Hay que felicitar a nuestro gobernador, logró convencer, comprar, sobornar,  amedrentar, amenazar a los representantes populares Luis Raúl Torres y Carlos Vargas Ferrer. Ellos entregaron sus votos, se tragaron todo lo que dijeron de porque el impuesto de «la crudita» era malo para Puerto Rico y le dieron la mayoría que García Padilla quería.El gobernador hoy está feliz. El gobernador impuso «su liderato» imponiéndonos un nuevo impuesto. Que le habrá pasado al gobernador en su niñez que hoy el deriva satisfacción en oprimir al pueblo. Freud tendría taller para hacer un gran estudio.

Cuando un gobernante impone su criterio por encima del clamor del pueblo no es un líder, es un tirano.

Yo no sé si los Representantes Torres y Vargas durmieron bien luego de vender los principios y las razones que tanto cacarearon cuando anunciaban su oposición al impuesto.

Que pasó que ayer el impuesto era malo y hoy le votan a favor. Me corrijo, ellos no vendieron sus principios porque no se puede vender lo que no se tiene. Haciendo honor a la verdad solo el Representante Manuel Natal (PPD) y la delegación del PNP mantuvieron su palabra al votarle en contra del nuevo impuesto.

La «crudita» selló la derrota de García Padilla, no lo digo yo, lo dijo Héctor Ferrer, ex-presidente del PPD. Quizás esa es la única noticia buena de este nuevo impuesto. Como decía mi padre, no hay mal que por bien no venga.