El exgobernador de Puerto Rico, Carlos Romero Barceló, envió una misiva al gobernador Alejandro García Padilla, en la que catalogó de peligroso para la economía local, la propuesta reforma contributiva impulsada por el Gobierno.
Romero Barceló hizo un llamado de que la misma “sería una preocupación, en relación con la extremadamente peligrosa debacle económica” y resaltó que los más afectados serían los servidores públicos, maestros, enfermeras, policías y la mayoría del pueblo.
A la vez, presentó varias opciones como la de “imponerle contribuciones a las únicas corporaciones e individuos que se ganan cientos y miles de millones de dólares de ingresos y pagan muy poco o ninguna contribución. Es decir, a las llamadas corporaciones foráneas y a los multimillonarios que no viven aquí y se les otorga 90% de créditos contributivos, si vienen a invertir y a vivir en Puerto Rico”.
Romero recalcó que con esos $3,000 millones o más en recaudos, se podría balancear el presupuesto y cumplir con el repago de la deuda y comenzar a capitalizar los fondos de retiro de los empleados.
“Si usted hace lo que aquí proponemos, tendremos suficientes recaudos para eliminar la patente nacional, el impuesto de inventario que se le imponen a los negocios el primero de enero de cada ano, y podremos reducir sustancialmente los arbitrios a los automóviles, sustituyendo los arbitrios por un IVU”, señaló en la misiva.
Alertó que “si el gobierno recauda más de $1,500 millones adicionales en contribuciones como resultado de aumentar los recaudos adicionales de contribuciones de consumo en más de $2,000 millones anuales, el mayor peso contributivo va recaer sobre los contribuyentes de clase media y las pequeñas empresa”.
El también excomisionado residente en Washington fue enfático en señalar que mientras más contribuciones se le impongan a la clase media y a los pobres; más créditos contributivos y exenciones se le otorgan a las corporaciones foráneas y a los billonarios; por lo que el mayor perjudicado sigue siendo el pobre, la clase media, retirados y los pequeños comerciantes.
En su reclamo Romero Barceló preguntó de manera directa al gobernador “¿Por qué insiste en una reforma contributiva que tan seriamente afectará nuestra economía y le hace caso omiso a la casi unánime oposición de la gran mayoría de nuestro pueblo?”.
Entre las recomendaciones que el líder penepeísta somete en la carta, se encuentra reducir los gastos gubernamentales en el presupuesto fiscal 2015-2016 en un 10% y hacerlo también efectivo a todos los secretarios y directores de cada departamento, quienes deberían reducir igualmente los gastos en un 10%. Insiste que posteriormente se debe reducir anualmente los gastos a 5%, hasta lograr un presupuesto de gastos razonable y balanceado.
“La reforma contributiva tiene que cancelarse. Nuestra precaria situación económica no debe empeorarse aumentando las contribuciones de consumo regresivas”, dijo Romero Barceló, quien aseguró en días recientes que la Isla se encontraba en una depresión.
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