Las clases de kindergarden en las escuelas públicas de Puerto Rico serán mínimamente de 28 estudiantes y las de otros grados de 25, sin que haya un tope establecido en ninguno de los dos casos. Los periodos de clases también los van a aumentar de 50 a 60 minutos a partir de agosto, lo que va a dejar a los maestros sin su periodo de planficación docente.

La presidenta de la Asociación de Maestros, Aida Díaz, denunció que el Departamento de Educación emitió una nueva circular, la Circular #37 2013-2014 , que le reduce además los créditos a los estudiantes que se gradúen tanto de escuela superior como de intermedi.

El nuevo requisito de graduación será tomar 18 créditos, no 21, “lo que los priva a los estudiantes de una educación integral”, según Díaz.

En cuanto a la enseñanza de Bellas Artes y Salud, tanto la Asociación de Maestros como la Federación de Maestros de Puerto Rico indicaron que esa materia será limitada para los estudiantes de kínder a tercer grado.

En esos grados, ambas materias se podrán integrar a otras clases.

Díaz dijo que Educación también dictaminó que en kínder el inglés lo puede enseñar un maestro que no esté especializado en el aprendizaje de ese idioma, si es que no cuenta con el recurso.

La Circular provee incluso para que el número de estudiantes de educación especial que atienda el maestro de salón recurso aumente de 20 a 25.

La presidenta de la Federación de Maestros, María E. Lara, explicó que la nueva circular sustituye otra que se había emtido hace apenas cuatro meses, documento con el que ya se habían organizado las escuelas para el reinicio de clases de agosto.

“En otros países se ha entendido necesario limitar el tamaño de los grupos para que el proceso de enseñanza sea más efectivo. Aquí vamos hacia atrás en ese aspecto”, expresó la educadora.

Lara llamó la atención a que con grupos más grandes y periodos más de clases más largos, habrá más excedente de maestros.

“La reubicación masiva de maestros debido a estas nefastas medidas provocará más desempleo entre los nuevos educadores, ya que serán pocas las oportunidades de conseguir empleo en el Departamento de Educación. El Departamento también va a reducir al mínimo la contratación de maestros transitorios”, dijo.

La Presidenta de la Federación de Maestros también acusó al secretario del Departamento de Educación, Rafael Román, de incumplir su promesa de no volver a los periodos de clases de 60 minutos.

Todos estos cambios, insistió Lara, no están basados en criterios pedagógicos sino en criterios estrictamente económicos.

“Es increíble que mientras a Educación gastó este año $685 millones en contratos para beneficio de compañías privadas, a nuestros estudiantes se les hacine en los salones como si fueran objetos”, dijo la líder magisterial.

La Federación de Maestros criticó, por otro lado, que la Circular obligue a todos los estudiantes de escuela superior a tomar la Prueba de Evaluación y Admisión Universitaria (PEAU), prueba que administra el College Board.

Lara señaló que ese requisito de graduación “a todas luces beneficiará económicamente al College Board, ya que Educación paga por cada una de esas pruebas.

“(Esa medida) es abusiva contra estudiantes que no desean proseguir estudios universitarios”, precisó.