El superintendente interino de la Policía, coronel Héctor Agosto Rodríguez, se comprometió ayer a revisar el presupuesto de la agencia con miras a localizar alguna partida presupuestaria para el próximo año con la que puedan pagar la totalidad de los días en exceso acumulados de la licencia por enfermedad o tramitar alguna solicitud a la Legislatura para que les asigne los fondos necesarios.

Sus declaraciones surgieron tras las advertencias de líderes gremiales de policías sobre un posible aumento en el ausentismo en periodos críticos para el país, luego de que el Gobierno confirmara que solo se le pagarán cinco días acumulados del exceso de esa licencia como parte de las medidas temporeras que fueron aprobadas el 1 de julio como parte de la Resolución Conjunta del Presupuesto General ante la crisis fiscal que enfrenta el país.

En un memorando circulado el 15 de noviembre a todos los jefes de agencia, el director de la Oficina de Capacitación y Asesoramiento en Asuntos Laborales y de Administración de Recursos Humanos, Harry O. Vega, informó que como se dispuso en la Resolución Conjunta del Presupuesto General solo se pagarán cinco días de los acumulados en exceso de la licencia de enfermedad y el balance de dicho exceso podrá ser utilizado como una licencia de vacaciones.

Agosto indicó que sería necesaria una partida de alrededor de $30 millones para poder hacer el pago total de estos beneficios a los 15,000 policías y empleados civiles de la agencia, basándose en el desembolso del año pasado que deberá hacerse según está establecido por ley antes del 30 de marzo del 2014.

“No se puede tramitar ningún tipo de dispensa o reconsideración a esa decisión tomada porque es un asunto legislado”, sostuvo Agosto, quien ya le comunicó la situación al designado superintendente James Tuller.

“A esos efectos corresponde que la Policía estudie lo que tiene que ver con su presupuesto y poner la información a disposición de la Legislatura y que entonces pueda haber la voluntad de estudiar si es viable para el próximo año que se pueda aumentar esa partida presupuestaria para hacer un pago mayor de los cinco días para los cuales ya hay legislación”, añadió en una rueda de prensa en el Cuartel General.

En el documento circulado se detalla que los empleados con excesos de 90 días por licencia de enfermedad, al 31 de diciembre del 2013, solo recibirán el pago de hasta un máximo de cinco días. Y aquellos que hayan acumulado hasta un máximo de 108 días, podrían disfrutar los restantes días hasta un máximo de 13 días de forma similar a una licencia regular de vacaciones antes del 30 de junio del 2014.

El funcionario, que ya le comunicó la situación al designado superintendente, James Tuller Cintrón, le hizo una exhortación a los uniformados para que cumplan con el compromiso que tienen con la seguridad de Puerto Rico.

“Nosotros, más allá de si es posible de pagar el exceso de estos cinco días, tenemos un compromiso con el Pueblo, este es el ente de seguridad pública más grande que tiene el país y el responsable de garantizar la seguridad de un pueblo e independientemente, nosotros sabemos que cruzamos por un proceso difícil en lo que es la economía del país y por consiguiente todos tenemos que poner de nuestra parte”, aseguró Agosto.

El año pasado el retraso en el pago de los días por exceso de la licencia de enfermedad provocó una avalancha de ausentismo durante la celebración de las Justas Intercolegiales y de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI).

Agregó el funcionario, que todavía no ha terminado las investigaciones administrativas iniciadas el año pasado en torno a las decenas de policías que se reportaron enfermos en momentos en los que se especulaba que el Gobierno no les iba a pagar su dinero acumulado ya que están en esperan de una decisión del Tribunal Apelativo respecto a las pruebas de polígrafo a las que iban a ser sometidos los agentes para determinar el curso a seguir.

“En un momento tan difícil como este yo entiendo que va a haber la voluntad, siempre hay sus excepciones en todas partes y podría reflejarse algún tipo de aumento no muy significativo que digamos pero en la inmensa mayoría de los policías existe el compromiso de servirle al pueblo como siempre lo han hecho”, finalizó el coronel.

Aún sin contar el impacto de la reducción de operaciones en Pfizer y Merck, el número de trabajadores en la manufactura -el principal sector económico de Puerto Rico- cayó en octubre a unas 75,400 personas, uno de los niveles más bajos en los pasados 10 años.

Tal caída se agregó a la baja de 21,200 empleos en el sector público y a otros 6,100 empleos en la construcción.

La pérdida de empleos en estos sectores fue tal que la mejoría que exhibe el empleo agrícola y en comercio o turismo no evitaron que en septiembre y octubre pasados, el desempleo aumentara hasta alcanzar 14.7%. Este es el nivel más alto que se registra desde marzo del 2012.

Ayer, el secretario del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), Vance Thomas, justificó el indicador, que ahora se mueve al alza por cuarto mes consecutivo.

Los datos de empleo en Puerto Rico no estuvieron disponibles desde agosto pasado por el cierre del gobierno federal, lo que afectó las operaciones del Negociado de Estadísticas de Empleo.

Según Thomas, el año pasado, el empleo público aumentó por ser año de elecciones. Además, las modificaciones a las leyes retiro pudieron contribuir a que unas 40,000 personas se acogieran a la jubilación en relación a octubre del año pasado.

En contraste, el número de personas buscando empleo aumentó en 19,000 personas. Según Thomas, esto puede ser fruto de los esfuerzos en favor de la creación de empleos que impulsa el Gobierno.

De una u otra forma, lo indisputable según el economista Orlando Sotomayor, es que los meses de septiembre y octubre reflejan “una debilidad generalizada” del mercado laboral, se reflejará en el Indice de Actividad Económica. Este había retrocedido 5% hasta agosto pasado.

Según Sotomayor, la tendencia no solo es a la baja sino que las caídas porcentuales, incluso son mayores que las registradas a principios de año, particularmente en el empleo asalariado no agrícola.

El catedrático en Economía de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez destacó que en ese renglón, Puerto Rico perdió unos 47,000 entre octubre del 2012 y el mes pasado.

“Las consecuencias son serias porque la ausencia de evidencia de vida en nuestra economía, nos acerca peligrosamente al día de la degradación. En ese momento, las consecuencias para el mercado de trabajo serán todavía peores”, dijo el economista.

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