En todas las profesiones hay manzanas podridas. Lo importante es detectarlas temprano y sacarlas de circulación. No hacerlo por parte de sus líderes es ser negligente y faltarle al compromiso con la profesión y con el pueblo. Es ser cómplice de la podredumbre.

Desde hace tiempo se sabe que en la Rama Judicial hay manzanas podridas pero los responsables  de controlar esa rama por seis décadas -como finca privada- sin fiscalización alguna, se hicieron de  la vista larga y la toleraron.

En agosto de 2013 el Director del FBI en Puerto Rico, Carlos Cáceres informó la creación de una unidad para investigar la corrupción en los tribunales. Si…los federales. ¡Para que fue aquello! Le cayeron encima de todas partes. Comenzando por el Juez Presidente Hernández Denton  que lo consideró una imprudencia, innecesaria, igualmente la Directora de la Oficina de Administración de Tribunales Juez Sonia Ivette Vélez   y la Nacionalista Presidenta del Colegio de Abogados Lic. Irma Lassen. Esta última rabiando, lo catalogó como un asalto de los federales a la judicatura.

Tenía que ocurrir el arresto y formulación de cargos contra el Juez Manuel Acevedo Hernández por el FBI para destapar la caja de Pandora. De ahí en adelante comenzaron a salir las confidencias  señalando que la corrupción en la judicatura  ocurría en varias regiones.

Jueces del Supremo

El martes 19 de agosto El Vocero publicó una entrevista a la directora de la Oficina de la Administración de Tribunales, la Juez Sonia Ivette Vélez  en  la que ésta minimiza el problema circunscribiéndolo al caso Miranda Acevedo señalando que “en este momento no hay otro caso de corrupción judicial ante su consideración”. Señaló además que les ha expresado a los jueces en tono de consejo, que se cuiden de aceptar regalos y almuerzo por el “problema de percepción”.

Al día siguiente la  primera plana de El Vocero “Revelan Traqueteos en Tribunal de Caguas” sacudió al país. En un reportaje por  Melissa Correa y Rafy Rivera se reseñó las denuncias de dos ex fiscales señalando serias irregularidades entre abogados y jueces en la región de Caguas. Estas incluyen pagos en efectivo por abogados  a jueces  en viajes, cenas almuerzos, fiestas etc.  Estas actividades  ocurrían desde hacía tiempo, a sabiendas de las autoridades.

El próximo día (jueves) en otra primera plana del periódico el Secretario de Justicia Cesar Miranda aceptó que conocían la situación de actos impropios en el Tribunal de Caguas y que se lo había comunicado a la Directora de OAT y a la Presidenta del Tribunal Supremo Liana  Fiol Matta.

Ante esta situación la Jueza Fiol Matta en reunión extraordinaria  propuso al pleno del T.S. y este lo aprobó, la creación de una unidad de equipos especializados en investigaciones  con el propósito de identificar situaciones que afecten la administración de la justicia. Inicialmente  esta comenzaría en las regiones de Caguas y San Juan.

Aunque la Jueza Fiol Matta es una mujer inteligente, de principios y valores intachables,  genuinamente preocupada por la imagen de la judicatura en Puerto Rico, su propuesta parece ser: “Too Little ; Too late”. Pero, habrá que darle la oportunidad de probarse. Ahora bien, es importante que esa unidad le responda directamente a la Presidenta  y no a la Jueza Vélez  pues esta ha dado muestras de negligencia, de minimizar  y encubrir una realidad conocida. Sería algo así como el cabro velando  las lechugas. La Jueza Vélez  ya debe renunciar o ser destituida.

Para culminar la semana (el viernes) El Vocero publicó una primera pana en la que señaló que el FBI investiga a las juezas de Caguas Sylkia Carballo y Susana Serrano Moreno por irregularidades en la administración de la justicia. Estas habían sido trasladadas por la OAT supuestamente  como medida cautelar. Política semejante a la de la iglesia católica con los sacerdotes pederastas.

La Jueza Fiol Matta procedió a relevar inmediatamente a estas dos juezas de sus funciones. Aparentemente ha comenzado una muy necesaria nueva era para el Tribunal Supremo.