Érase una vez un partido político al que se le escuchaba vehementemente en la pasada campaña prometer aumentos salariales, empleos en el servicio público, convenios colectivos con jugosos acuerdos y aumentos en el gasto público. Ese mismo partido hizo un llamado a los sindicatos para que los apoyaran, y así cuando ellos llegaran al poder, las exigencias que se les hicieran las pondrían en vigor.
En el pasado, protestaron la disciplina fiscal y el cuadre de las finanzas públicas. Criticaron que se le hablara con la verdad al pueblo, y en cambio, lo que hicieron fue demonizar todo avance que se había hecho para beneficio del bolsillo de los contribuyentes.
Usted que me lee, sabe a quiénes me refiero. Hoy, ese mismo partido, que por los pasados 18 meses aumentó el gasto público a fuerza de más de $1,500 millones en nuevos impuestos, está enfrentando una crisis sin precedentes a consecuencia de sus acciones. Aprobaron la Ley de Sostenibilidad Fiscal de manera atropellada y sin ningún sentido, y con ello, rompieron una de las más importantes alianzas políticas que habían cosechado a través de la historia. Hoy vemos cómo las protestas que ellos mismos apoyaban e incitaban hace menos de 2 años, actualmente las reprochan.
Ahora atacan a la UTIER. Sí, al mismo sindicato que apoyaron en una huelga en medio del proceso eleccionario del 2012, porque bajo el PNP no se había firmado el convenio colectivo que estaba negociado en un 80%. Resulta interesante que tan pronto pasaron las elecciones esa huelga terminó y luego de 2 años, ese convenio está paralizado.
¿Qué esperaba el liderato del gobierno del Partido Popular? ¿Que los sindicatos no se acordarían de las promesas que les hicieron? Los entramparon y ahora no pueden cumplir. Se les dijo una y otra vez, pero la politiquería pudo más.
En el 2008 el Partido Popular dejó la peor crisis fiscal que Puerto Rico había hasta entonces enfrentado. Nos obligaron a 4 años en los que hubo que hacer grandes sacrificios. Faltaba mucho por hacer, pero logramos reencaminar a Puerto Rico hacia el crecimiento. Ahora, con sus políticas económicas desacertadas, han echado por la borda todo el progreso que se había alcanzado. ¿Consecuencias? Tan recientemente como el pasado miércoles Standard and Poor’s degradó el crédito de la Autoridad de Energía Eléctrica por falta de liquidez, las demás corporaciones públicas también han sido degradadas durante este cuatrienio, la deuda del gobierno central fue declarada ‘chatarra’ en marzo pasado y está en ciernes otra degradación aún peor.
El término ‘chatarra’, muy acuñado para referirnos a la clasificación del crédito en el que se encuentra el gobierno de Puerto Rico, define claramente la credibilidad de este gobierno con los sindicatos. Habiendo sido parte del proceso de negociación de más de 30 convenios colectivos y como mediador en conflictos obrero-patronales, tengo la certeza de que un paro general no es la solución y que el dialogo debe seguir.
Les hago un llamado a los sindicatos. No basta con protestar y luchar por sus intereses. El pueblo quiere verlos apoyando soluciones para salir de la crisis económica, aunque tengan que ceder en algunos aspectos. Sean proactivos y no se echen de enemigos al pueblo. Eviten un nuevo entrampamiento demostrando que son parte de la solución, no del problema.
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