En la primera parte de esta columna destaqué como principales logros de nuestro presidente Barack Obama, el sacar a los Estados Unidos en tiempo récord de la peor crisis económica desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado con su iniciativa de los fondos ARRA, a la vez que nos encaminó por primera vez en la historia hacia un sistema de salud de cubierta universal con su singular reforma de salud Obamacare.
Además, en el plano nacional debo mencionar su histórica reforma de las finanzas con la aprobación de la ley Dodd-Frank. Estableciendo nuevos controles a una banca y finanzas desbocada, propensas a esquemas altamente especulativos y desestabilizadores que desembocaron en múltiples crisis financieras desde la década del 80, incluyendo el reciente estallido de la burbuja inmobiliaria en el 2008.
Respecto a Puerto Rico, el legado del presidente Obama no tiene precedentes. Nos envío $7 billones en fondos ARRA entre el 2009 y el 2012, con los cuales se financiaron importantes obras de infraestructura. Tales como, la construcción de 100 escuelas del siglo XXI, el completar la ruta 66 de Canóvanas a Rio Grande, la renovación de múltiples residenciales públicos, la canalización de múltiples ríos y la construcción de plantas de filtración de agua, entre otras. Además de aumentar los fondos destinados a la educación pre-universitaria y universitaria (aumentó las Becas Pell). En combinación con las medidas de saneamiento de las finanzas públicas y de reforma contributiva del gobernador Luis Fortuño, tales iniciativas contribuyeron a un moderado repunte de nuestra economía en el orden de .9% en el año fiscal 2012.
Nos incluyó en su reforma de salud, aumentando en $900 millones anuales los fondos de Medicaid , con los que se financia el programa de Mi Salud. Lo que posibilito añadir alrededor de 160,000 personas al programa. En relación a nuestro histórico y centenario problema territorial colonial, su Grupo de Trabajo dedicado al mismo, confeccionó uno de los informes más críticos sobre nuestra situación territorial colonial.
Entre las múltiples conclusiones contenidas en el informe se destacan: “…la incertidumbre sobre el estatus está frenando a Puerto Rico en materia económica…el Grupo de Trabajo reconoce que la cuestión del estatus y la economía están estrechamente vinculadas…la identificación de la manera más eficaz de contribuir a la economía de Puerto Rico depende de la resolución de la fundamental cuestión del estatus. En resumen, el bienestar económico a largo plazo de Puerto Rico mejoraría considerablemente con una pron
ta decisión sobre el asunto del estatus ( p. 36) .
Es por ello que en el informe el Grupo de Trabajo se compromete a “mover la resolución del problema de estatus hacia adelante en un forma significativa con el objetivo de resolverlo en el tiempo más corto posible” y nos invita “a expresar claramente nuestra voluntad sobre las opciones de status … a más tardar a finales del 2012 …” (p.23).
Nuestro pueblo respondió claramente en el plebiscito del 6 de noviembre del 212 y el presidente Obama en reconocimiento de los resultados logró la aprobación por parte del Congreso de su iniciativa para asignar $2.5 millones para una campaña educativa sobre las opciones de status constitucionalmente validas y viables (certificadas por su Secretario de Justicia) en el primer plebiscito federal en nuestra historia para resolver nuestro problema colonial. Ningún otro presidente en la historia le ha dedicado tantos recursos a Puerto Rico, ni asumido tantas iniciativas concretas encaminadas a resolver nuestro problema colonial.
Jaime Benson Catedrático de Economía de la UPR
El legado del presidente Obama-I
Para realizar una evaluación balanceada y desapasionada del desempeño en su cargo del presidente Barack Obama a 5 años y medio de su primera juramentación, debo remitirme a los datos y hechos según aparecen en las fuentes oficiales y han sido reseñados por los medios de comunicación masiva de mayor credibilidad. Debo comenzar por el hecho de que cuando juramentó en enero del 2009, los Estados Unidos se encontraban en la peor crisis económica desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, como secuela de la crisis financiera y bancaria que se desató a partir del 15 de septiembre de 2008 con el colapso del Banco de Inversiones, Lehman Brothers. Se perdieron alrededor de 8 millones de empleos entre septiembre del 2008 y julio del 2009, alcanzando la tasa de desempleo un 10%. A ello debo añadirle que heredó un déficit presupuestario de $1.4 trillones que representaba el 9.8% del Producto Interno Bruto (PIB) de los Estados Unidos.
El presidente Obama, al poco tiempo de juramentar logró que un Congreso demócrata aprobara su paquete de estimulo económico de sobre $800 billones en fondos ARRA, entre aumentos en gastos gubernamentales y reducciones impositivas para la clase media trabajadora. Ya para el segundo trimestre del 2010 el efecto multiplicador del paquete de estimulo había sacado a los Estados Unidos de la profunda contracción en la que había caído al restablecerse el crecimiento económico. Un tiempo récord si consideramos que a Franklin Delano Roosevelt le tomó una década sacar a los Estados Unidos de la Gran Depresión.
Desde entonces se han creado 109.8 millones nuevos empleos netos, un promedio de 225,000 empleos por mes durante los últimos 8 meses bajando la tasa de desempleo de 10% en julio del 2009 a 6.2% en julio del 2014 y subiendo la tasa de participación laboral de 62.4% a 66.7% durante el mismo periodo. A la misma vez redujo el déficit fiscal de $1.4 trillones a $ 492 billones (en $921 billones o en un 65.2%), reduciendo su peso relativo respecto al PIB de 9.8% en julio del 2009 a 2.8% en abril del 2014. La economía estadounidense creció a una vigorosa tasa de 4% el segundo trimestre del corriente año.
Luego de prácticamente un siglo de que el presidente republicano, Theodore Roosevelt, fracasara en su intento de establecer un sistema de salud universal para los estadounidenses y de que muchos otros presidentes demócratas y republicanos fracasaran en el intento. Barack Obama se convierte en el primer presidente en la historia en encaminar a los Estados Unidos hacia una cubierta universal de salud al lograr en el 2010 la aprobación de su singular reforma de salud (conocida como Obamacare). Con la reforma se han reducido las personas sin seguro médico en los Estados Unidos de 47.9 millones en el 2010 a 30 millones en el 2014. Un estudio de la independiente Congressional Budget Office (CBO) estima que Obamacare generará ahorros de hasta $165 billones en los próximos 10 años en gastos en subsidios de pólizas de salud vendidas en los mercados creados por la ley a la luz de un manejo más eficiente de la opciones de tratamiento y de menores costos en los medicamentos recetados en el programa de Medicare. Contribuyendo a reducir los futuros déficits presupuestarios.
Que pudo haber hecho más, consignado. Que hay problemas y limitaciones con sus iniciativas, sin duda. Pero no se pueden menospreciar sus logros, sobre todo tomando en cuenta las circunstancias en las que comenzó su mandato y el hecho que desde el 2010 enfrenta un Congreso hostil y obstruccionista. (Continuará)
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