Andrés L. Córdova
Profesor de  Derecho

En semanas recientes el Partido Popular Democrático (PPD) ha reanudado sus ataques al informe del General Accounting Office (GAO)  sobre los  costos de la estadidad, intentando interceptar y timonear su recepción por la ciudadanía en general. Dada la crisis económica y política por la cual atravesamos, creo que nos incumbe a todos hacer un esfuerzo por entender el informe, sin intermediarios, de manera que cada uno de nosotros pueda hacer un juicio que no esté mediatizado por ideas preconcebidas.

A mi juicio, una primera aproximación al informe del GAO debe tomar nota de que hay dos informes distintos: el primero, que es el informe como tal, que pocos lamentablemente han leído,  y el segundo, que es el que el PPD dice lo que dice el informe. Estos dos informes no coinciden del todo, y muestran al PPD recurriendo a ejercicios interpretativos de dudosa valía con miras a retener su menguado poder de convocatoria. Según el PPD, y sus acompañantes, este segundo informe pone de manifiesto el costo tributario para el Estado de Puerto Rico, no solo en cuanto a los impuestos federales que habría que pagar al fisco federal, sino la correspondiente disminución en sus ingresos. Resulta inverosímil escuchar del partido que ha legislado una cantidad desmedida de impuestos para toda la población, estrangulando la gestión económica privada, abogar por los peligros de mayores contribuciones. El PPD lamentablemente continúa confundiendo el bienestar fiscal del aparato administrativo del Estado con el bienestar de la ciudadanía en general.

Dados los ingresos de la mayor parte de los puertorriqueños, y dada la reglamentación interna del Internal Revenue Service (IRS) para tomar un crédito contributivo en la planilla federal, es un ejercicio aritmético relativamente sencillo concluir que para una mayoría significativa  de la población  – algunos sugieren hasta el 70% – las contribuciones federales no suponen un evento adverso.

Todo lo cual nos lleva a preguntarnos: ¿a quién defiende en realidad el PPD? A la página 20 del informe del GAO se señala que para el 2011 el Producto Domestico Bruto (GDP por sus siglas en inglés) fue de $95 billones, y el Producto Nacional Bruto (GNP por sus siglas en inglés) fue de $65 billones. La diferencia de $30 billones es la suma que no tributan al fisco federal las corporaciones foráneas, según definidas por el Código de Rentas Internas Federal. Como señala el primer informe, esta diferencia entre el GDP y el GNP es relativamente mayor que en Singapore, Irlanda y Panamá.  Es decir, según se infiere del informe del GAO, estas economías  tratan con relativo mayor rigor tributario a sus corporaciones foráneas que el propio Estado Libre Asociado. ¿Que nos depararía en la ‘soberanía exitosa’ defendida por algunos en el PPD?

En este contexto, la defensa que hace el Partido Nuevo Progresista (PNP) consiste en subrayar los beneficios que supone la estadidad en cuanto a su inclusión en múltiples programas federales como Medicare, Medicaid, Seguro Social Suplementario, y otros. Esta inclusión beneficiara a un gran número de personas que al momento no tienen acceso a dichos fondos – a los cuales tendrían por derecho – y servicios en virtud de nuestra relación política territorial. El PPD ha pretendido calificar esta participación en los programas federales como “dependencia”. En cambio, cuando las corporaciones foráneas no tributan $30 billones lo califican de desarrollo económico. Hay algo profundamente orwelliano con esta visión de mundo.

Todo sistema político funciona, desde la tiranía más severa hasta la democracia más ilustrada. La pregunta que tenemos que hacernos, sin embargo,  es quienes se benefician y quienes se perjudican. Nuestro modelo político-económico actual, sin derecho a la representación en el Congreso de los Estados Unidos para defender los intereses de la mayoría de los puertorriqueños, esta creado para favorecer y beneficiar a ciertos sectores económicos minoritarios que dependen de nuestra condición territorial. Esta es la evidente conclusión del informe del GAO que el PPD  no quiere que uno haga.