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Ante el evidente colapso del modelo económico del ELA y la incapacidad de la presente administración capitaneada por un gobernador inmaduro e inepto, incapaz de tomar las medidas que eviten o reviertan el inminente caos económico que se avecina, se nos quiere atosigar una improvisada reforma contributiva, conjuntamente con un IVA de 16 % a todos los productos, bienes y servicios.

Los economistas responsables de la isla se han cuestionado la pertinencia de la implantación del IVA por considerar que no es momento para implantarlo debido al colapso del crecimiento económico experimentado por toda una década. Además señalan: que tendrá un efecto inflacionario, que será muy costoso (alrededor de $100millones), que no existen los sistemas tecnológicos adecuados en el del Departamento de Hacienda ni los  recursos humanos para implantarlo ni para fiscalizar sin una  impostergable y necesaria reestructuración del Departamento para la cual no hay voluntad política. Se ha estimado que tomará de 18 a 24 meses implantarlo. Existe también  la sospecha de que todo este montaje está diseñado con fines político- partidistas para recaudar dinero, aumentar el tamaño del gobierno para comprar votos y repartir puestos durante el año electoral.

Pero además de lo anterior, existe una estrategia ideológica en este asunto que hace oponernos al IVA a los que deseamos la unión a la nación de la que somos ciudadanos. Los  Estados Unidos han optado por no implantar un IVA. Habiendo unas 160 repúblicas que lo tienen, este es un intento solapado más por parte de los populares de parecernos menos a la nación y más a una de esas repúblicas.

Las razones para los Estados Unidos no adoptar el IVA se explican claramente en un informe de 72 páginas preparado en octubre del 2010 por la firma Earnst & Young   para la Federación Nacional de Detallistas sobre la implantación de un IVA para los Estados Unidos ‘The Macroeconomic Effects of an  Add-on Value Added Tax’. Los hallazgos principales de dicho informe son:

• Un IVA reduciría el gasto en la venta al detal por $2.5 trillones durante la próxima década. El gasto en la venta al detal se reduciría por cerca de casi $260 billones o 5.0% en el primer año de implantado el IVA.
• El IVA causaría que el PBN (GDP) cayera por varios años. La economía perdería 850,000 empleos durante el primer año y diez años más tarde habría 700,000 empleos menos. Mientras que una reducción comparable del déficit por la reducción del gasto gubernamental tendría menos efectos negativos en la economía y podría tener efectos positivos para el desarrollo económico.
• A pesar de que déficits menores y una menor deuda a largo plazo tendrán efectos positivos para la economía, la mayor cantidad de jóvenes mayores de 21 años al momento de la implantación del IVA, estarían peor debido a esta. El IVA tendría efectos significativos en la redistribución, reduciéndose por varias generaciones los ingresos reales y el empleo para los actuales trabajadores.
• Frente a una economía que continua luchando, la implantación inmediata de un IVA presentaría serios riesgos. Bajo un IVA las reducciones en el gasto al detal, en empleos y en el PBN (GDP) en el corto plazo tienen el potencial de debilitar aún más la economía en lugar de fortalecerla.
• En presencia de bajas en la economía los países que tienen IVA lo han reducido en lugar de aumentarlo.
• Reducir el déficit mediante la reducción en los gastos del gobierno produciría un resultado más favorable en la economía-más empleos, un PBN mayor, un mejor estándar de vida, para los americanos y un menor efecto depresivo en el gasto al detal – tanto a corto plazo como a largo plazo.

La masiva oposición que ha levantado la imposición del susodicho IVA en todos los sectores inclusive entre alcaldes populares, queda sustentada en el contenido de este informe. Les invito a leerlo y analizarlo en http://bakerinstitute.org/files/814/.

Estemos atentos a lo que sucede en el capitolio pues de ahí posiblemente saldrá un monstruo de reforma contributiva con IVA que hará a muchos salir corriendo hacia el aeropuerto.

Esta nota aparece en la edición impresa de El Vocero.