambios en el comportamiento de los inversores.
“No estoy diciendo que los inversores deberían abandonar el mercado municipal, pero espero que Detroit aumente la sensibilidad al riesgo”, indicó Pierson, según citado por FORBES.
A un día de la noticia sobre la quiebra de Detroit, un artículo de la agencia de noticias Reuters indicó que los bonos municipales se redujeron drásticamente, síntoma de que la noticia “golpeó a un mercado ya inestable”.
1. Detroit estubo sistemáticamente enmascarando sus déficit con préstamos a largo plazo.
2. Enfrenta a más de 14,000 millones de dólares en pago de obligaciones en los próximos años.
3. La caída de la competitividad de la manufactura estadounidense llevó a la población de Detroit a caer en un 25 por ciento de 2000 a 2010, hasta los 713,000 habitantes, por debajo de la base de 750,000 de contribuyentes con las que se realizaban proyecciones de ingreso.
4. Detroit ha perdido alrededor de un 60 por ciento de su población desde la década de los 50, cuando contaba con más de 1.8 millones de habitantes.
5. Recibió una estocada casi de muerte en 2009 con las bancarrotas de General Motors y Chrysler, una crisis que también afectó a Ford y a toda la industria auxiliar.
En contraste con PR, la despoblacion que estamos sufriendo nos esta llevando por el mismo camino y esta siendo minimizada. PR esta endeudado hasta la coronilla y como va a pagar sus deudas si se reduce su fuerza laboral. PR ya no es competitivo en la manufactura ni para atraer inversion de capital.
Detroit es un espejo para PR y no se quiere mirar en el.
Jummm. Tax rates altos, despoblacion y demasiada influencia de las uniones en el gobierno son factores grandes q llevaron a la quiebra a Detroit. Parece q eso es lo q quiere Bathia para PR
El efecto dominó sobre el mercado municipal de bonos no está descartado en el escenario financiero de las próximas semanas tras la quiebra de la ciudad de Detroit
EL VOCERO / Archivo
El efecto dominó sobre el mercado municipal de bonos no está descartado en el escenario financiero de las próximas semanas tras la quiebra de la ciudad de Detroit, cuya deuda con sus acreedores (entre estos también se incluyen bonistas) pudiera sobrepasar los $20,000 millones.
Analistas de diferentes casas de inversión ya observaban con preocupación la posibilidad de una solicitud de la antigua meca de la industria automotriz para acogerse a la bancarrota, y ahora es una realidad que ha comenzado a tambalear las fichas sobre la mesa.
Algunos especialistas en temas financieros entienden que ante los problemas económicos de muchas ciudades, la vigilancia sobre los bonos municipales se incrementa ahora y esto podría hacer menos fácil el tráfico de este tipo de emisiones.
Puerto Rico es una de las jurisdicciones con amplia participación en el mercado de bonos municipales de Nueva York y es de todos conocido las dificultades que ha enfrentado el último año para poder acceder a los mercados para emitir deuda nueva o refinanciar la existente.
En el caso del Estado Libre Asociado, la racha de degradaciones de las agencias Moody’s Investor Service, Standard & Poor’s y Fitch Ratings, que mantienen gran parte de los bonos del gobierno de Puerto Rico a un peldaño del nivel de inversión especulativo o chatarra, eso podría complicar la situación.
En ese sentido, el anuncio reciente del equipo económico del gobernador Alejandro García Padilla, de que deberán tramitar una emisión de $600 millones de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), levanta doble expectativa sobre el “éxito” de la transacción, que podría efectuarse hacia finales de agosto. Esta será la primera salida del presente gobierno al mercado de bonos, tras adoptar un paquete de medidas impositivas para garantizar el cuadre del presupuesto público y el servicio de la deuda con los bonistas.
Analistas como Bill Larkin, de Cabot Money Management, según citado por USA Today, están claros que lo que decidan los inversores sobre las consecuencias de Detroit tendrá “un enorme efecto en el mercado de bonos municipales”.
Por eso, en el caso de que los inversionistas comiencen a exigirles más garantías a los emisores, esto podría elevar los costos para las ciudades, municipios y condados. No pocos estiman que tras los recientes vaivenes económicos y la crisis prolongada, cada vez resulta más riesgoso la compra de bonos municipales. Para los emisores de deuda con crédito cuestionado como Puerto Rico, un riesgo mayor se asume con tipos de interés más altos, en el mejor de los casos.
Por su parte, la publicación FORBES citó a Warren Pierson, gerente de portafolio de Baird Intermediate Municipal Bond Fund, quien planteó que el caso de Detroit muestra que los bonos municipales no estaban tan blindados como parecía y que no son iguales a los bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo cual podría provocar cambios en el comportamiento de los inversores.
“No estoy diciendo que los inversores deberían abandonar el mercado municipal, pero espero que Detroit aumente la sensibilidad al riesgo”, indicó Pierson, según citado por FORBES.
A un día de la noticia sobre la quiebra de Detroit, un artículo de la agencia de noticias Reuters indicó que los bonos municipales se redujeron drásticamente, síntoma de que la noticia “golpeó a un mercado ya inestable”.
Detroit: How the Motor City went bust
Detroit files for bankruptcy protection
STORY HIGHLIGHTS
Detroit emergency manager released a plan in June to restructure the city’s debt
City’s two pension funds filed suit to prevent retiree benefits from being cut in restructuring
Filing begins 30- to 90-day period to determine whether city is eligible for Chapter 9 protection
Nancy Kaffer, Stephen Henderson and Matt Helms, Detroit Free Press5:22 p.m. EDT July 18, 2013
DETROIT — The city of Detroit filed for Chapter 9 bankruptcy protection in federal court Thursday, laying the groundwork for a historic effort to bail out a city that is sinking under billions of dollars in debt and decades of mismanagement, population flight and loss of tax revenue.
The bankruptcy filing makes Detroit the largest city in U.S. history to do so.
The filing begins a 30- to 90-day period that will determine whether the city is eligible for Chapter 9 protection and define how many claimants might compete for the limited settlement resources that Detroit has to offer. The bankruptcy petition would seek protection from creditors and unions who are renegotiating $18.5 billion in debt and other liabilities.
«The fiscal realities confronting Detroit have been ignored for too long. I’m making this tough decision so the people of Detroit will have the basic services they deserve and so we can start to put Detroit on a solid financial footing that will allow it to grow and prosper in the future,» said Michigan Gov. Rick Snyder. «This is a difficult step, but the only viable option to address a problem that has been six decades in the making.»
Detroit Emergency Manager Kevyn Orr, who in June released a plan to restructure the city’s debt and obligations that would leave many creditors with much less than they are owed, has warned consistently that if negotiations hit an impasse, he would move quickly to seek bankruptcy protection.
Snyder signed off on the filing in a letter attached to court documents filed Thursday in U.S. Bankruptcy Court in the Eastern District of Michigan. A spokeswoman for Snyder did not immediately return telephone calls Thursday.
«It is clear that the financial emergency in Detroit cannot be successfully addressed outside of such a filing, and it is the only reasonable alternative that is available,» Snyder said in the letter granting his state-required approval. «In other words, the City’s financial emergency cannot be satisfactorily rectified in a reasonable period of time absent this filing.»
Snyder continued: «I have reached the conclusion that this step is necessary after a thorough review of all the available alternatives, and I authorize this necessary step as a last resort to return this great City to financial and civic health for its residents and taxpayers. This decision comes in the wake of 60 years of decline for the city, a period in which reality was often ignored.»
Orr’s spokesman Bill Nowling said, «Pension boards, insurers, it’s clear that if you’re suing us, your response is ‘no.’ We still have other creditors we continue to have meetings with, other stakeholders who are trying to find a solution here, because they recognize that, at the end of the day, we have to have a city that can provide basic services to its 700,000 residents.»
This week, the city’s two pension funds (which have claims to $9.2 billion in unfunded pension and retiree health care liabilities) filed suit in state court to prevent Orr from slashing retiree benefits as part of a bankruptcy restructuring.
Ambac Assurance Guaranty, which insures some of the city’s general obligation bonds, has also objected to Orr’s plan to treat those bonds as «unsecured,» meaning they’re not tied directly to a revenue stream and would receive pennies on the dollar of their value. Ambac, and other creditors, have threatened to file suit.
Sources agree that Orr’s deal with creditors, widely reported to be Bank of America Corp. and UBS AG, to pay a $344-million swap with a $255-million debtor-in-possession loan, is instrumental in the timing of the bankruptcy filing.
The deal gives the city access to $11 million a month in casino tax revenues that Orr has said is key to maintaining city services while negotiations, in or out of bankruptcy court, take their course with other creditors and unions.
Plunkett Cooney bankruptcy lawyer Doug Bernstein, who is not involved in the bankruptcy and is not representing any parties related to it, said Thursday that the filing was critical for the city, given a growing number of legal challenges.
On Monday, an Ingham County Circuit Court judge was scheduled to hold a hearing on the city workers’ and retirees’ challenge to stop the city from filing for bankruptcy protection. The employee groups, and separately the city’s two pension funds in another lawsuit, argue that the governor — who must and has authorized the bankruptcy filing — cannot do so if the filings include plans to reduce pension benefits, because the state’s constitution explicitly protects public pensions. If the state has such plans, it wasn’t immediately presented in the court filing.
Bernstein said preventing the court hearing Monday is probably a key part of the strategy behind a Chapter 9 petition by the city, because a ruling in favor of the employees could put a halt, at least temporarily, to any moves by Orr and Snyder to proceed with a bankruptcy petition. A bankruptcy filing immediately stays all such court proceedings.
«The stay kicks in as soon as the filing, whether it’s Friday or Monday,» Bernstein said before Thursday’s filing. «The key is taking advantage of the automatic stay. Because of the lawsuit filed by the pension funds and the hearings coming up Monday, it became a factor, so to the extent that (Orr) wanted to continue negotiations with creditors, now the city is forced to» file a Chapter 9 petition.
The 30- to 90-day eligibility fight could be prolonged beyond that time frame if creditors mount a significant challenge to Detroit’s eligibility for bankruptcy. In other communities that have filed for Chapter 9 protection, such fights have extended the process a year or more, including Jefferson County, Ala., and Stockton, Calif., two of the largest municipal bankruptcy filings so far in the United States.
Detroit’s bankruptcy is by far the largest of its kind in U.S. history, in terms of the city’s population of about 700,000 and the amount of its debts and liabilities, which Orr has said could be as high as $20 billion. Because of the stakes involved, and the impact on residents statewide, as well as 30,000 current and retired city workers and Detroit’s ability to stay in business, the case could be precedent setting in the federal judiciary. It also could set an important trajectory for the way troubled cities nationwide settle their financial difficulties.
Bernstein noted that Orr has said repeatedly his office would «negotiate with creditors until and unless we find that the negotiations won’t bear fruit, with the understanding that the city has a limited amount of time» for those talks.
City Council President Pro Tem Andre Spivey said he understood that negotiations Orr was having with creditors weren’t as fruitful has he’d hoped they be, and that he hopes the bankruptcy process will be relatively quick. But he stressed to residents that they needn’t worry about the impact of the filing immediately.
«City services we provide will not be shut down,» Spivey said. «We’ll still be providing services, but the challenge is where we’re going to get to as we go through the bankruptcy process.»
The city has lost more than half of its population over the last 60 years. In 1950, the city was the fifth-largest city in the country with a population of around 1.8 million. Today its population is estimated at just under 700,000.
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