El secretario general del Partido Nuevo Progresista (PNP), José Aponte Hernández, anticipó esta mañana que la Fortaleza hará pública la carta de renuncia, durante los próximos días, del director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP), Carlos Rivas Quiñones.
Según indicó el representante PNP, la dimisión de Rivas Quiñones “está atada a su pobre desempeño en el puesto, incluyendo la desastrosa manera en la que él y el secretario de Educación (DE), Rafael Román, manejaron las contrataciones en el DE”.
“La salida del director ejecutivo de la OGP demuestra la escala del desastre administrativo, fiscal y económico del presente gobierno. Las diferencias entre los poderes constitucionales y jefes de agencia con el gobernador tiene destruida la estabilidad del gobierno, sin tan siquiera pensar en la total falta de un plan para el desarrollo económico de nuestra isla”, dijo el político.
Resaltó que la “inminente salida” de Rivas Quiñones, “quien se encontraba bajo fuego por la desorganizada manera en que trabajó el asunto de la contratación de los asistentes de Educación Especial (T1), dejará claro que el mal llamado equipo de ensueño económico del gobernador Alejandro García Padilla no era otra cosa que un espejismo que destruyó la economía de Puerto Rico”.
Aponte Hernández añadió que “todos nos recordamos cuando este gobernador anunció, con mucha algarabía, este mal llamado equipo económico, del cual el director de OGP era una pieza central. Con su salida se confirma la ineptitud de la presente administración y se comprueba una vez más el fracaso de las políticas fiscales establecidas por, entre otros, Rivas Quiñones”.
“Son esos desaciertos y la falta de un plan para el desarrollo de la economía, los que nos han colocado en la peor situación fiscal de nuestra historia”, dijo Aponte Hernández, quien enfatizó que bajo Rivas Quiñones, la OGP “carecía de un norte fiscal, prefiriendo premiar a los amigos del alma y parientes del corazón antes que a los niños del sistema público de enseñanza”.
Agregó que “alegarán logros de la OGP bajo el ahora exdirector ejecutivo, pero la verdad es otra. Bajo el mandato de este funcionario, las decisiones fiscales sobrepasaban el bienestar de nuestro pueblo. Y tampoco creía en la austeridad fiscal que requiere los tiempos, pues autorizaba la presentación de presupuestos muy elevados y sin ninguna fuente de repago viable para atajar el déficit que contenían”.
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