Culebra (horizontal-x3)
En Culebra, la población se quedó en el mismo número que mostró en abril de 2010, es decir, 1,818 habitantes.

Washington – Gurabo, Toa Alta, Barceloneta, Naguabo y Dorado son los cinco municipios que -muy tímidamente- tuvieron un crecimiento de población entre 2010 y 2014.

Entre julio de 2013 y julio de 2014, Gurabo y Barceloneta  son los únicos que vuelven a estar en el listado, cuando se examinan los más recientes datos que hará públicos hoy la Oficina del Censo federal, en los que calcula el cambio poblacional en los 78 municipios de Puerto Rico.

Las estadísticas del Censo federal indican que entre abril de 2010 y julio de 2014, el aumento en población en Gurabo fue de 1,776 habitantes, seguido por Toa Alta (771), Naguabo (166),  Barceloneta (142) y Dorado (99).

En Culebra, los estimados son que en esos 51 meses, la población en esa isla municipio se quedó en el mismo número de abril de 2010, 1,818.

De julio de 2013 a julio de 2014, Gurabo añadió 246 habitantes. Los otros tres municipios tuvieron un incremento en población casi imperceptible: Barceloneta, 20;  Toa Baja, 4;  y Culebra 1.

Los raros casos de aumentos en población entre los 78 municipios sobresalen en unas estadísticas que reafirman que el total de habitantes de la Isla se reduce  a pasos acelerados.

“El ritmo de crecimiento de Gurabo está disminuyendo rápidamente.  Es muy probable que en los próximos 2 años (de cara a los estimados de julio de 2016) todos los municipios menos Gurabo estén perdiendo población y varios años después Gurabo también comience a perder población”, indicó el demógrafo y estadístico Raúl Figueroa Rodríguez.

Hace unos meses, el Censo ya había indicado que la población de Puerto Rico había quedado en 3,548,397 en julio pasado, 47,442 menos que el estimado de julio de 2013.

La baja en el número de habitantes es uno de los factores que ha agudizado la crisis económica y fiscal a la que se enfrenta Puerto Rico.

La caída en la zona metro 

Florida

Florida

En términos numéricos, la reducción en población se hace más  evidente en las grandes ciudades y las zonas metro.

Las siete áreas metro en que el Censo federal divide a Puerto Rico experimentaron bajas entre julio de 2013 y julio de 2014.

Por ejemplo, en la llamada zona metro de San Juan -que incluye a Carolina y Caguas-, la reducción fue de 29,511.

Si se toma en cuenta el 2010, la baja en la zona de San Juan, Carolina y Caguas asciende a 107,841.

Solo entre 2013 y 2014 el municipio de San Juan perdió 7,240 residentes. Ponce, con una población que es menos de la mitad de la de la capital de Puerto Rico, quedó con casi 2,916 menos.

San Juan

Entre 2010 y 2014, la población de San Juan se redujo en casi 30,000.

En julio pasado, había 365,575 sanjuaneros.

En la llamada segunda ciudad del país, que es el quinto municipio de más población, la reducción desde 2010 fue de 12,787 personas. Hasta julio de 2014, la población de Ponce era de 153,540.

Entre los 12 municipios de Puerto Rico con más población, la caída ha sido menos abrupta para Caguas, que de 142,893 habitantes que tenía en abril de 2010 había bajado a 137,032, una reducción de 5,861.

“La zona metropolitana se extiende”, dijo el economista José Alameda,  profesor del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), al explicar el fenómeno de que un puñado de municipios cercanos a grandes municipios aún pueda reflejar un balance positivo en términos de población.

Ciudad dormitorio 

Gurabo, dijo, representa el municipio que está cercano a la zona metropolitana de San Juan y a Caguas, donde una familia o una persona puede tener su residencia, pero trabajar o estudiar en ciudades más grandes.

“Se convierte en una ciudad dormitorio”, sostuvo Alameda.

Lo mismo puede aplicar a Dorado y Toa Alta.

Barceloneta -a 12 millas de Arecibo, y a solo 28 de San Juan-, no está muy lejos de esa realidad, en un país en que las distancias son cortas.

El costo de vida, los problemas de criminalidad y el tráfico hacen que las personas se escapen hacia la periferia de las ciudades más grandes.

La gente se asienta en municipios con menos  criminalidad, pero con  buen acceso a la zona metropolitana. Se mueven hacia las zonas de trabajo, pero muchos   prefieren vivir en ciudades como Gurabo y Dorado”, indicó Alameda.

Un fenómeno parecido, dijo, se ve en las zonas este y oeste. El acceso que le da a la carretera 100, hace que muchos puedan preferir vivir en Cabo Rojo aunque trabajen en Mayagüez.

Entre julio de 2013 y julio de 2014, Cabo Rojo fue uno de los municipios que casi no sufrió una reducción en el número de habitantes (240).

En un plazo de poco más de cuatro años, Cabo Rojo ha perdido menos de 600 residentes, a pesar de que en ese mismo período la población de la isla se achicó en 177,392.

Canóvanas 

En el este, un caso particular es el de Canóvanas -a la vuelta de la esquina de Carolina-, que en cuatro años perdió menos de 200 habitantes.

En esos municipios que mantienen ligeros crecimientos o reducciones de población, según el demógrafo Figueroa Rodríguez,  “se crearon las condiciones, sobre todo durante la pasada década  para que un grupo de personas se mudara”.

“Entre estas condiciones se encuentran la disponibilidad de viviendas a precios atractivos  y la disponibilidad de trabajos en áreas cercanas. Esto atrajo a personas de otros municipios”, sostuvo Figueroa Rodríguez.

Fortalezas

La clave para los municipios, ante el hecho de que la crisis económica vislumbra que  la emigración seguirá intensificándose, es conocer sus fortalezas y tratar de maximizarlas, según el economista Alameda.

Un caso, sostuvo, es su municipio de Mayagüez. En un estudio que le hizo al gobierno deesa ciudad, sostuvo, le recomendó concentrarse en lo que considera sus ventajas competitivas, “las oficinas médicas y las universidades”.

Mayagüez es el caso típico de una ciudad que de todos modos sigue siendo la  base de una zona metropolitana regional.

“Se trata de ciudades  que pueden estar perdiendo población -dijo el profesor Alameda-, pero les dan servicio a mucha más gente que decide  vivir en los municipios vecinos”.