Agustín Santiago / EL VOCERO

Un estudio realizado por la firma Tactical Planners Inc., del economista Nicolás Muñoz, sobre el impacto económico para Puerto Rico del acuerdo final (2012) entre el Departamento de Hacienda y Doral Bank, reveló que el beneficio económico directo para la Isla es de $965.0 millones en 5 años (el mismo tiempo que tiene Hacienda para reintegrarle al banco los $230 millones que alegadamente les adeuda).

Según se desprende del estudio, Doral le paga al gobierno de Puerto Rico por concepto de contribuciones a la propiedad $3.3 millones anuales; en patente, $6.9 millones anuales; por contribución sobre ingresos, estimada de 1,229 empleados directos, $6.4 millones anuales; por contribución sobre ingresos asumida de 1,352 empleos indirectos e inducidos, $7 millones; y otros $169.4 millones por inyección a la economía, producto de las operaciones del banco que van desde renta y servicios contratados hasta nómina, y todo lo que conlleva la operación. El economista Muñoz explicó que en cinco años, dicha cuantía representa cerca de mil millones de dólares al fisco, a la vez que garantiza más de 2,500 empleos entre directos e indirectos y mantiene un mercado bancario competido, que evita el alza en los costos bancarios y mayores restricciones en los servicios.

“No es ni un incentivo ni un subsidio de fondos públicos a Doral, sino una devolución de impuestos pagados en exceso, como resultado de la revisión de los estados financieros ordenado por los reguladores del gobierno federal en el 2005. Desde el 2010 la banca local ha sufrido un duro golpe como consecuencia del cierre de tres instituciones bancarias (RG Premier, Western Bank y Eurobank) por parte de los reguladores federales (FDIC). El número de bancos locales se redujo en más de una tercera parte (3 de 9). Hoy quedan: Banco Popular, First Bank, Oriental, Doral, Santander y Scotiabank. Desde entonces y hasta marzo del 2014 se han perdido unos 5,000 empleos en la banca en Puerto Rico y para nadie y menos en estos momentos es positivo seguir reduciendo la industria bancaria y los empleos”, sostuvo Muñoz.

Aclaró que si Doral cerrara hoy sus operaciones, la probabilidad de un problema de monopolio sería muy alta, existiría mayor restricción del crédito y de las ofertas bancarias y aumentarían los precios de los servicios. Agregó que si Hacienda honra el acuerdo y devuelve los $230 millones, Doral lograría su capitalización, ya que la FDIC honraría esa partida como parte de la capitalización, la cual aclaró la han eliminado producto de la incertidumbre generada a su alrededor, no empece en sus inicios la habían aceptado como parte de la misma. “En momentos como los que vive el país con una industria bancaria que se encuentra en una situación muy delicada, no le conviene a nadie el cierre de otro banco”.

Del estudio se desprende que en el periodo de 2009-2010 la banca local sufrió pérdidas equivalentes a 10.6% que fueron catalogadas como la octava y más larga crisis bancaria desde que se mantienen estadísticas de la banca. Los activos de la banca local se redujeron de $92,710 millones en el segundo trimestre de 2009 a $82,850 millones para el mismo periodo del año siguiente. (Guevara, IBID) El número de bancos domésticos locales se redujo en 37%, más de una tercera parte del total de

bancos locales. Se perdieron más de 1,900 empleos entre 2009 y 2010 en la

banca comercial, a un salario promedio estimado de $20,000 anuales y una nómina estimada de $38,000,000 anuales. (OCIF).

Como consecuencia de la tendencia decreciente en los indicadores de la actividad bancaria, el empleo en la industria financiera, incluyendo la banca, los seguros y el segmento inmobiliario se ha reducido de 47.8 mil empleos en enero de 2009 a 43.3 mil en marzo de 2014, una reducción de 5,000 empleos que representa una reducción de 9.4%.

“Esta pérdida de empleos ocurre en una economía que necesita con urgencia reducir el desempleo tras la recesión económica que afecta a Puerto Rico desde el año 2006, alcanzando un periodo de recesión continua de ocho (8) años. En resumen, casi la totalidad de los indicadores financieros de crecimiento o estabilidad de la industria bancaria local, es decir, activos, préstamos, inversiones, depósitos, equidad y otros reflejan una contracción significativa para el periodo posterior al 2007, lo que evidencia que para nadie es beneficioso el cierre de un banco adicional en la Isla”, apuntó el economista.

Este estudio se revela a solo días de la institución bancaria recibir la visita de varios funcionarios de la FDIC, los cuales según el Comisionado de Instituciones Financieras, Rafael Blanco se trata de un examen rutinario y ordinario, que desconoce si pudiese tratarse de algún incidente en particular.

Doral ostenta la segunda cartera hipotecaria más grande de la industria  en la Isla y general más de 1,200 empleos directos.

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