A Kenneth le conocí cuando bajo la presidencia de Carlos Romero Barceló, yo era miembro del Comité Ejecutivo del PNP, al igual que su señora madre doña Nivia Hernández. Kenneth se destacaba por su inteligencia y dedicación en la defensa del ideal de la estadidad.Fue electo senador y le tocó presidir el Senado de Puerto Rico en un momento bien difícil bajo la gobernación de Aníbal Acevedo Vilá. Demostró su capacidad, integridad y liderazgo cuando resistió los intentos del ex gobernador Pedro Roselló de desbancarlo de la presidencia. Roselló, que llegó al senado cuando el senador electo por Arecibo Victor Loubriel renunció, pretendía que Kenneth renunciara a la Presidencia del Senado para él ocuparla.
Bajo la gobernación de Luis Fortuño fue nombrado Secretario de Estado y bajo su incumbencia le dio una nueva dimensión al Departamento de Estado, convirtiéndose en un verdadero Secretario de Estado, que es el segundo en mando en Puerto Rico. Una vez más demostró su inteligencia y capacidad.
Todo lo anterior lo relaciono ya que llegó a mí poder un escrito de Kenneth sobre el color de nuestra bandera el cual relata hechos históricos, algunos de los cuales desconocía.
“Como es harto conocido, en un arrebato de poca originalidad la bandera diseñada en Nueva York para representar la colonia española de Puerto Rico durante la última década del siglo XIX es la bandera de Cuba con sus colores invertidos. Para determinar qué tonalidad de azul se usó entonces para nuestro triángulo no hay más que buscar que tonalidad de azul se usaba para las franjas de la bandera cubana que sirvió de modelo para la nuestra.
La bandera de Cuba hoy usa el azul marino, no el azul cielo, en sus franjas. Así pues, la respuesta sería que nuestro triángulo debe ser azul marino. Así parece, pero no. La bandera cubana de hoy es una versión transformada de la bandera cubana de la última década de siglo XIX. Entonces, el azul de sus franjas era un azul cielo, tan claro que cuando, lograda la independencia y establecida su Marina, la enseña nacional que flotaba en sus navíos en alta mar se reducía a un triángulo rojo en la distancia cuando las franjas se tornaban indistinguibles ante el azul del cielo y del mar. Debido a ello, Cuba decidió oscurecer sus franjas al azul marino, o “Navy blue”, para que su enseña no perdiera su integridad o visibilidad en alta mar ante el trasfondo del cielo o del mar.
Sin embargo, ese cambio, ese oscurecimiento de las franjas cubanas se hizo mucho después de diseñarse la bandera puertorriqueña, de manera que la versión históricamente correcta de la nuestra es con triángulo en azul cielo.
En 1952, cuando la bandera puertorriqueña pasó de la proscripción a la legalidad, solo se legisló la palabra ‘azul’, y nuestra Constitución no permite que esa palabra se cambie u modifique así porque sí.
La ley de 1952 permite que todos flotemos nuestra bandera puertorriqueña, con cualquier tonalidad de azul en su triangulo, junto a nuestra enseña nacional con las estrellas blancas de la igualdad que los estados disfrutan asentadas sobre un rectángulo en azul marino.
A fin de demostrar mis raíces en un partido que tolera y promueve la diversidad de pensamiento, como Presidente del Senado, frente al Capitolio izábamos la bandera con el azul marino, pero en el hemiciclo, junto al Navy Blue de la enseña nacional, exhibía la monoestrellada con el azul cielo. Demostraba subliminalmente, sin alarde alguno, que todas las tonalidades de azul, indistintamente, son nuestras y que ninguna será cedida por estadista alguno que tenga confianza plena de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos.”
Kenneth demostró ser un gran Presidente del Senado, un gran Secretario de Estado y un gran puertorriqueño.
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