Contrario a lo que pudiera concluir la ciudadanía, el Departamento de Hacienda tiene el recurso humano y parte de la tecnología para fiscalizar y hacer efectivo la fiscalización del IVU. Lo que sucede es que –según los entrevistados- es necesario un riguroso plan para readiestrar a los fiscalizadores y así ampliar la captación del impuesto que actualmente opera en la Isla.
Tras evaluar los recientes números de Hacienda, el economista José Alameda reveló que desde 2006 hasta el presente, dicha dependencia ha invertido $71 millones en tecnología y equipo para hacer más rigurosa la actividad de fiscalización.
A ello se suma que dicha agencia cuenta con 2,100 empleados en el área tributaria (de fiscalización), para atender a una población de poco más de 3.5 millones de habitantes. Comparó dicha cantidad con países como la Republica Dominicana (RD), que posee 2,500 empleados para una población de cerca de diez millones de habitantes, lo que representa que Puerto Rico posee 600 trabajadores versus 200 en la RD por cada millón de habitantes. Chile posee 4,500 empleados para una población de 17.7 millones, una distribución muy similar a la de RD, unos 200 empleados versus 600 en Puerto Rico por cada millón de habitantes.
Un agente fiscalizador de Hacienda, que prefirió no identificarse, dijo a EL VOCERO que “con un buen plan de readiestramiento y un poco más de equipo, yo creo que podríamos aumentar la base del IVU muchísimo. Es más, creo que se puede hacer lo mismo que hacen los municipios y aumentar el porcentaje de captación. Podemos ir detrás de esos negocios evasores”. Añadió que ésta ni las pasadas administraciones han puesto empeño e interés en nuestro grupo, porque es más fácil aumentarle las contribuciones a la gente y a los negocios. Si lo hubieran hecho, no estaríamos donde estamos ahora. No hay que complicarse con un sistema nuevo como el IVA. Es cuestión de preparar un plan agresivo de fiscalización”.
Señaló que “al principio, esta administración hizo un intento, o mejor dicho, se habló de un plan que creo sería bueno, pero se quedó en nada. Me parece que el nuevo secretario (de Hacienda) tiene una buena intención como parte de la reforma, pero no va a funcionar con el IVA”.
Mientras, Alameda agregó que, “como vemos, Puerto Rico tiene tres veces más personal que la RD y Chile para hacer el trabajo. Se trata de readiestrarlos y comenzar a fiscalizar. Igualmente, tienen que intensificar y sofisticar la tecnología y la digitalización para fortalecer la fiscalización. El problema en la discusión del IVA no es el sistema. Se trata del proyecto de ley que se pretende aprobar, el cual en un 30% posee otros elementos que en nada tienen que ver con el IVA y es justamente lo que hace que la gente no respalde el proyecto. La oposición en la Isla es contra el proyecto, no contra el IVA, principalmente, en la partida que interviene con la autonomía fiscal de los municipios”.
Sin embargo, economistas como Heidi Calero y Santos Negrón coinciden en que Hacienda no está siendo efectivo en recaudar y capturar la evasión, razón por la cual independientemente el sistema contributivo que se implemente la tendencia será la misma. Calero fue enfática en que Hacienda necesita mayor tecnología y atar datos con por lo menos con otras 13 agencias, como el DTOP, IRS, Comercio y Exportación y con la banca, entre otros. “Se trata de una reingeniería total que necesita de tecnología y personal adiestrado, y con ello una inversión millonaria de entre $200 a $300 millones. Además, se necesita mucho más tiempo para implementarlo, por lo menos dos años. Querer una captación de un 75% es demasiado agresivo. En la actualidad, solo Suiza tiene ese nivel y estamos muy distantes de lograrlo. Simplemente no es el momento oportuno de imponer este impuesto al consumo, conlleva un gasto muy elevado para el gobierno como para el sector privado y en estos momentos ninguna de las dos partes lo tienen”.
Un analista contributivo explicó a EL VOCERO que, aunque en teoría el IVA es bueno para el gobierno, ya que pone el impuesto en cada nivel de la cadena de distribución, lo que adelanta los cobros -y si no te pagan en un nivel terminan haciéndolo en otro-. Sin embargo, aclaró que en la práctica, para que el IVA funcione y no tenga efecto que distorsione nada, que sea más fácil de administrar y no penalice ni se evada, hay que gravar todo o casi todo, ya que de lo contrario, se promueve la evasión.
La fuente fue enfática en que para que todo el proceso funcione tiene que poderse fiscalizar, tanto en el cobro como en los créditos solicitados. Y en ese particular, entiende que Hacienda no tiene la infraestructura para manejarlo. “Es imposible que Hacienda pueda montar este sistema administrativo en nueve meses. A países desarrollados les ha tomado dos años su implementación. A ello hay que sumar que los comerciantes también requieren de sistemas sofisticados que les permitan cumplir con las estipulaciones de Hacienda para poder reclamar sus créditos”.
Sin embargo, la fuente fue categórica en que existen tres elementos particulares que entorpecen marcadamente la implementación del IVA. La primera, la condición política de la Isla, ya que al no ser independiente se tiene que regir por las leyes federales, las cuales le prohíben gravar todo bien que se adquiera con ayudas federales, como el WIC, PAN y Medicare. A ello sumó que tampoco puede gravarse ningún bien o servicio ofrecido al gobierno federal. “Ante esta realidad hay que modificar el IVA para excluir unas ventas en detrimento de lo exige el buen funcionamiento del IVA”. Agregó la situación económica que atraviesa el país, donde se vive una contracción donde existe el margen para error.
El tercero de los elementos es la desconfianza que existe en el gobierno, donde tanto los comerciantes como los consumidores no confían en que sus créditos o reembolsos, respectivamente, les vayan a llegar. En este particular aseguró que si los créditos no se emiten el efecto cascada del 16% pasará a lo largo de toda la cadena en fuerte detrimento del consumidor.
Mencionó que existe, por el momento, otras opciones, como recortar gastos, aumentar la tasa del IVU, permitir que lo municipios cobren el IVU, aumentar la tasa contributiva a las foráneas en un 1% ó 2%. “En teoría, hay de donde sacar dinero, lo que hay que averiguar es si hay dinero en la calle”.
Por su parte, Negrón coincide en que no es el momento adecuado de imponer el impuesto, ya que con las circunstancias en que vive el país solo impera las presiones de todos los segmentos, lo que no permite una implementación adecuada y bien planificada.
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