Encubrimiento al más alto nivel.

09/23/2013 | Filed under: Política | Posted by: Francisco

Encubrimiento al más alto nivel.

Por José M. Saldaña, Ex presidente de la Universidad de Puerto Rico

Durante el programa de Kike Cruz en Notiuno 630 se dio al aire la noticia de que había 10 muertes en el hospital de la Universidad en Carolina que se habían mantenido ocultas por los pasados ocho meses. Se atribuían esas muertes a posibles infecciones nosocomiales con Acinetobacter baumanni. Las muertes han ocurrido, pero hasta el presente no se han podido vincular a infecciones con este organismo, sino más bien a las condiciones graves con las que estos pacientes fueron admitidos al hospital.

Llama la atención el encubrimiento de esta situación por parte del Departamento de Salud y la actual administración quienes tenían pleno conocimiento del asunto desde enero del presente año según evidenciado por las siguientes comunicaciones: El 25 de abril la Dra. Haydee Garcia Directora de la Oficina de Epidemiologia e investigación de ese Departamento le notificó por carta a la señora Ana Caraballo, Enfermera Epidemiológica del hospital, que ante esa situación se había iniciado un estudio epidemiológico. En un informe con fecha del 22 de julio de la División de Investigaciones de Salud SARAFS se señala que “ las alegaciones de la existencia de un brote se sustentaron pero el hospital estableció medidas de investigación y control y cumplió con los requerimientos existentes sobre la vigilancia reporte, manejo, control de infecciones nosocomiales y de notificación obligatoria “. Más adelante señala “la administración y la Junta de Gobierno del Hospital UPR, han implantado todas las medidas recomendadas por las guías del CDC para la prevención control y erradicación de bacterias multiresistentes (MDROs).”

Ante una situación tan seria, es imposible creer que el Secretario Joglar no le hubiera comunicado este importantísimo asunto al asesor principal de salud, a la Secretaria de la Gobernación y al gobernador (” los de más arriba”). Es imposible creer que la decisión de no comunicar la situación al país por no causar alarma, la haya tomado la directora de la división de epidemiologia Dra. Garcia. Esta es una decisión de política institucional y pública que solo la toma el jefe de la agencia, el gobernador o ambos. Esto se hizo obvio ante el señalamiento de la Dra. Brenda Miraba al renunciar a la posición de subsecretaria cuando señaló que el secretario Joglar renunció por no afectar a los de más arriba. Cuando se le ordena al Secretario Joglar –según informado- que destituyera a la Dra. Garcia, este se niega y renuncia. Obviamente el Secretario sabía que Garcia no era la responsable por el encubrimiento.

Estos funcionarios ocultaron una situación de extrema seriedad creándole al hospital un ambiente de falta de credibilidad en la comunidad por seguir la idea del gobernador de no llevarle al país noticias negativas para no deprimirlo.

El 12 de septiembre el gobernador sin el beneficio de los estudios que ahora se han iniciado – en una movida politiquera- responsabilizó a los administradores del hospital por toda esto y condenó a su Junta de Directores por darle un voto de confianza al Director Ejecutivo Domingo Nevarez. La estrategia de asalto a la UPR por el PPD había que culminarla con la destitución de Nevarez y el control del Hospital. Ya tienen a toda la Universidad bajo su control, ahora asuman la responsabilidad total.

Ríus sigue trabajando como anestesióloga

23 de septiempre de 2013 – Actualidad, Política, Puerto Rico, Salud, – Yennifer Álvarez-Jaimes @yalvarezjaimes

Recibió autorización de García Padilla

Foto ELVOCERO/ IngridTorres

A pesar que los exsecretarios de Salud, Iván González Cancel y Lorenzo González Feliciano recibieron fuertes críticas y se les impidió continuar su práctica privada mientras fueron parte del Gabinete, la doctora Ana Ríus, designada titular de Salud, continúa trabajando como anestesióloga en el Centro Médico, autorizada por el propio gobernador Alejandro García Padilla.

Una fuente reveló a EL VOCERO que Ríus estuvo trabajando este fin de semana en la sala de operaciones del Centro Médico como anestesióloga. Este rotativo se comunicó con la Oficina de Prensa del Departamento de Salud (DS) para obtener una reacción de la funcionaria pero las preguntas fueron referidas a La Fortaleza.

La secretaria de la Gobernación, Ingrid Vila Biaggi, dijo mediante comunicado escrito a este rotativo que “la doctora Ríus le solicitó al Gobernador mantenerse haciendo guardias durante ciertas horas los fines de semana, a lo que el Gobernador accedió”.

Vila Biaggi confirmó también que Ríus hizo guardias a pesar de aceptar el nombramiento como administradora de ASEM.

“La doctora Ana Ríus será una secretaria de Salud a tiempo completo y ejercerá esta posición en destaque del Recinto de Ciencias Médicas de donde es facultativo, al igual que cuando ejerció como directora de ASEM. El salario que recibirá por desempeñar sus funciones como secretaria de Salud será el mismo que recibía como directora de ASEM”, sentenció Vial Biaggi.

Ríus trabajó hasta el viernes como administradora de la Administración de Servicios Médicos (ASEM) y mantiene su práctica como anestesióloga desde hace 29 años.

El cuatrienio pasado, el empeño de González Cancel por continuar sus labores como cirujano cardiovascular le costó que el entonces gobernador Luis Fortuño lo destituyera al retirar su nombramiento como secretario de Salud.

Mientras, el exsecretario de Salud, González Feliciano tuvo que cerrar su oficina médica como siquiatra en Pensilvania ―donde residía previo a ser nombrado como titular― ante la presión pública y las denuncias tras su confirmación.

La secretaria de la Gobernación defendió además a través de un comunicado escrito el nombramiento de Ríus como secretaria de Salud interina tras la renuncia de Francisco Joglar.

Ayer, el portavoz del Partido Nuevo Progresista (PNP) en el Senado, Larry Seilhamer, alegó que el Primer Ejecutivo, “violó el artículo 173 del Código Político de Puerto Rico establece que el nombramiento interino debe contar con la aprobación del Senado, esto si no hay un subsecretario”.

El legislador alegó que con la renuncia de Joglar también renunció la subsecretaria Brenda Mirabal, “por lo que no se podía nombrar de forma interina a Ríus sin el consentimiento del Senado”.

No obstante, la Secretaria de la Gobernación rechazó el argumento y exhortó al legislador a dejar de lado las diferencias.

Aunque Ríus es reconocida en el campo de la anestesiología también ha sido investigada en el pasado por su ejecutoria como administradora de ASEM durante la administración del exgobernador Aníbal Acevedo Vilá. Precisamente, durante el cuatrienio pasado, la Comisión Conjunta de Auditoría Fiscal investigó alegadas irregularidades administrativas durante la incumbencia de Ríus en ASEM.

{Con excusas los PPD encubren todo pensando que el Pueblo es BOBO.}

Jorge Sánchez: “Mi error fue confiar”

Por: Omaya Sosa Pascual
Publicado: 23/09/2013 06:07 am

El presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y ex asesor ‘senior’ del Gobernador en Salud, Jorge Sánchez, se defendió de la vorágine de imputaciones y cuestionamientos que han surgido sobre su rol y responsabilidad en la debacle del Hospital UPR en Carolina y sostuvo que la responsabilidad que le toca es la de haber confiado en su subalterno, el administrador Domingo Nevárez.

El presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico, Jorge Sánchez, romipió el silencio sobre la crisis en una entrevista exclusiva con NotiCel. (Josian Bruno/NotiCel)

En una cándida entrevista exclusiva con NotiCel el domingo, concedida a insistencia de este diario digital tras el huracán causado por la revelación la semana pasada del explosivo informe del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) sobre el brote bacteriano en la institución, revelado por el Centro de Periodismo Investigativo, el doctor Sánchez respondió todas las preguntas que se le hicieron, incluyendo ofrecer su versión del tan cuestionado flujo de las comunicaciones sobre la crisis, y mostró el tracto de documentos que respaldan la cronología de su intervención en el problema. Asimismo admitió que hay piezas del rompecabezas que desconoce como la fecha exacta en la que el ahora exadministrador del hospital, Nevárez, recibió el informe del CDC y el nivel de conocimiento que tenía la Junta de Directores de la institución de la situación.

Asegura que no hubo encubrimiento de las 32 muertes de contagiados con la bacteria acinetobacter baumannii, al menos no de su parte, ni de parte de la jerarquía de la UPR. Entiende que sí hubo omisión (no quiso usar la palabra encubrimiento) de parte de Nevárez, quien fue el primero en recibir el informe del CDC y por un par de semanas no dijo nada sobre sus hallazgos más cruciales: que las muertes triplicaban las anunciadas por el también ahora exsecretario de Salud, Francisco Joglar, que la crisis no venía desde enero de 2013, sino por lo menos desde junio de 2012, y que las malas condiciones de higiene que dieron paso al brote continuaban ocurriendo. Joglar, quien repitió a la saciedad que había 10 muertos, renunció a su puesto abruptamente en medio de la crisis, antes de que se revelaran públicamente los hallazgos del CDC y no ha estado disponible para entrevistas. ¿De dónde sacó Joglar dicha cifra?, se le preguntó a Sánchez. Dijo que entiende que salió de Nevárez, pero que no tiene evidencia al respecto.

“Aquí no ha habido encubrimiento de nadie. ¿Qué era responsabilidad publicarlo? Era responsabilidad de él (de Nevárez). Él no tenía que esperar que el Presidente de la Junta de Gobierno le diga lo que tiene que hacer. ¿Qué pasado Presidente se ha metido en esto? Ninguno”, dijo Sánchez.

Nevárez también ha rechazado múltiples pedidos de entrevista de este medio para dar su versión.

Sánchez, quien dejó de ser asesor del Gobernador en mayo para asumir la presidencia de la Junta de Gobierno de la UPR, dijo que vino a saber del problema del hospital por primera vez en junio de 2013 por Joglar una vez asumió funciones en la UPR, y en ese momento pidió información a Nevárez quien le remitió varios informes que mostró a NotiCel. Ninguno de ellos habla de muertes y Nevárez le dijo que el asunto estaba “bajo control”.

“El pecado mío fue aceptar esa posición y haber confiado en ellos. El error mío fue confiar. Yo debí de haber insistido”, afirmó.

Un mes más tarde, Joglar le informó que el problema continuaba y decidió pedirle primero a Nevárez, y luego al propio Joglar (a quien correspondía la responsabilidad) que llamara al CDC.

“El Secretario me dijo que era un problema serio. Yo pregunté cuál era la alternativa y él dijo que el CDC”, explicó.

Precisó que vino a recibir el informe del CDC –documento que tiene fecha del 28 de agosto- de manos de Nevárez el pasado 11 de septiembre, momento en que se dio cuenta de que la situación era mucho más seria de lo planteado hasta la fecha por el funcionario, aunque no se percató del aumento en el número de fallecidos hasta dos días después. Según explicó, al momento entendió que la cifra se refería a la cantidad de muertes totales en el hospital, no a las de pacientes contagiados por la bacteria. Pero sí vio de inmediato que el número de contagiados en siete meses sobrepasaba los 60, y que el brote había comenzado al menos en junio de 2012.

En ese momento es que por primera vez llama al gobernador Alejandro García Padilla y le habla de asunto. Esa misma noche celebraron una reunión de emergencia en La Fortaleza en la que participaron el Gobernador, la secretaria de la Gobernación Ingrid Vilá, y Joglar, llamaron al principal investigador del CDC, el Dr. Nora Chea, a ver si era necesario cerrar el hospital. Chea dijo que no y que no había forma de evidenciar relación directa entre el contagio y las muertes.

Dos días más tarde, el pasado viernes 13 de septiembre, releyó el informe ante una pregunta que le fue realizada por NotiCel, según admitió, y fue que entendió que las muertes de pacientes contagiados eran muchas más que las 10 divulgadas por Joglar. Acto seguido, involucró a la Junta de Gobierno de la UPR y le solicitó a los miembros el que se asumiera el control total de la situación. Estableció un comité epidemiológico que respondiera directamente a la Junta de Gobierno. Pidió en una moción a la Junta de Directores del hospital que solicitara la renuncia a Nevárez. Según dijo, los otros cuatro miembros, incluyendo su recién inaugurada presidenta Celeste Freyte, no estuvieron de acuerdo, querían darle más tiempo al funcionario por lo que abandonó la reunión. No obstante, en su ausencia votaron a favor de la misma de forma unánime por lo que esa misma noche Nevárez salió del puesto.

A preguntas de NotiCel sobre quién o quiénes son a su juicio los principales responsables del mal manejo de la situación, Sánchez repasó la línea de responsabilidad en el control de infecciones en el hospital y la cadena de fallas en la misma.

En resumen, todo el mundo falló, él incluido, pero la responsabilidad última y directa de todo lo que ocurría en el hospital relativo a la calidad de los servicios era del administrador Nevárez, según establece el reglamento de la Comisión Conjunta Acreditadora de Facilidades de Salud, y la responsabilidad de supervisarlo a él en caso de que fallase, de la Junta de Directores de la institución que es presidida por el Presidente de la UPR. No obstante, la realidad es que dicha silla ha cambiado de titular en tres ocasiones en lo que lleva la crisis –Miguel Muñoz, José Lasalde, y Freyte- y el organismo no se involucra directamente en los asuntos del día a día del hospital, indicó. Corresponde ahora revisar las minutas de dicha Junta para saber con exactitud qué sabía el organismo entre junio de 2012 y septiembre de 2013, sostuvo.

Él mismo pasó a formar parte de la junta del hospital en mayo de 2013, pero nunca pudo asistir a las dos o tres reuniones que se celebraron desde entonces, según reconoció aduciendo a la carga de trabajo que tiene como Presidente de la Junta de Gobierno de la UPR.

No corresponde al Presidente de la Junta de Gobierno de un sistema universitario controlar y reportar públicamente sobre una infección en su hospital, dijo. Se involucró en el problema, pese a que no le correspondía, por la pasión y compromiso que ha tenido toda la vida por el sistema de salud del país y por la importancia que la institución reviste tanto desde el punto de vista de servicios como de la enseñanza médica graduada en Puerto Rico, acotó.

“Yo no tenía que meterme en esto, pero bueno que me pase. Yo no tenía responsabilidad directa”, sostuvo el dermatólogo.

Ante la ciudadanía, el responsable era el entonces secretario de Salud y su recomendado para el puesto, Joglar, quien falló en no ser proactivo y no meterse de lleno en el hospital desde que supo de la situación en abril asumiendo los poderes que su cargo le confieren, que incluyen los de investigar a la institución y retirarle la licencia de operación, de ser necesario, así como contactar de inmediato al CDC.

¿Cuál fue su responsabilidad?, se le preguntó. Sostuvo que al final del día la UPR es la dueña del hospital y la Junta de Gobierno el organismo que supervisa al Presidente de la UPR, por tanto si éste fallaba como jefe de la junta del hospital, como en efecto ocurrió, le correspondía a él intervenir, pedir explicaciones y actuar, como finalmente hizo el pasado 13 de septiembre.

En retrospectiva, dijo, debió de pedir más información, y divulgar públicamente la situación tan pronto tuvo conocimiento en junio de 2013 en vez de confiar en la versión de Nevárez.

“En junio debí de haber insistido en que se hiciera público”, puntualizó.

Sánchez aprovechó para asegurar que Joglar nunca fue su marioneta, como se ha dicho, y señaló que renunció no porque fuese responsable de la crisis del Hospital UPR, sino por todos los embates recibidos desde que asumió el cargo, incluyendo su manejo de la epidemia de influenza y los conflictos de intereses relacionados a sus pasadas funciones en Triple S. La responsabilidad que se le atribuyó públicamente por la crisis fue sólo la gota que colmó la copa.

El día que Joglar renunció al puesto, la ahora también subsecretaria Brenda Mirabal, dijo que Joglar se iba para proteger a gente más arriba. ¿A quién se refería ya que por encima de él solo estaban usted, Vilá y el Gobernador?

“No sé a qué se refería”, indicó atribuyendo la declaración de Mirabal a su emotividad en el momento.

Sobre informaciones obtenidas por NotiCel de que algunos de los investigadores de la crisis andan tras su cabeza, el titular, quien es además dermatólogo y catedrático y parte hoy lunes una semana para Italia a dar una conferencia médica en la Convención de la Sociedad Internacional de Dermatología, irónicamente sobre enfermedades infecciosas y ha dedicado buena parte de su vida a temas universitarios y de salud del país, no pudo ocultar su decepción con el servicio público.

“El mal de Puerto Rico no es la bacteria del hospital, sino el alma de muchas personas en Puerto Rico”, concluyó.

Para ver el informe del CDC visite el Centro de Periodismo Investigativo aquí.

Ver también:

Sánchez falló en el manejo de información sobre Hospital UPR (documentos)

Desde 2012 negligencia con bacteria en Hospital UPR (documento)

Sin foro administrativo los pacientes de Carolina gracias a Rossana López

Por: Eva Laureano/Para NotiCel
Publicado: 22/09/2013 10:12 pm

Querellas de pacientes privados y de Medicaid que pudieron haber muerto o que sufrieron daños debido a un brote bacteriológico en el Hospital de la Universidad de Puerto Rico en Carolina no podrán ser atendidas por la Oficina del Procurador de Paciente.

La senadora Rossana López la semana pasada durante las vistas en torno al brote bacteriano en el Hospital UPR. (Josian Bruno/NotiCel)

Esto es porque la Ley Número 77 del 2013, la cual eliminó el Procurador de la Salud para crear la Oficina del Procurador del Paciente, le restó jurisdicción a la entidad que ahora solamente puede atender querellas de pacientes de reforma.

No obstante, la nueva procuradora interina del Paciente, Sandra Román ha mantenido silencio ante lo sucedido en el hospital de la UPR en Carolina. NotiCel fue informado que Román no está otorgando entrevistas y fuentes aseguran que tampoco ha intervenido en la situación.

No se sabe cuántos de los 32 pacientes que pudieron haber muerto a consecuencia de la Acinetobacter Baumanni o de los más de 70 que contrajeron la misma eran pacientes privados y cuantos era beneficiarios de Mi Salud.

El ex procurador de la Salud, Carlos Mellado, ya había advertido un mes antes de que se hiciera público lo del brote bacteriológico en Carolina que la ley de la autoría de la senadora popular Rossana López le quitaba poderes al procurador en detrimento de los pacientes.

“La aprobación de esta ley afecta negativamente al 55 por ciento de los pacientes de Puerto Rico. Aún más, se pierde jurisdicción con los pacientes de Medicaid, Fondo del Seguro del Estado, Administración de Compensaciones por Accidentes de Automóviles (ACAA) y pacientes privados, ya que la nueva Ley va dirigida únicamente a los beneficiarios de la Reforma de la Salud”, dijo Mellado.

El ex procurador también indicó que la normativa socava la Ley 194 de 2000, conocida como la Carta de Derechos y Responsabilidades del Paciente.

Mellado añadió que los pacientes que no sean de MI Salud (Modelo Integrado de Salud) no podrán ir a la Oficina del Procurador a buscar un remedio, si no que tendrán que recurrir a los tribunales por derecho propio, amparados y costeado por ellos mismos. Estos pacientes y sus familiares, según reseñado por NotiCel, solo podrían obtener hasta $75,000 en compensación por daños y hasta $150,000 en el caso de que hallan varias causas por daños.

NotiCel contactó a López en su oficina y por medio de su oficial de prensa pero esta no devolvió llamadas para preguntarle acerca de la medida del Procurador.

El director de la Administración de Salud Mental y contra la Adicción (ASSMCA), Salvador Santiago, instó a pacientes de reforma que entiendan que no han recibido un servicio de calidad a ir a la Oficina del Procurador del Paciente, a la misma Administración de Servicios de Salud y en el caso de pacientes mentales a ASSMCA o a la Fundación Puertorriqueña Pro Salud Mental (NAMI, por sus siglas en inglés) a llevar sus querellas.

“Los foros los hay”, insistió.