Nathasha Bonet
@Nathasha Bonet
Especial para Capital
En medio de la tensión económica que atraviesa el pueblo puertorriqueño por la posible implantación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la reducción de gastos en el hogar y el aumento de ahorros podría ser una de las soluciones para minimizar los efectos de este impuesto.
Sin embargo, ante los recortes que ya han realizado muchas familias, no muy pocos piensan que estirar un poco más el dólar es una tarea titánica.
En un país caracterizado por el consumismo, cada vez son más lo que piensan que es difícil crear la disciplina necesaria para lograr el control económico, pero la realidad es que no hay otra alternativa que propiciar ese cambio en las finanzas personales.
Así lo explicó el economista Antonio Rosado quien cree que “en Puerto Rico tenemos la visión de que las cosas hay que comprarlas en el momento y no necesariamente es así”, por lo cual es fundamental alcanzar una política de gastos que respondan al nivel de ingresos.
“Los ingresos son menores que los niveles de consumo. La gente piensa que su ingreso aumentará a través del tiempo y están dispuestos a iniciar un proceso de consumo con anticipación”, indicó el economista.
Sin embargo, para los consultores financieros Efraín A. Sánchez Crespo y Eugenio Alonso Alonso esta problemática se puede resolver con la creación de un presupuesto mensual que funciona como un elemento de control a la hora de incurrir en gastos.
Es en este punto, cuando las familias que ya han hecho sus ajustes sienten que no hay espacio para buscar otro ahorro.
“El problema de los puertorriqueños es que no trabajamos con un presupuesto. La mayoría de las personas no tienen un presupuesto hecho. Automáticamente que hacemos uno encontramos un 15 por ciento de ahorros”, expresó Sánchez Crespo.
Dicho presupuesto dependerá de la edad de la persona y debe incluir todos los ingresos netos y gastos, incluyendo la transportación, alimentos, residencia, educación, ropa, imprevistos médicos, entretenimiento, ahorros, entre otros.
“Yo hago mi presupuesto y ahí empiezo a ver qué gastos tengo que no son necesarios y en cuáles puedo mejorar la oferta. Por ejemplo, si pago $100 por el celular y necesito reducir gastos, hay compañías que cobran $60 mensuales. Te puedes ahorrar $40 que vienen siendo un 35% de ahorros en esa partida del celular”, añadió el consultor, quien también recomendó verificar las ofertas de cable TV, internet y teléfono donde podría haber ahorros de un 10 a 15 por ciento adicionales.
Alonso Alonso, por su parte, explicó que el gasto de agua y luz también debe ser considerado. “Si el agua me está costando $75 y tenía presupuestado $50, hay que conservar el uso del agua. Hay que ser conservador lo más posible. Si estoy gastando mucho en luz, pongo en las providencias del presupuesto gastar menos luz. Si estoy gastando mucho en préstamos personales o en la hipoteca, busca la manera de reducirlo”, añadió.
Por otro lado, recomendó evitar las salidas en exceso y buscar otras alternativas como “comer en tu casa, hacer ´barbecue´ en tu casa, invitar a tus amigos y familiares y te ahorras un montón de dinero en no salir a comer fuera”.
En el caso de las mujeres, al reconocer que son muchas las que les gusta mantener el cabello bien cuidado, entre otros gastos para mantener su apariencia física, esto podría provocar gastos excesivos o innecesarios. Para esto también recomendó reducir la frecuencia de visitas al salón de belleza, ya sea una vez cada dos semanas, y optar por visitar uno más económico.
El uso de las tarjetas de crédito para gastos recurrentes, como el agua, la luz o alimentos, queda prohibido, según el consultor financiero ya que dichos gastos deberían ser pagados con el ingreso y no provocar una deuda adicional.
“El interés de las tarjetas de crédito hoy en día es altísimo. Al final del camino se forma una bola de nieve y terminan pagando mucho por una deuda que no deberían tener”, dijo Alonso Alonso, quien también recomendó pagar, por lo menos, el doble del mínimo de la tarjeta, no el mínimo requerido.
Sin embargo, la creación de un presupuesto y la reducción de gastos en el hogar no es la única manera de ahorrar. El consumo inteligente también es otra práctica a tomar en consideración.
Así lo explicó Sánchez Crespo, quien exhortó verificar los especiales que hay en las diferentes tiendas y supermercados antes de salir a comprar alimentos o servicios. “Siempre hay que hacer una lista de prioridades, establecer lo que se va a comprar por prioridades. Lo que no sea prioridad se debe descartar”, comentó.
En otra parte, según el economista Rosado, las inversiones y el mercado de acciones son la opción perfecta si las personas desean aumentar su ingreso económico. “Lo más importante es conceptualizar que quieres entrar en un programa de inversión a largo plazo. Si logras visualizar eso, sin ningún problema puedes iniciar un programa de ahorro o inversión”, recomendó.
Aunque es mucho lo que ha trascendido con la caída en el valor de las inversiones en bonos del gobierno, lo importante es reconocer que siempre existen riesgos, pero con la asesoría adecuada se pueden alcanzar resultados favorables.
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