Mayita planta bandera en el Puerto

Suministrada

Meléndez añadió que no se dejará desenfocar por la agenda traicionera y mezquina del representante Vassallo, quien radicó un proyecto de ley para quitarle a Ponce los poderes sobre su puerto mientras votó a favor de conceder amplios  poderes y facultades al Municipio de Mayagüez para el suyo con la aprobación de la Comisión del Puerto de Mayagüez.

La iniciativa de Vassallo busca eliminar a Meléndez como miembro de la Junta de Directores, arrebatarle la franquicia a Ponce reestructurando su Junta de Directores y dándole el  voto decisivo a una persona designada por el Gobernador de Puerto Rico; además busca autorizar que los contratos que negocie la Autoridad,  por su reconstituida Junta de Directores, perduren y deban ser respetados por el Municipio de Ponce por los años que esos contratos se hayan negociado y aunque se le “devuelva” a Ponce su franquicia después de 10 años.

Asimismo, la alcaldesa destacó que el gobernador Alejandro García Padilla se ha manifestado reiteradamente a favor de la propuesta de desarrollo del Puerto de las Américas promovida por la Autoridad del Puerto de Ponce y había indicado que cualquier cambio a la ley de la Autoridad del Puerto de Ponce sería en consenso con el municipio.  El equipo de trabajo municipal hizo gestiones para comenzar las reuniones de discusión de las enmiendas que serían el producto del consenso.

Por último, Meléndez reclamó que bajo su administración se logró diseñar una nueva estrategia de negocios para el Puerto enfocada en la necesidades de la industria marítima actual, una legislación para conceder $59 millones a la Autoridad del Puerto de Ponce, incrementar la llegada de barcos cruceros, aumentar la duración de los contratos de arrendamiento y el potencial para desarrollar el Puerto de Ponce como el principal puerto de Puerto Rico.  Pero, aunque se ofrecieron estas alternativas, no ha habido un desembolso de fondos para apoyar estas soluciones.

«El despegue sólo esperaba el compromiso de desembolso de fondos que ya se había autorizado por legislación, el tiempo de acción sólo dependía de la voluntad del Gobierno Central de apoyar nuestra solución, según admitido públicamente.  Reclamar que en año y medio nos correspondía sacar el Puerto de las Américas de todos los problemas en que éste se encuentra, sin asignar  y entregar el dinero necesario para su desarrollo, constituye el acto de  demagogia más  bajo en que pueda incurrirse políticamente para justificar la afrenta que se intenta contra el pueblo de Ponce», sostuvo Meléndez Altieri.

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