El Ciudadano Imprudente: Parte VIII- Sobre Hombres y Ratones
El Ciudadano Imprudente: Parte VIII- Sobre Hombres y Ratones
El Ciudadano Imprudente: Parte VIII- Sobre Hombres y Ratones
Por Franklin D. López
Periodista, Escrito, Empresario y Preso Político
FranklinDL
@
www.franklindelanolopez.com
Antes de entrar a la Oficina del Juez Juan M. Pérez Giménez, mi abogado me dijo, “el juez quiere que te quedes fuera de la reunión. Espera aquí y tranquilo.” Joey Axtmayer entró con el Licenciado Miguel Rodríguez Marxuach. No tenía otro remedio. Así que me senté y me puse a leer unas revistas sobre casos y leyes porque era lo único que había disponible. Fallé en traer un buen libro.
Mientras esperaba, una caravana de preguntas invadieron mi mente. “Por qué el Juez Pérez Gimenez no quiere que yo esté con mis abogados? Si yo soy el principal de la demanda contra Telefónica de España por qué no estoy en la reunion?” Mi mente comenzó a escarbar viejos recuerdos de una llamada que había recibido del Juez Presidente del Tribunal Federal José V. Toledo. Afectuosamente sus amigos y asociados le llamaba “Pepito.” Era un hombre de nariz aguileña, ojos pequeños y siempre bien peinado. Le conocí cuando era el socio principal del bufete “Toledo, Segurola y Romero.” El despacho estaba ubicado en el sexto piso del edificio del Banco Popular en el Viejo San Juan. Aldo Segurola de Diego, nieto de José de Diego y Carlos Romero Barceló nieto de Antonio R. Barceló eran socios en el bufete que atendía cuentas de companias de seguros.
Cuando recibí la llamada del Juez Presidente del Distrito de Tribunales Federales era Presidente del Partido Demócrata Nacional capítulo de Puerto Rico. Por la relación que tenía con la presidencia de Jimmy Carter y su más cercano personal tenía el control de todos los nombramientos Federales en la Isla. Carter me había designado miembro de la Comisión Presidencial para Jueces del Primer Circuito de Apelaciones de Boston. Subsiguientemente, a través de legislación aprobada por el Congreso se crearon 4 plazas de jueces Federales en Puerto Rico.
“Franklin saludos es Pepito. Tu crees que podemos reunirnos. Necesito hablar contigo” me dijo. Le dije, “con mucho gusto Pepito.” Nos pusimos de acuerdo y fui a su oficina en el Viejo San Juan. La cita era temprano en la tarde. Almorcé en La Bombonera y caminé hasta el imponente edificio frente a la Bahía de San Juan. Su secretario me hizo pasar sin esperar. Le dí un abrazo pues Pepito Toledo era un hombre noble, justo y humilde. Luego de ponernos al día sobre eventos políticos y locales me dijo, “Franklin te cité aquí porque deseo pedirte un gran favor. De las cuatro plazas creadas de nuevos jueces Federales para Puerto Rico necesito que me ayudes al Magistrado Federal, Juan Manuel Pérez Giménez.” Le respondí con rapidez, “Pepito, hace 4 días llegué de Washington, D.C., dónde se estableció un proceso creando una “Comisión Ciudadano designados por Carter” que someterá la lista de los 4 nombramientos para jueces Federales. Me encargaré personalmente que una de esas plazas sea para el Magistrado Pérez Jimenez.”
Nos tomamos un café y conversamos de los tiempos en que Romero Barceló era su socio en su bufete.
El Comité de Ciudadanos era presidido por Jose “Pepé” Méndez hoy Presidente del Sistema Universitario Ana G. Méndez. Pepe había sido el tesorero de la campaña para abrir el Partido Demócrata al Pueblo y luego del propio Partido. La Comisión de Ciudadanos era un marco para cumplir con temas de imagen y participación ciudadana.
Cuando se hizo público la creación de las 4 plazas commencé a recibir llamdas de bufetes de Hato Rey y de muchas partes de la Isla. El Licenciado Juan Manuel García Passalacqua, mi asesor legal, amigo y compañero de luchas en haber logrado derrotar a Hernández Colón y el Partido Popular Democrático que pretendía mantener la organización en un club privado. Me fue a ver a la Oficina en el piso 10 del Banco Popular Center que compartía con Daniel W. Shelley.
“Compañero Presidente” me dijo en voz alta luego de darme un abrazo. Mira vine a verte porque Benny Frankie Cerezo quiere que apoyemos la candidature de su esposa Consuelo “Cuca” Vargas de Cerezo para una de las plazas de Juez Federal.” Cuca, hija del ex-Director del periódico El Mundo, Pablo Vargas Badillo, se desempeñaba como Juez Superior en Tribunal de Distrito de San Juan. Tenía una gran reputación como una juez balanceada, honesta y justa.
Le dije a Juan Ma’- “Mira, no tengo problemas con ella. Dile a Benny que me llame.”
Las relaciones con el Gobernador Romero Barceló, luego de haber sido electo en una primaria celebrada en todo Puerto Rico el 23 de octubre de 1979 se estaban deteriorando aceleradamente. La desconfianza y la insidia eran alimentadas por representantes de mi partido que tenían envidia o creían en sus propios fantasmas de que aspiraría a posiciones electivas coloniales. No se cuántas veces dije durante todo el proceso primarista que no tenía ningún interés en posiciones coloniales y que mi norte era descolonizar a Puerto Rico y alcanzar la igualdad política. Nunca me creyeron.
Benny me llamó y le dije que estaría en Washington por 7 días para attender asuntos del Partido Demócrata y de la campaña de re-elección del Presidente Carter. Me dijo, “Me puedo quedar contigo unos días y hablamos?” Le respondí que no tenía reparos siempre y cuando que durmiera en el sofa cama. Tenía un pequeño apartamiento que había “heredado” del amigo Gabriel Guerra Mondragón quién habia sido designado por Carter como representante de Estados Unidos en el Secretariado de la UNICEF en Paris, Francia. Estaba super bien ubicado en el sector conocido como “Embassy Row” por estar en la calle R dónde hay docenas de embajadas de países de todo el mundo.
A veces llegaba de mis reuniones a las 6 ó 7 de la noche y Benny tenía preparado una cena preparada por él. Fricasé de conejo con arroz con tocino y una botella de vino. Me llevó la ropa al “laundry” y el apartamiento estaba inmaculado. Comiendo me dijo Franklin quiero que hagas un compromiso para que sometan el nombre de Cuca para una de las 4 posiciones. Le respondí, “Benny…Cuca no va a tener ningún problema. Conozco su temperamento, su integridad y calidad humana. No sé por qué se casó contigo! Ya tengo comrpometida una posición para el Magistrado Federal Juan Manuel Pérez-Gimenez”. Se hechó a reir.
Ahí fue cuándo tiró la bomba! “Mira Franklin tienes que tener cuidado porque Pérez-Gimenez estuvo envuelto en un incidente que dice mucho de su temperamento y que puede salir en la investigación que hace el Buró Federal de Investigaciones.” Su comentario me tomó por sorpresa y rápidamente le dije que me diera detalles del incidente.
Comenzó su relato: “Era navidad. En el Caparra Country Club había una fiesta para sus socios. Pérez-Giménez era socio de la organización localizada en las exclusivas urbanizaciones de Garden Hills y Caparra. Después de la media noche un joven borracho entró con su Volvo rompiendo la puerta principal del Club y paró en el salón de baile como a 4 pies dónde Pérez Gimenez.
Benny abrió su ojos y dijo, “entonces Pérez Giménez como un demonio sacó al joven ensangrentado y la dio par de bofetas y tuvieron que aguantarlo.” Yo le dijé a Benny, “tu estás seguro de lo que me estás diciendo?” Me contestó que sí. Dejé de comer. Se me hizo casi imposible dormir esa noche. Tenía que investigar si la historia de Benny era corroborable.
Había enviado la carta de endoso recomendando el nombramiento de Pérez-Gimenez a Tim Kraft, ayudante de asuntos políticos de Jimmy Carter, y mi estrecho amigo. El nombramiento estaba ya en proceso de investigación rutinaria por el Negociado federal de Investigaciones. Llamé al Sub-Secretario de Justicia Benjamin Civiletti para que aguantara el nombramiento hasta que corroborara la veracidad de la información que Benny me expresó. Civiletti estuvo de acuerdo.
Regresé a Puerto Rico y llamé a mi amigo y asesor legal Francisco Vázquez Santoni y le conté lo que Benny me había informado. Vázquez Santoni me dijo que conocía al Presidente del Caparra y le pediría que me llamara. Al día siguiente me llamó Manuel Dubón hijo. Manny era hijo del abogado Luis Dubón que tenía uno de los bufete más importantes de Hato Rey. “Franklin me pidió Cuco que te llamara, me dijo Dubón. “Esa información que te dieron es totalmente falsa. Lo que ocurrió fue todo lo contrario. Pérez-Gimenez sacó del auto al joven lo puso en un auto para que se lo llevaran al hospital.”
El nombramiento de Cuca Vargas de Cerezo se había enviado a la Casa Blanca y a Justicia para su proceso de nominación presidencial. La investigación del FBI fue sumamente rápida y el nombramiento llegó a la Comisión de lo Jurídico del Senado, que celebraría una vista antes de enviar el mismo al pleno del Senado Federal.
Llamé a Pepito Toledo y le informé lo que había pasado. Le dije que había puesto el nombramiento en espera hasta que se verificara o se desmintiera la información ofrecida por Benny. Pepito me dijo “Ay mi madre. Hay gente que no tienen principios. Eso que te dijo Cerezo es totalmente falso.” Le pedí que le pidiera a Pérez Giménez que me viniera a ver. Nos reunimos inicialmente en mi oficina en el Banco Popular Center. Allí, tranquilo y con una seguridad sólida me dió su versión de lo ocurrido y que ya había verificado con otras personas que estuvieron presente esa noche en el Caparra Country Club.
Al día siguiente, llamé al sub-Secretario de Justicia Federal, Civiletti y le dijo Ben, le puede dar luz verde al nombramiento de Pérez Gimenez.” Tenía muchas preguntas en mi mente que tenía que buscarle contestaciones. ¿Por qué Benny Frankie Cerezo me mintió? ¿Por qué hizo esto? ¿Qué había detrás de todo esto? ¿Por qué calumniar al magistrado Pérez Giménez?
Axtmayer salío de la reunión y me dijo, “vamonos y hablamos fuera de aquí. El Juez dío unas instrucciones que tengo que explicarte.”
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