Por Máximo Cerame Vivas
Catedrático en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez
¡Mas que nada, un alivio! El 2014 nos dio una sobredosis de entuertos político-gubernamentales donde se dejó ver bien claro que los gobiernos pasados le han hecho la vida imposible al gobierno presente, y que a pesar de decisiones suicidas pero inevitables, el gobierno presente ha improvisado más de lo que ha ponderado.
Creíamos que el gobernador Alejandro García Padilla iba a ser mejor administrador y menos politiquero, pero la politiquería lo dominó. A fin de año nos salió con una crudita que resultó ser antagónica a las prédicas de mi abuela, quien me decía desde niño, “Nunca cojas prestado para pagar embrollas. Cada deuda que asumes te cuesta más intereses. Te embrollarás más.”
Así ha sido. Viene otro impuesto para poder coger más prestado cubriendo algo del ‘servicio’ de la deuda, no el principal. No, no es para servir al pueblo. Es para pagar los intereses del préstamo que se pretende coger sin poder cubrir el préstamo. Ha quedado evidentemente demostrado que nuestro gobierno funciona de préstamo en préstamo. Lástima que mi abuela nunca fuera gobernadora. Acá lo que me dice Juan del Pueblo es que esa deuda nunca se podrá pagar, pero eso parece que no lo saben en Fortaleza.
Juan del Pueblo pide que el gobierno le hable con la verdad; con transparencia. ¿Si no se puede pagar y no hay otra opción que no pagar, por qué no se le dice al pueblo? ¿Cuáles serán las consecuencias? Tanto ‘runrrun’ con la quiebra criolla y no nos acabamos de ira a la quiebra.
Cuando quebremos, primero sufrirán los contratistas gubernamentales, consultores y asesores: los de los buenos ‘guisos’. Claro, esos asesorarán para que el gobierno se siga embrollando para ellos seguir cobrando. Luego sufrirá la nómina del gobierno y los empleados públicos. Luego sufrirán las corporaciones públicas: AEE, UPR, etc. Cesará toda obra pública. Los boquetes en las carreteras proliferarán. La Autoridad de Energía Eléctrica no podrá comprar más combustible. Los comedores escolares no podrán comprar más comida. El mantengo que no sea federal desaparecerá. ¿Recogido de basura? ¡Unjú! ¿Banco Gubernamental de Fomento? ¡Unjú! ¿Guaguas? ¡Unjú! La transportación a Vieques y Culebra en yolas será un poco más mojada.
No es que seamos pregoneros del desastre. Es que el desastre es inevitable aunque el gobierno quiera tapar el cielo con la mano. Nuestra solidez económica no solo la dicta Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s. La dictan nuestras necesidades y nuestras compras de lo necesario que ni poseemos ni producimos. Recuerde que Puerto Rico viene obligado a comprar fuera de Puerto Rico todos sus energéticos, y el 90% de lo que comemos. Sí. Se va a pasar hambre.
Si fuéramos imaginativos, ya hubiéramos promulgado huertos caseros en todos los patios y terrazas. Ya hubiéramos abierto todas nuestras estructuras a ventilación cruzada para destetarnos de los acondicionadores de aire. Ya hubiéramos modificado costumbres para producir más de día y necesitar menos luz de noche.
Necesitamos pedirle menos al gobierno que no nos puede dar. Necesitamos dejar de vivir en Luquillo o en Arecibo cuando trabajamos en San Juan. Los que entendamos que nuestra comodidad no es negociable, entendamos que para sobrevivir en algún nivel mínimo de calidad de vida vamos a tener que negociar bastante.
Durante el año 2015 debe ser obligado el planificar para vivir con menos, y aprovechando mejor lo que el ambiente tropical nos regala a manos llenas, pero desperdiciamos como ‘botaratas’. No, no hay soluciones inmediatas. Sí, hay remedios adecuados, pero no en el gobierno.
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