La cadena local de yogurt helado Blizz cerró esta semana dos de sus tiendas, y volvieron a tener solo el negocio original, en el Viejo San Juan.

Berenice Pagán propietaria, junto a su esposo, de la cadena que abrió en el 2010, indicó que la baja en ventas y el aumento en los costos operacionales golpearon a la empresa.

Blizz fue la segunda tienda de yogurt helado en abrir, antes de que comenzara el boom de este tipo de negocios. La empresaria relató que el concepto era original de ellos, a pesar de que resultó que ya había una franquicia con el mismo nombre en Estados Unidos, por lo que llegaron a un acuerdo de uso concurrente.

Tras dos años de operación exitosa en Viejo San Juan, Blizz se embarcó en un plan de expansión. En el 2012 abrió un local en Cupey, en la Winston Churchill, y en el 2013 se estableció en Caguas y en Guaynabo.

“En diciembre cerramos Guaynabo; y esta semana fueron Caguas y Cupey. No las pudimos mantener porque las ventas se redujeron de 70% a 80%. Hicimos muchas cosas para tratar de recuperarnos, promoción, cambios de horarios… hasta que no pudimos más. Estamos en pérdida”, dijo Pagán.

A su juicio, la pérdida de población de la Isla y las políticas gubernamentales para hacer negocios aquí fueron parte de los factores que afectaron a Blizz. Incluso, comentó que en medio de las dificultades económicas y el cierre de su tienda de Guaynabo, la compañía solicitó una dispensa en el pago del bono de Navidad, la cual fue denegada.

“Hay muchas cosas que nos dificultan hacer negocios. Lo dicen y lo dicen, y uno no lo cree hasta que te toca a ti… Perdimos miles de dólares tratando de mantener el negocio vivo”, añadió, al tiempo que mencionó que la del Viejo San Juan se sostiene por el aumento en el flujo de turistas que, según dijo, es “poco y lento”, pero que se está viendo en la zona histórica.

Pagán lamentó el impacto del cierre en los empleados, en su mayoría estudiantes universitarios. Además, de que muchos eran familiares y amistades de la pareja.

“Es frustrante. No te imaginas todas las noches que llevamos sin dormir mi esposo y yo, pensando en qué hacer. Es como estarse ahogando y no tienes cómo salir del agua. Es un sentimiento de pérdida y frustración bien grande”, expresó, al tiempo que comentó que confía en que la economía se recuperará y podrán retomar los planes de crecimiento de Blizz.