Los maestros y maestras del sistema de educación están que arden de coraje tras el anuncio de que su sistema de retiro sufrirá modificaciones.

A juzgar por la opiniones de varios entrevistados, no solo el enojo es generalizado, sino que incluso estarían considerando acciones de protestas.

“Yo estoy bien disgustada”, dijo Frances González, maestra de educación especial con 33 años de servicio. “Los maestros siempre pagamos más que los otros por nuestro retiro, somos de los profesionales que menos nos pagan y menos valoran, y ahora nos quieren perjudicar”.

“En mayo puse mi retiro. Yo adoro mis niños (estudiantes) y me encanta mi trabajo, pero ahora en diciembre, me voy”, añadió González.

“Estoy contando los días, me quedan 53. Y lo digo con mucha pena, con gran pesar, porque no quería irme, tengo fuerzas todavía”, afirmó González, quien aseguró contar con maestría y sobre 800 horas de estudios continuos.

Mysabel Vázquez Gómez, maestra de inglés de escuela intermedia, lamentó que no les hayan hablado claro de lo que pretenden hacer con su retiro. “Lo que sabemos es por la prensa. Y parece que quieren aumentarnos los años (de requisito mínimo) para poder retirarse”, comentó Vázquez. “Esta es una profesión que agota muchísimo, que lo revienta a uno. Aumentar los años sería criminal, ridículo”, añadió.

Mientras, Benjamín Medina, maestro de escuela intermedia con 25 años de experiencia y cuya esposa también es maestra, aseguró “haber visto los vaivenes de los cambios de gobierno y esto es lo último que podía pasar”.

“No hemos tenido aumento en 10 años, son golpes por todas partes, y encima nos dicen que hemos dejado de dar una enseñanza de excelencia. ¡Ya basta! No aguantamos más. Por eso se está yendo tanto maestro”, reclamó Medina, quien aseguró que la preocupación “es general” en el magisterio. “Algo se está cocinando y no es nada bueno”.

Raquel Alemán, maestra de ciencias de escuela intermedia dijo que, en su caso, ella es abogada y se puede permitir no depender del plan de retiro magisterial. “Pero me preocupa mucho mis compañeros. No vemos aumento hace tiempo, estamos mal pagados y además nos quieren quitar el retiro… Hay mucha incertidumbre”, indicó la educadora.

La maestra de ciencias añadió que pese al ambiente de estrés en que trabajan, a veces entre caseríos en guerra que de por sí suponen una preocupación de seguridad, los culpan por los malos resultados en las pruebas puertorriqueñas y otros problemas. “El maestro tiene la moral por el piso, y le quieren tocar su retiro, que es lo único que tienen”.

“Quiero que sepa el gobierno que no nos vamos a quedar tranquilos. Lo que tenemos lo hemos conseguido luchando, con huelgas si hace falta”, advirtió González.